Robar tiempo al tiempo Hoy empieza el otoño. No sé por qué razón meteorológica no ha comenzado el 21 de septiembre, como siempre nos habían enseñado. Oficialmente comenzó la pasada madrugada. Su retraso me resulta más llamativo en esta época en la que se vive como si fuéramos esos hombres de gris ideados por Michael Ende, que necesitan robar tiempo, y cada vez más tiempo, simplemente para vivir. Una vez fui a comprar los libros de texto en septiembre, y en la librería me miraron sorprendidos. Ya no había libros y prácticamente era imposible conseguir que la editorial los enviara. Fui a otras librerías y confirmaban el veredicto: pese a que aún faltaban dos semanas para comenzar el curso, aseguraban que era muy tarde. Directamente se negaban a realizar el encargo. Tras el peregrinaje regresé a la primera de las librerías y me los pidieron, sólo por ser cliente habitual y hacerme el favor. Cuando yo era pequeño, septiembre era el mes de los libros de texto, es decir, el momento de comprarlos. Y tampoco ha pasado tanto tiempo desde mi niñez, eh! Robamos el tiempo, y como dice Sabina, el otoño durará lo que tarde en llegar el invierno. Así que, los turrones aparecerán por cualquier esquina de las grandes superficies, los cuadernos dejarán sitio en los estantes a los juguetes y El Corte Inglés nos anunciará que “ya es navidad”. Es muy probable que ya guardéis algún número del próximo sorteo de la lotería de navidad. En realidad se venden desde julio, así que ya me imagino yo la cara que van a poner en la administración cuando uno vaya ingenuamente a comprar un décimo cualquier día de diciembre. Como toda la vida. |