Alcollarín - Caceres

Se la conoce como impotencia sexual masculina. Para otros como disfunción eréctil. Para que todos nos enteremos es una falta de tener erección (ponerse el pene duro, derecho, eréctil) de forma que permita una relación sexual satisfactoria.

Se dice que existen unos 152 millones los que sufren esta enfermedad en todo el mundo (el 16 por ciento de todos los hombres entre 20-60 años). Como factores de riesgo que pueden favorecer la impotencia o disfunción eréctil: enfermedades cardiovasculares, lesiones medulares, diabetes, hipertensión arterial, alcohol, niveles altos de colesterol y la depresión.

No es lo mismo que otras enfermedades que padece el hombre como puede ser la falta de eyaculación o la eyaculación precoz (se van rápidos como los conejos) dejando a la mujer a dos velas o la falta de deseo sexual, que es lo que conocemos como frigidez sexual.

En la antigüedad los primeros tratamientos eran agresivos y consistían en la inyección de un vasodilador en el pene al que les rellenaba de sangre y producía erección. Era casi peor el remedio que la enfermedad, pues había tiempo de espera, dolor y a veces pérdida de autoestima.

Fue un éxito la aparición de los fármacos orales que salieron y que dieron resultados. Algunos tardaban más de la cuenta en producirse la erección y a veces tardaban más de la cuenta en quitarse la erección. Todos aumentan el flujo sanguíneo en el pene. El más conocido es “ el sildenafilo”, conocido como Viagra, el cual debe tomarse una hora antes de empezar la actividad sexual. Puede provocar efectos secundarios, como dolor de cabeza, sofocos, trastornos gastrointestinales o visuales.

El éxito mas grande se consigue con el Avanafil (Stendra) ya que soluciona uno de los problemas que es el que adelanta el tiempo que tienen lugar una erección y no tiene que estar esperando un tiempo grande a la erección como ocurre con otras patilla y no monta los números que esto ocasiona en la pareja que tiene que esperar pacientemente hasta que el pene del hombre se ponga duro. Con avanafil se puede producir una erección en solo 15 minutos tras la ingesta. Por ello se la conoce también con el nombre de pastilla “Aquí te pillo y aquí te lo clavo”. En cualquier caso, antes de empezar a tomar esta píldora siempre hay que acudir al médico.

No todos los hombres mayores necesitan Viagra, ni tampoco todos los jóvenes no las necesitan. Así es la vida.

La vejez afecta poco a los órganos sexuales: el pene y los testículos se mantienen sin grandes cambios. La capacidad de los espermatozoides va disminuyendo paulatinamente desde los cuarenta años, pero el semen continua siendo fértil en la vejez. El nivel hormonal baja paulatinamente con la edad. El deseo sexual disminuye pero no desaparece del todo.

El hombre mayor tiene erecciones, pero se requiere más estímulos y tiempo para conseguirlo. La firmeza puede ser algo menor. La eyaculación se enlentece, es decir, la eyaculación tarda más en suceder, lo cual propicia el mayor deleite tanto de él como de ella, motivo por el cual hay mujeres que quieren más a gente mayor que a jóvenes donde la eyaculación precoz es más frecuente.

Todos hemos conocidos abuelos que han conseguido fecundar a la vejez.

Los jóvenes pueden hacer el amor varias ves al día y en los viejos es más difícil hacerlo más de una vez. En el ya estudio clásico de Bretschneider y McCoy, se reporta que el 62% de los hombres entre los 80 y 102 años mantenían relaciones sexuales (tocar, acariciar, seguido por masturbación). Datos similares se han reportado en estudios posteriores.

Se dice que la “Viagra” lo toman muchos los hombres mayores con un nivel económico elevado y que quieren disfrutar más de la cuenta de su actividad sexual.

El problema de los viejos es el de la soledad y la marginación. Son los niñeros de sus nietos y la mayoría terminan después en una Residencia de Mayores. Cualquier actividad sexual es considerada como de “viejo verde” y se le dice “usted ya no está para estos trotes y para eso”. Solo el tener dinero, éxito social sirve de escudo para este tipo de sentencias.

Aunque es difícil de creer, los jóvenes son los más fuertes compradores de Viagra en todo el Mundo, aún por encima de las personas mayores de 45 años
La Viagra la toman también algunas mujeres entre 18 y 45 años, pues se dice puede aumentar la turgencia del clítoris y la disposición al orgasmo en ciertas mujeres, no en todas.

Los hay que toman Viagra sin tener problemas con la erección, solo para mejorar la actuación, es decir, conseguir que las erecciones sean más duraderas, más firmes y sin miedos al gatillazo.

Se sabe que el hombre después del orgasmo, al revés que la mujer, debe esperar una cierta cantidad de tiempo antes de lograr otra erección y ese tiempo lo intentan acorta con la Viagra.

Se ha establecido para muchos como solución en las primeras relaciones con ánimo de salir bien parado y evitando la humillación de no responder adecuadamente.

Fue un problema desde los tiempos antiguos la impotencia masculina y poco mencionada por pertenecer al campo de los problemas íntimos que no eran tocados por vergüenza o miedo, sobre todo en un mundo donde se presumía e imperaba el machismo.

Ya hace más de 2000 años era conocida la planta “La Maca” que era utilizada en Perú y Bolivia como fortificante y como tratamiento para la erección. Los conquistadores españoles la llamaron “Hierba del sexo de los Incas“. Hoy es conocida como el “Ginseng Peruano”.

Pasaron los siglos. Albricias, en la década de los años 90 del siglo pasado, los Laboratorios Pfizer descubrieron accidentalmente el medicamento llamado “Viagra” mientras trabajaban en un tratamiento para la hipertensión. Fue un negocio enorme desde el principio y el éxito comercial se extendió rápidamente por todo el mundo y en Europa e Israel las ventas fueron masivas. Se cuenta que en esa esa nación, un divorcio de una pareja de ancianos no llegó a firmarse, porque la mujer, al enterarse que “la Viagra” fue aprobada en Israel, decidió darle una última oportunidad a su esposo. Esto nos evidencia la importancia que tiene la erección y el acto sexual en la edad adulta. “Es un mito que la gente mayor ya no quiere tener relaciones”.

La Viagran también conocida como “la pastilla azul” actúa cuando hay estímulos eróticos. Fue una sorpresa para algunos matrimonios a los que el marido pasó de ser impotente a tener erección por la pastilla. Algunas les sobrepaso la presión que ejercieron para hacerlo en cantidad sus maridos aprovechando la eficacia del medicamento (de 2 a 4 horas). Produce erección, pero no es un afrodisiaco, por lo que no ayuda al hombre a tener más deseo sexual. Es tratamiento caro y una vez comenzado les cuesta trabajo dejarlo, crea un poco adicción como si fuera una droga. No produce priapismo (erecciones de larga duración), pero no viene mal a veces, tener hielo o agua cerca, por si las mosca.

Esta contraindicado en las personas que tienen enfermedades cardiovasculares. En la literatura médica encontramos casos de muerte, pero lo que más se ha señalado son hipotensión (mareos), dolor de cabeza, molestias visuales y congestión nasal.

En el matrimonio es una aventura compartida. Es una relación en la que cuenta no solo el pene de él, sino que también tiene mucho que decir ella, es una decisión conjunta. Si no puede dar lugar a complicaciones matrimoniales.