Alcollarín - Caceres

Estimados todos, hermanos en la paz del Señor. No hubiera sido alevoso por mi parte diferir el magnífico tema que expone sisonero sobre el milagro y excelencias de la concepción dentro de un marco sexual y la lucha que entablan un buen puñado de células por llegar al fin de la vida, a modo de preludio de la competencia que, enseguida entablará el futuro ser con su entorno: ¡Maravilloso acto este que propone la naturaleza desde el principio de los tiempos! hacia temas antagónicos o fuera de lugar. Todo lo contrario, mi cita religiosa (católica y apostólica como el que os escribe esto, puesto que en los tiempos de reconquista de nuestras tierras cristianas y de posterior evangelización del nuevo mundo, el fervor católico, la persignación antes de la batalla y el pequeño sermón del páter, era la única referencia que nos ayudaba a superar tales trances) desea servir de contrapunto al escrito de nuestro amigo sisonero. La perspectiva de la renuncia voluntaria al milagro de la fecundación, la renuncia razonada del ser humano que antepone sus intereses, sus temores, su codicia a la gran prueba de Dios, a la explosión de luz y vida que se produce desde el primer contacto del espermatozoide con el óvulo. Gran referencia la que tenemos en la Biblia sobre una presunta aplicación del "coitus interruptus" a través de Onán y la esposa de su hermano fallecido, y de ahí mi interés en mostrarla con la idea de reforzar el texto de sisonero. Reciba, pues, vuestra merced, JMRG mi más amigable saludo y el amor y la concordia reinen en este foro por los siglos de los siglos, amén.
Ya hemos platicado, vuestra merced y yo, señor perolo, en otras noches de viento y escarcha; cuando nuestro mutuo amigo sisonero comenzó a desgranar su magnífico libro sobre la historia de vuestro pueblo, Alcollarín. Texto del que me congratulo (perdón), me alegro de haber leído y donde he reconocido algunos paisajes. ¡Cómo cambian las cosas, las personas, las casas, las cercas! ¡Cómo ha evolucionado todo en tan poco tiempo! Solo vuestro río, el palacio de mi amigo Diego Pizarro Carvajal , la iglesia de Santa Catalina y algún que otro camino permanecen invariables.
La vida en el limbo, en este estado de cosas que no son ni sí ni no, ni fu ni fa, ni frío ni calor, ni chicha ni limoná, sino todo lo contrario; el continuo llanto y crujir de dientes que anuncia la gehena, me somete a períodos de abstemia y astenia de los que solo logro salir mediante el otro milagro de la transformación milagrosa de los frutos de la tierra en maravillosos licores y el aprovisionamiento y uso que pueda realizar de tales ingestas etílicas. Lamentablemente, un fantasma no puede volcarse en este tipo de goces terrenales, pues nos son vetados por el Ser supremo que nos tiene retenidos en estos otros estadios intermedios y anodinos. Quiérolo tantas veces (el escaparme de aquí, salir de juía, vamos), anhelolo tantas veces que como decía Santa Teresa: "Muero porque no muero y viceversa". He aquí, pues, querido amigo mi continua ida y venida al encuentro de este magnífico foro y la tristeza que me embarga cuando nuevamente debo agarrar los aperos y emprender la marcha a donde todo es nada. No sé si te he dicho algo, pero quiera o no quiera, solo me dejan expresarme de esta forma tan rechinante y como amanerada. Por lo demás, he de darte la razón al relacionarme con las alas (Ah, tiempos aquellos, ¡Qué delicioso manjar las alitas de pollo! Manjar modesto y engrandecedor de espíritus); alas son las que desearía con toda mi ansia para arrogarme otro cuerpo y arrojarme al vacío mundano de las gentes. Por esa causa, siempre me verá vos con pájaros, pajaritos (a veces fritos y como emplatados), rapaces, cotorras, águilas y criaturas volátiles y como escondidas en los huecos de los árboles. Y también con médicos del cuerpo y del espíritu, con sacerdotes y perolos grandes, a veces desportillados por el mal uso y los trompazos que algunas cocineras le propinan sin ton ni son, pero siempre ávidos de recibir nuevos guisos, nuevas técnicas y nuevos fuegos que le vuelven a dar vida y entusiasmo. Reciba también vuestra merced mi más afectuoso saludo.
Vuelvo, pues, hermanos todos, a mi estado de limbo, a la duermevela de la que solo me revelo en contadas ocasiones, cuando el amoníaco encarnado en forma de buenos textos destroza las paredes invisibles pero espesas del éter pausado...

Paz amigos. Vuestro seguro servidor.

No te vayas hombre, aquí cogemos todos, cada uno con nuestras virtudes y defectos. A mí personalmente me gusta lo que escribes (a partes iguales pájaro, fraile y caballero). Es muy agradable leerte.

Lo del coito interruptus, es tan antiguo como la vida misma, por lo tanto seria una hipocresía que no hubiera libros antiguos que lo mencionen. Pienso escribir sobre esto más despacio.

Nos dice que todo cambia y así es la vida. Para unas cosas mejoramos (agua, luz, chalet, casas, calles, educación, medios de comunicación etc). Para otras cosas hemos empeorado, pero como todo en la vida, su mejoría depende la mayor parte de nosotros mismos, de nuestro amor al prójimo y de la conservación de nuestro medio ambiente y sobre todo de la calidad de nuestros pensamientos a los cuales podemos cambiar y gobernar.
Veo que a pesar de ser un Fantasma te agradan los placeres de la vida, como es el vino y la comida. A la mayoría nos pasa lo mismo. Ya ves Perolo se entusiasma con el cordero y a mí me gusta las pringadas en las madrugadas de mi vida.
Un afectuoso saludo

Saludos Fantasma, dicho con el más intenso de los cuidados y desvelos pues no está en mí animo considerarle a usted una persona envanecida y presuntuosa como el uso de ese apodo pudiera llegar a sugerir.

Su aparición en este foro me llena de alegría y jubilo (aunque aun sea relativamente joven, …yo, comparado con usted, ¡claro!, por lo de jubilo...) su aparición decía, en el sentido de ser visto de nuevo, no en el sentido de visión de un ser sobrenatural o fantástico, es por mí celebrada con entusiasmo y regocijo, pues su conversación por momentos culta y erudita es un regalo para estos oídos que acostumbran a oír pensamientos mezquinos, groseros y carentes del mas mínimo rigor educacional, provenientes en su mayoría del interior de mis misma persona, embrutecida por el afán de conseguir vituallas que deleitar con especial fruición. Su estancia en el limbo no ha de terminar como usted presupone en la gehena pues esto de todos es sabido está reservado para gente mala y mezquina, usted ha de tener un destino más favorable y el infierno no haría honor a su exacerbado interés por el bien del prójimo y demás allegados, por lo que lo más acertado seria presuponer que su destino es alcanzar la gloria en el paraíso disfrutando de un nirvana majestuoso allá en las alturas rodeado de querubines y serafines, aunque por su forma de hablar soy más dado en pasar que usted ha de buscar rodearse de qurubinas y serafinas.

Menciona usted con congratulado (si, aun puede ser peor) afecto la conversación sobre historia que nuestro común amigo Sisonero tuvo a bien ofrecernos allá por lejanos para nosotros y cercanos supongo que para usted, tiempos. Conversaciones que fueron inicio de la fecundación y posterior concepción del libro que usted tanto pondera y que este que escribe ha de ponderar aun más.

Sus vínculos con alados elementos repetitivos imitadores de sonidos mundanales no pasaron por este vanal mortal desapercibidos y ruego a usted me confirme o me desmienta si son así o si por el contrario son consecuencia de mis desvarios, pues le atribuyo a usted tres formas expresivas cual espiritú santo foral y las tres a cual más expresiva y gramaticalmente lograda.

Dejemos a su libre designio la contestación a estas y a otras dudas que pudieran surgir pues como dice usted este perolo lleno de golpes y abolladuras que algunas almas femeninas (Al menos en su concepto básico) se empeñan en propinar por su afán a veces enfermizo de mantener la cocina en perfecto estado.

Su "placentera" disertación sobre el coitus interruptus, es interesante como pocas y a la mención de “derramar out” que usted hace de manera admirable me sugiere otras dos maneras que si bien no son tan tranquilas y definitorias son al menos igualmente efectivas. Una seria el método del vaso de agua, tómese un vaso de agua en lugar de empezar lo que de alguna manera ha de terminar interrumpiéndose, la otra sería la de la zapatilla de goma, pues un buen zurrio con una zapatilla de goma termina todo anhelo de comenzar algo que seria interrumpido de manera mas tranquila, pero que el miedo a la repetición de este tajante método haría más duradero en el tiempo, pues después de un zapatillazo en salva sea la parte los efectos han de prolongarse por mucho tiempo, sin duda alguna, doy fe, mas no testimonio.

Un placer hablar con usted y agradecer que estas nuestras intervenciones sean espaciadas en el tiempo, no así en su extensión, pues siempre hay veladores de la brevedad e idoneidad de los temas y asuntos a tratar y este que hoy nos ocupaba era sin duda escabroso, de todas formas gracias que yo llevo un rato largo con esta “parida” y al menos me sirve para pasar un rato de este domingo en espera de la vuelta al trabajo que dé por terminado este tiempo laso y nos permita reanudar el trabajo que es lo que da ánimo al espíritú (esto último sí que es una parida).

En fin, que tenga un buen día, eternamente.

Encantados que entre en el FORO siempre que lo desee
un saludo cariñoso

Ojala y entraras más a menudo. Es un placer siempre leer tus escritos.

UN SALUDO.

Estas "apariciones" suben de inmediato la calidad del Foro.
He estado leyendo escrito y comentarios y de verdad me he encontrado en el "cielo" (por la altura literaria que denotan).
¡Esto es un lujo!

Saludos.