Abertura - Caceres

Pos eso, otra tanda termino de mandar y esta no se me ha olvidao dar al botoncino de enviar.
Anminbujera, me parece que como no me pares los pies con las fotos vas a tener que hacer un bujero para mi solito.
Uffffff, si bonitas eran las otras, estas son mucho más, ande va a parar.

Motero, jolín, que tendré que esperar,
pa ver eses fotos tan guapes,
pero, yo sigo diciendo lo mismo,

¡¡¡¡LES FOTOS DEL MOTERO LES PRIMERES!!!

Dígolo a voces pa ver si me escucha.

Tú callau como una tusa.

Pos yo voy a decir una cosa, pero bien decia, arresulta que he veio las afotos y hay un problenma, que en cuanto las vea esta gente se las va a pasar el enamoramiento que tienen conmigo y se van a enamorar de tí.
casi mejor ni las ponemos,
chacho, chacho.
y qué cara pa recebir guantás tiene ese de las gafas.
enamorao y entontecio.

¡¡¡MIguel!!!! no te vayas,
dime que hago pa que se ponga la página bien,
que tien unes letres muy pequeñes porque se estrechó,
en cambio en el PC se ve normal.,
esto creo ye un problema del portatil.

Pos pon rápido les fotos de edl motero,
porque si la cosa ye tan buena como dices,
pos habrá que cambiar.

Bueno si me lo pues decir,
que igual, no tien arreglu.

Como si llegaran a buen puerto mis ansias,
como si hubiera donde hacerse fuerte,
como si hubiera por fin destino para mis pasos,
como si encontrara mi verdad primera,

como traerse al hoy cada mañana,
como un suspiro profundo y quedo,
como un dolor de muelas aliviado,

como lo imposible por fin hecho,
como si alguien de veras me quisiera,
como si al fin un buen poema me saliera...
una oración.

Como si la arena cantara en el desierto
los cantos de sirena del mar Muerto,
como si para crecer sobraran las escaleras,
como si escribiera un ciego un libro abierto.

Ven a poblar el zócalo de ojos,
siembra de migas de pan caliente
mis canas de alcanfor adolescente.

Ponle al sordo voz y alas al cojo,
bendice nuestro arroz, nuestro minuto,
como si no fuéramos cómplices del luto...
del corazón.

Veinte años cosidos a retazos
de urgencias, disimulos y rutinas,
veinte años cumplidos, en mis brazos,
con la carne del alma de gallina.
Veinte años de príncipes azules
que se marchaban antes de llegar,
veinte tangos de Manzi en los baúles,
veinte siglos sin cartas de papá.
De González Catán, en colectivo,
a la cancha de Boca, por Laguna,
va soñando -"Hoy ganamos el partido"-
la niña de los ojos de la luna.