Montejo de Bricia - Burgos

Este foro está mas vacío que mi cartera después de las vacaciones.
Hay que animarse a incluir comentarios del verano, verbenas, fotos, etc.
Un saludo.

adjunto Noticia Diario de Burgos. FIESTA DE LINARES

Alfoz de Bricia
Reunión en un eremitorioLa festividad de la Virgen sirvió para congregar a aproximadamente cuatrocientos antiguos vecinos del pueblo que han convertido la fecha en un evento de hermandad
E.L. / Montejo de Bricia
La población de Montejo de Bricia se multiplicó por diez durante el día de la Virgen. Esa fecha es especial sobre todo para el antiguo alcalde del pueblo, Clementino López, y su hermano escolapio, Aniano, quienes hace catorce años decidieron fijar ese día para reunirse los vecinos y descendientes emigrantes. Y éstos, cada año son fieles a la cita. En esta ocasión han sido cerca de cuatrocientos.
El lugar: un eremitorio situado en un espacio natural. «Aquí se refugiaron los cristianos tras la invasión de los árabes en 711 y construyeron esta iglesia en la roca», explica Aniano. Ahora, es sitio de culto y de convivencia.
Al acto acudió como cada año José Luis García, delegado de Cultura de la Junta de Castilla y León, quien destacó la especial unión que existe entre todos los presentes y «el cariño que se respira en el ambiente».
Entre los invitados también se encontraba Enrique Lastra con su familia quienes se mostraban «admirados por la devoción de los dos hermanos». Oncólogo del hospital de Burgos, tiene con Clementino «no sólo un vínculo profesional sino también de amistad».
Y es que el ex-alcalde quiso que estuviera presente en muestra de su gratitud por el trato que el doctor ha tenido con él durante su enfermedad. Así pues, le fue entregada una placa de la Diputación por su asistencia. No sólo él la recibió, sino también el delegado de la Junta, la Asociación San Isidro Labrador, El Diario de Burgos y las que ese día celebraban su santo.
Durante la misa hubo globos, suelta de palomas, procesión, caramelos y los cantos y danzas del grupo tradicional Gavilla de Burgos. La emoción se palpaba en todo momento y los gestos de acogida eran contínuos. Domi Saiz, una de las organizadoras, tenía buena culpa de ello ya que se preocupó de velar por el bienestar de todos.
Después participaron de una comida campestre en la que compartieron la comida y donde continuaron los cánticos y la alegría.
Quién iba a decir que la veneración de los eremitas por la Virgen de Linares iba a derivar en una reunión de vecinos algo más numerosa que lo habitual. El próximo año a por la número quince.

La noticia no dice nada de los buitres que rondaban el eremitorio. Por cielo y tierra, con alas y sin ellas.
Un saludo paisanos