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GANSOS
Lo que estos gansos iban a decirle a la gente, ya los sabe la gente de las elecciones pasadas.

Son como papagayos, se repiten y repiten y hasta las náuseas. Con su habitual cortedad de miras y absoluta falta de altura, de responsabilidad y de sentido de Estado, después de la derrota en las elecciones que ya tenían ganadas y que perdieron por trapaceros y embusteros y tras los atentados del 11M. Se han hartado de repetir durante doce o trece años que los demás no saben y que ellos son los buenos, los guapos y los mas chulos del barrio pero, eso si, usando a sus bankios y sus empresas de las construcción y a los obispos y a los dioses divinos—todos suyos de ellos- para enriquecerse mientras los arruinaban y con ellos, a los españoles pobres que tienen que trabajar para comer y poder vivir.

Ni que decir que hay siervos que se creen todo lo que esta gente dice. Los han creído siempre, y así les va y nos va.

Dejad que se hunda España que luego ya la reflotaremos nosotros cuando estemos en el poder, fue una de la pavadas más sonoras que se les recuerda de la pasada campaña y sí, la están reflotando a base de tirar por la borda todos los logros sociales que la gente de a píe alcanzó luchando contra el fascismo de los franquistas antecesores de los actuales al mando, pero, es claro, sus bankios, sus empresas, sus terratenientes, sus curas y sus frailes, cada día están mas altos y mas distantes del pueblo llano en el escalafón social porque, han usado esta crisis que ellos mismo provocaron con sus avarientos movimientos en los mercados internacionales y europeos, para no sólo hacer sufrir al pueblo sino, para hundirlo de tal forma en la miseria, que tardaremos muchos años en salir de este profundo socavón que han abierto bajo nuestros píes.

Pero los países del sur de Europa, entre los que se encuentra esta siempre pobre y mal administrada nación a la que llamamos España han sido y están siendo usados como chivos expiatorios y son los que estamos pagando todos los platos rotos en una Europa gobernada en la actualidad por gente muy similares a estos falaces servidores del dinero donde quiera que se halle, que tenemos por estos lares.

Entre tanto, su técnica es repartir la mierda, la suya, con sus patas, como hacen las gallinas mientras cacarean y cacarean intentando con su alboroto hacerle ver a la gente que los demás son iguales que ellos cuando no peores. Y para eso no tienen ni frenos. Su ética es la del facineroso que emplea las miles de trapacerías y males artes por siglos en su haber acumuladas para tratar de ensuciar y envilecer a sus contrincantes a ojos de los perplejos votantes que, observando el espectáculos, optan por el primo del Zumosol. Que es el mas gordo, alto y fuerte sin pensar, que después hay que alimentar al monstruo. Como estamos viendo desde que se instalaron al frente de todos los órganos del poder, a los que manejan como dóciles corderitos siempre sumisos por la cuenta que les traen a todos los esperpentos que a su frente han colocado. Y si de muestra un botón de la zafiedad y brutalidad con la que se mueven en esos ámbitos, la huida de la lideresa o el contubernio que han montado en torno al juez que intentó que un delincuente de alto estanding ingresara y se quedara a vivir, en el confortable hotelito donde deben estar todos los chorizos. Y mas estos, que tanto daño han hecho y siguen haciendo a la parte más débil de la sociedad española.

La manipulación en su favor que hacen de la realidad, es digna de figurar en los anales que tratan sobre estos temas porque, vemos con qué descaro se presentan ante la gente afirmando sin vergüenza, que ellos van a arreglar lo que otros desarreglaron intentan convencer de que los bankios, las cajas de ahorro, la bolsa y todos los demás chiringuitos a su servicio y al de la corrupción por ellos siempre controlados con cuyas políticas hundieron en la miseria a esta sociedad, eran empresas de los otros, de los malo, de los diablos con cuernos.

Pero tranquilos que no nos dirán lo que están haciendo con la caja de la seguridad social, la Sanidad, la Educación, el Trabajo, la televisión u otros estamentos de los que antes de llegar ellos al poder, aún estaban al servicio del pueblo sin distinción del sueldo percibido.