Terrassa - Barcelona

Numerosos conductores españoles se quejan de que los transportistas prefieren contratar a inmigrantes porque son más baratos, más dóciles y más proclives a correr más y a descansar menos. Al tiempo, muchos chóferes inmigrantes consideran que sus colegas españoles les excluyen y les acusan injustamente de robarles el pan.El fenómeno es especialmente intenso en las autovías de Levante. Desde CC. OO. Alicante culpan a la patronal de enconar los ánimos en la carretera.

"Vienen a jod el sector. Los inmigrantes corren más, se quejan menos, no miran tanto por la seguridad". Es la afirmación tajante de un camionero español. Se llama Rubén y hoy ha comido en un bar de carretera, como todos los días, como todos los meses; esta vez cerca de Madrid. Para conservar su sueldo no da su apellido.

Rubén, treintañero y conductor, hace la sobremesa flanqueado por dos compañeros entre el aroma a café y el calor sofocante del bar. Le da rabia la situación que viven los camioneros. Para él, los inmigrantes contribuyen a aumentar la precariedad en la carretera.“Vienen sin papeles, sin contrato, sin carné de conducir... Mira, fíjate en éste –dice, señalando a un hombre a su izquierda, un chófer rudo, de unos 40 años, que no ha dicho palabra–. Es portugués, no habla, no se entera de nada. ¿Tú te crees?”. Rubén reconoce que entre sus compañeros “existe el miedo de que te van a quitar el pan”.
Un anuncio en la prensa valenciana despertó hace unas semanas las iras de muchos conductores. Una empresa alicantina con gran volumen de cargas y descargas ofrecía trabajo como conductor, pero con una condición: “Que se abstuvieran los españoles”, cuenta uno de los camioneros que vieron indignados el aviso.

Esta forma de anunciarse no es habitual, pero tampoco aislada, propia de una sola empresa. Otros anunciantes son más sutiles: ofrecen empleo “...para conductores de fuera de la Comunidad. Será necesario disponer de permiso de trabajo”. Para Pedro, fornido camionero que descansa en los alrededores de Villarrobledo, la culpa es del empresario: “Cogen a los extranjeros porque es más fácil exprimirlos. Siempre nos vamos a pisar el terreno unos a otros porque nos obligan”. Vicente Alcaraz, secretario general de CC OO en Alicante, matiza: “Las empresas buscan a trabajadores cada vez más dispuestos a perder sus derechos, sean españoles o extranjeros”.

Juan Sotomayor habla en nombre de Pañalón, empresa de transportes ubicada en Villarrobledo (Albacete). En el sector, un buen número de camioneros asegura que, en el último año, esta empresa está dando preferencia a los extranjeros a la hora de contratar. Fuentes sindicales señalan por lo mismo a la firma alicantina Castillotrans, cuyos portavoces han declinado hacer declaraciones. Sotomayor, por su parte, afirma: “La mayoría de nuestros conductores son españoles. Aunque es cierto que cada vez hay menos presencia de conductores nacionales en el sector”, porque “los españoles se dedican cada vez menos al transporte”. Juan Marcos Montero, jefe de mecánica de Pañalón, explica que “aunque en la carretera se gane un buen dinero”, el sacrificio que suponen los horarios y el desarraigo familiar son decisivos para que aumente la contratación de inmigrantes.

En las áreas de servicio de Albacete, Murcia o Alicante, de gran tradición transportista, es patente el malestar de muchos conductores ante la llegada de los chóferes extranjeros y el proceder de algunas empresas de la zona. Ya antes de que estallaran las últimas huelgas vividas en el sector, la xenofobia de algunos conductores y la avaricia de algunas empresas habían enrarecido el clima en las carreteras de un país en el que cerca de 400.000 personas se ganan la vida al volante de un camión.

“Dicen que no hay chóferes españoles, pero es que no quieren pagar”, asegura Óscar. Tiene sólo 25 años, pero conoce bien su profesión. Es noche cerrada en las afueras de Albacete, cerca del polígono industrial, y Óscar sabe que aún le quedan muchos kilómetros por delante. No obstante, se para unos minutos a charlar sobre la inmigración. Óscar considera que es “una insensatez que se convaliden aquí los carnés de Suramérica sin preparar a los camioneros. Allí la conducción es distinta”. Lo cierto es que España mantiene acuerdos de validez de los carnés de conducir con Colombia, Perú, Venezuela, Uruguay, Marruecos y Bulgaria, entre otros países, porque sus permisos están expedidos conforme a las convenciones de Ginebra y Viena.

Paco, conductor valenciano, anda buscando trabajo. Ya lleva unos meses en el dique seco. Cuenta que una empresa barcelonesa le dio su puesto a un búlgaro mucho más barato. Protestó y consiguió otro puesto, pero “me hacían conducir con el peor camión, me trataban mal...”, asegura. Llegó a estar de baja psicológica. Ahora pide discreción sobre su apellido y su ciudad de residencia: “Es que hay listas negras de conductores; se las pasan los empresarios entre ellos. Si te quejas del salario o las horas, coges fama de problemático”. Joan Colera, secretario de transportes del sindicato CGT en Valencia, da la razón a Paco: “Si eres español y protestas, los empresarios te amenazan con despedirte y poner en tu lugar a un inmigrante. Así tienen cogidos por los coj.. a los trabajadores”. La sospecha de que este fenómeno sea cierto ha extendido en el sector la incertidumbre, la desconfianza, el rechazo al extraño.

“Algunos inmigrantes parecen suicidas; la mitad de ellos te hace alguna pirueta”, opina Fulgencio López. Este barcelonés roza los 60 años y lleva toda la vida al volante. Asomado a la ventanilla, grita para hacerse oír por encima del ruido del motor de su camión . Fulgencio aprovecha los últimos minutos del descanso obligatorio frente a un restaurante de carretera en Villarrobledo (Albacete), bajo un sol que quema el asfalto. “Yo, cuando les veo venir, me aparto –insiste–. Quizá no es para tanto, pero no te pongas por medio, porque ellos no paran...”.

Los extranjeros, claro, también tienen algo que decir, aunque sean como Jorge García, que rompe con el tópico del inmigrante explotado. Este peruano lleva 15 años en España, ha formado una familia aquí y, después de trabajar como chófer, creó su propia empresa. Ahora tiene contratados a españoles, ecuatorianos, peruanos, dos rumanos, un boliviano... De ls conductores del Este asegura que “son más permisivos”, es decir, que aceptan conducir unas horas más. Pero este empresario dice que no existe el inmigrante que acepta cualquier condición laboral: “Pronto se espabilan y se buscan otras cosas”.

Vuelta al área de Villarrobledo. Pedro, el camionero fornido, ha hecho su casa de la cabina de su vehículo. Hay que asomarse tras una cortina, como en un bazar, para encontrarle. Sabe que es un tema delicado y tampoco quiere decir sus apellidos. No vacila en afirmar que los inmigrantes “saben muy bien a quién perjudican” y que “están introduciendo aquí su modo de vida, sus costumbres. A este paso los extranjeros vamos a ser nosotros”. Además, asegura que “hay desconfianza entre compañeros”. Según él, no es que los camioneros españoles segreguen a sus colegas extranjeros, es que los inmigrantes “hacen sus pandillas… Se les deja de lado porque si no te dan conversación... Si no se abren a mí, yo no me voy a abrir a ellos”.

El responsable de transporte de UGT en Alicante, José Sagredo, reconoce su impotencia ante las preferencias empresariales a la hora de contratar: “Sí, conocemos el fenómeno, pero no estamos en movimiento porque no tenemos denuncias”. Contesta Manuel Perezcarro, secretario general de Froet, la patronal transportista de Murcia, que asegura que la contratación de conductores extranjeros para sustituir a los españoles “no es práctica habitual”. Sin embargo, desde Fetrama, la federación de empresarios de transporte de Alicante, reconocen que “sí se hace, pero no sabemos qué empresas son, y no somos quiénes para investigarles”.
interviu.

menuda panda de maleantes nos estan entrando en nuestro pais,nos van a robar hasta las mujeres,bandidos...te hacen hacer 200 mill horas por un sueldo de mierda.te pagan a razon de 8 horas el dia y haces 12 o 14 y tiras de transpalet como un negro,luego se te haces daño te dicen que ellos no te obligaban a descargar.se las saben todas,te pagan 100 euros de mejoras voluntarias y luego si les denuncias para exigirles las horas extras no pagadas te dicen que hicistes un pacto para hacerlas por esos 100 euros,menudos perlas son,les pegaba fuego a todos los camiones y que trabajen como antiguamente con burricos.explotadores

ESO PEGARLE FUEGO A TODOS LOS EPLOTADORES, POR QUE NO ESPERES NADA DE LA JUSTICIA

yo abogo por hacer una lista detallada de estas empresas que no quieren contratar españoles y empezar ha hostigarlos , pinchando ruedas etc