Mollet del Vallès - Barcelona

El desorientado socialismo catalán
EcoDiario.es | 2/07/2010 - 9:57
0 comentarios

Montilla tiene fama de haber conseguido controlar con mano diestra el aparato del PSC e incluso, con su proverbial mano izquierda, de haber sido el báculo de Maragall en sus devaneos con el federalismo asimétrico y su tormentoso período al frente del tripartito y del gobierno de la Generalitat.

Sin embargo, cuando alcanzó el poder tras desplazar la familia socialista a Maragall del liderazgo catalán, su papel se ha vuelto anodino, como si él mismo y sus socios de coalición tuvieran el presagio -que ya es bastante más que una simple premonición- de que están en un declive inexorable que llevará de nuevo al PSC a la oposición, es decir, al lugar que había ocupado -a pesar de ganar sistemáticamente las elecciones generales- desde la fundación de la autonomía hasta la retirada de Pujol en las elecciones de 2003.
Cataluña y el progresismo

El PSC tiene un suelo elevado en Cataluña -atrae al progresismo, a los sectores proletarizados de la inmigración y a diversas sensibilidades no nacionalistas- y se le pronostica un leve aunque significativo descenso en las elecciones de noviembre.

Pero Esquerra Republicana de Catalunya, que creció espectacularmente durante la segunda legislatura de Aznar de la mano de Carod Rovira explotando el filón del rechazo al nuevo imperialismo madrileño, está volviendo a ser una fuerza marginal e irrelevante, como corresponde a un país templado como Cataluña en que el radicalismo es la excepción. Y la fuerza que representa a IU en Cataluña, en alianza con los Verdes, heredera del venerable PSUC, está estabilizada desde hace años y no se prevén alzas ni bajas significativas.
El liderazgo de Artur Mas

En definitiva, todo indica que CiU recuperará el poder bajo el liderazgo de Artur Mas, quien no experimentará demasiados problemas de conciencia si para la investidura necesita los votos del PP. Y debe ser esta perspectiva la que ha desorientado a Montilla, en pos de una estrategia milagrosa que no va lograr.

La sentencia del TC ha acabado de desnortar al todavía presidente de la Generalitat. El PSC, cubierto con el manto del catalanismo político, se implicó de hoz y coz en el nuevo Estatuto, que consideraba constitucional (la constitucionalidad o no importaba e importa a los partidos que creen vehemente en la Constitución, el PSOE y PP en primer lugar). Pero al conocerse que el Tribunal Constitucional ha considerado inaceptables ciertos, muy pocos, elementos soberanistas, lo lógico hubiese sido que Montilla hubiera aceptado el dictamen, se hubiera congratulado de que la mayor parte del Estatuto está convalidado y hubiese tratado de quitar hierro a la protesta nacionalista, a la que importa más el fuero que el huevo (lo inaceptable es que el TC se haya atrevido sentenciar; no la sentencia misma).

Todos sabemos que no ha sido ésta su actitud: Montilla se ha puesto al frente de una ambigua y doliente manifestación unitaria, a la que lógicamente asistirán Pujol y Maragall y que desarrollará las tesis victimistas que suelen exhibir los nacionalistas eternamente agraviados, entre ellos el de la dignidad herida. ¿Alguien podría explicarle a Montilla que su lugar no está en este patriótica protesta, sino trabajando contra la crisis y preparando unos programas electorales que orillen de una vez el interminable y corrosivo asunto de la identidad?

https://codiario.eleconomista.es/espana/noticias/2279751/07/10/Analisis-El-desorientado-socialismo-catalan.html