L'Hospitalet de Llobregat - Barcelona

Es increible que en época de crisis, de destrucción de empleo, de ayudas estatales a los bancos, etc., un ex-directivo del BBVA, se jubile a los 55 años y lo haga con una pensioncilla de 3 millones de euros al año, vergonzoso, debería estar limitado y con una fiscalidad muy superior.
Más aún si tenemos en cuenta que el individuo ya cobraba un variable por su aportación a la empresa, es decir, que año a año ya recogía sus frutos, para que ahora al final se los vuelvan a pagar todos juntos diciendo que aportó mucho a la entidad (cosa que no dudo).

Cuando los pisos estaban por las nubes, mis amigos, que no podían ni soñar con uno, rabiaban diciendo que esto iba a explotar por algún lado. Ellos no aceptaban algo lógico, comprar en otro sitio. Digo lógico, ya que todos sabemos que no hay sitio en una ciudad para todos los jóvenes que pretenden emanciparse. Por lógica, han de salir a otros lugares. Pero la mayoría quieren quedarse en su pueblo. El caso es que al final explotó todo, y lo hizo dañando precisamente a mis amigos, que eran los que menos tenían. Dentro de un tiempo, sí que podrán buscar algo a precios mas acordes. Pero habrán pasado caso diez años desde que subieron los precios hasta que compren.
Cuando estalló la crisis mundial, los ingenuos vaticinaron que el capitalismo salvaje estaba acabado. Que habría un cambio. Ingenuos. Todos, ejecutivos, empresarios y obreros, aterrados ante la NADA imperante, claman por que todo vuelva a lo vivido hace seis años. La gente quiere volver a trabajar, a comprar tonterías y a irse de viaje. Y los de arriba forrarse. Ningún gobierno ha hecho cambios profundos. Los paraísos fiscales no han sido cerrados. Los bancos no han sido investigados. Los ejecutivos no han sido condenados, de hecho, en Estados Unidos, fueron despedidos con finiquitos multimillonarios, después de arruinar sus empresas. En España, los constructores no han bajado los precios de los pisos que duermen esperando un despertar económico que los saque al mercado a los millones de antaño. Nada ha cambiado. Bueno, sí. Todos nosotros estamos peor. Que curioso, y eso que somos millones. Que borregos somos. Hasta las hormigas cuando se juntan, arrasan bosques enteros.

nosotros tambien nos juntamos,para arrasarlo todo,cuando hacemos botellon,o cuando gana nuestro equipo