Dedicado a una buena persona Amigo Cantinflas, el poema dedicado a tu esposa me ha dejado impresionado. Ella, esa mujer que adoras, ¡vaya tino con su flecha de Cupido!. A eso se le llama hacer diana. ¡Jo con la dama! ¡Qué puntería! ¡Anda que no supo elegir la señora! Apuntó hacia un tesoro y, ¡¡zassss!!, acertó de pleno en el corazón de Cantinflas, se lo robó y al parecer, lo puso junto al suyo y juntitos los dos, emprendieron un hermoso camino que no tiene final. Para ti y para tu esposa, aquí os deja este humilde juntaletras, unos cuantos versos que no son de premio Nóbel, pero que sí están escritos con la pluma del alma y tinta del corazón. Y no pidas perdón por algo que no tiene importancia. Un abrazo amigo Pedro A UNA BUENA PERSONA Pues claro que te respondo ¿no habría de responderte? si eres amigo en el fondo nuestro mejor referente. En ti el error no existe Cantinflas, eso ha sido un pequeñito despiste que ya vive en el olvido Además intranscendente sin apenas importancia lo hiciste con elegancia ¡No me seas tan prudente! A persona con tal don como nos has demostrado le sobra pedir perdón no estés apesadumbrado. Eso sí amigo mío en la próxima ocasión le pones más atención que no se repita el lío. Que la gente se desinfla con el foro por sombrero sin saber si eres Cantinflas o el bueno del pescaero. Amigo, esto se arregla con un pernil regalado la cara se nos alegra y asunto solucionado, si puede ser “pata negra” y date por perdonado. Cantinflas eres tremendo cualquier día nos relatas La venganza de Don Mendo y de emoción nos rematas. Es que quedé impresionado por ese amor de ultratumba y por poco me derrumba verte tan enamorado. Y ya llegando al final, ¡cómo adoras a tu esposa! ese amor subliminal a tu dama candorosa a tu princesa fermosa reina y bella como rosa ese amor original a una mujer primorosa. Con qué gran solemnidad le juras amor eterno en verano y en invierno ¡Eso es fidelidad! ¡Jesús! ¡qué barbaridad! hombre tan gentil y tierno que hasta en el cielo sería el más galante inquilino pues hombre con tanto tino es como una lotería y pa su esposa un consuelo saber que allá en las alturas el mundo será un pañuelo para estas dos criaturas. El Cielo será un primor y se vestirá de gala cuando paseen su amor Cantinflas y su zagala. Ángeles y querubines ocultarán su rubor alegres y saltarines cuando en aquellos confines resuenen como un clamor besos de dulce licor de Cantinflas a su amor. Invoco a musas y ninfas: cuando yo sea mayor se los pido por favor quiero ser como Cantinflas. Como Cantinflas Serrano de alma para deleitarse noble fiel y campechano y espejo donde mirarse. Tu amigo Pedro
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