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Estimada amiga Purina: dice para empezar el vetusto general al mando de los civiles, a la jefa de los polis en Las Canarias y agrega así como a lo tontolaba:.- "ninguna norma habilita a los miembros de la Policía, ni técnica ni jurídicamente, a la instrucción de diligencias por delitos de tráfico" y pide a Concepción de Vega: "Conociendo tu habitual buen criterio, que tomes las medidas apropiadas con el personal implicado".
Es decir, que los empure bien empuraos.

La cosa viene porque, una señora muy señoreada, esposa de otro general puede que con mando en tropa de por aquellas islas, circulaba conduciendo su vehículo contra dirección y, quizás pensando que el mundo estaba llena de locos y que ella era la única cuerda, ponía en evidente riesgo la vida de todo ellos. Pero hete aquí, que uno de los majaras que conducía en la dirección contraria a la susodicha, o sea, como debe ser, hace que esta, detenga su máquina, baje de ella, y él, que al parecer es Inspector Jefe de los “nacionales”, categoría profesional que es en ese cuerpo, más o menos equivalente a la de Capitán en los civiles y en los ejércitos, solicita la ayuda de una patrulla de colegas uniformados. Cuando estos llegan al sitio, se les había adelantado otra de la Guardia Civil de Tráfico, quienes multaron a la señora y la dejaban que se marchara con su coche pero, el antes gris, después marrón y ahora azul oscuro, puede que todavía con el susto en su cuerpo, dijo que nanai del Paraguay, que esas acciones temerarias que ponen en riesgo la vida de los demás usuarios de las vía públicas, están contempladas como delictivas en el Código Penal vigente y, que la conductora en cuestión quedaba detenida previa información de sus derechos, su vehículo inmovilizado, instruyéndose el correspondiente atestado y su posterior traslado junto con la detenida a presencia de juez ordinario competente que, en juicio rápido, falla, que debía condenar, y condenó a la infractora, que reconoció ante él los hechos relatados en la diligencias practicadas, a cuatro meses de cárcel (que no cumplirá) y a un año y medio de retirada del carné de conducir.

El caso es: que en el día y momento de los hechos, ella llamó a su esposo y este le mando a su ayudante, un teniente coronel, que se la quiso llevar pero se lo impidió el poli, y luego la patrulla de los civiles que, tras hablar con el militar quiso arreglarlo con una multa y aquí paz y después ya te la quitará mi jefe amigo y que se vaya, pero no, no tragó el inspector.. Y aquí viene el lío del montepío, como diría un paisano mío, porque acabado el juicio, la señora, a la que al parecer no se le hizo en su momento la prueba de alcoholemia por váyanse ustedes a saber qué razones, ni corta ni perezosa, se querella contra los funcionarios actuantes acusándolos de un delito de “Detención ilegal.” Sí señor, con dos cohones pues, no importa que el juez emitiera su veredicto, y condenara a lo que condenó, sino que encima, a los tíos que impiden el mangoneo de la ley, se le acusa de un delito grave, como es la detención no legal.
Pero es más, “Estimada amiga Puri, sanciona a esos agentes que han hecho bien su trabajo y, en concreto, al Inspector Jefe del Grupo de Homicidios a tus órdenes, porque:
"ninguna norma habilita a los miembros de la Policía, ni técnica ni jurídicamente, a la instrucción de diligencias por delitos de tráfico" y le pide que: "Conociendo tu habitual buen criterio, tomes las medidas apropiadas con el personal implicado".
Y eso lo dice un general del Benemérito Instituto quien, es de suponer, que tenga algo que ver en lo de la querella por detención ilegal.
¿De dónde habrán salido y en qué mundo de ensueño vivirán aún estos señores? ¿Aún vive Franco? ¿No es este caso muy similar al de la jueza que quería hacer valer su condición ante los Mozos de Escuadra estos meses atrás?