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La Policía moldava ha detenido a varios traficantes con material radiactivo que intentaban vender casi dos kilogramos de uranio-238, informó este martes el Ministerio del Interior de Moldavia.

"El material radiactivo fue traído a Moldavia de contrabando. Los traficantes se proponían vender ese uranio por nueve millones de euros", explicó en rueda de prensa en Chisinau el portavoz de la cartera, Kiril Motsan, según las agencias rusas.

Los agentes se incautaron de 1,8 kilos de uranio-238, material radiactivo que el grupo delictivo desarticulado guardaba en un garaje sin tomar las mínimas medidas de precaución, a pesar de que la radiación en ese lugar superaba en 60 veces las normas permitidas.

El portavoz precisó que la Policía ha detenido a tres implicados, que tienen antecedentes penales en Moldavia, Rusia y Rumanía por tráfico de material radiactivo y otras formas de contrabando, y busca a otros cuatro presuntos cómplices.

Dos de éstos son oficiales de alto rango de la Policía moldava ya jubilados, mientras que otro reside en territorio de la región separatista moldava de Cisdniéster.

En el garaje donde los contrabandistas guardaban el material radiactivo fueron halladas además una pistola, numerosas municiones para fusiles Kaláshnikov y una granada, así como matrículas de coches, pasaportes y formularios de documentación fiscal.

Según el portavoz, la Policía dio con la pista de los traficantes en junio, cuando recibió información de que éstos pretendían vender la mercancía, tras lo cual varios agentes se hicieron pasar por clientes y adquirieron como prueba menos de un gramo de uranio.

Ese material fue enviado a EE.UU., donde los expertos establecieron que "se trataba de uranio-238, que podía ser empleado tanto con fines pacíficos, como combustible de plantas atómicas, como para fabricar armas de exterminio, las llamadas bombas sucias", dijo por su parte Viorel Morar, portavoz de la Fiscalía General de Moldavia.

Agregó que las autoridades moldavas se proponen enviar a Alemania muestras del uranio-238 interceptado para que expertos locales establezcan el método empleado para su enriquecimiento y el país de procedencia.

La Fiscalía moldava ha abierto dos expedientes penales por contrabando con material radiactivo, por lo que los integrantes del grupo podrían ser condenados a hasta diez años de prisión.