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El principio del funcionamiento de los reproductores de sonido blanco está basado en dos principios básicos; uno físico (sonido emitido por las maquinas) y el otro fisiológico (nuestra escucha y actividad cerebral).

El físico (sonido blanco) es la suma de toda la gama de frecuencias audibles existentes, creando una onda intermedia entre las ondas altas y bajas. Imaginémoslos como una grafica de ondas; unas irán por encima de cero y otras por debajo de 0. Si hacemos una suma de éstas, pues, resultaría que dicha sumatoria darían como resultado 0 y estaríamos creando un sonido constante sin variaciones de ondas, o sea sonido blanco.

El fisiológico (nuestra actividad cerebral) es nuestro cerebro y, como sabemos, es quién controla todos los órganos, incluso los de los sentidos del tacto, la visión y la audición. Para operar cada uno de éstos, nuestro cerebro realiza actividades en concordancia con los mismos y a medida que necesita mayor actividad que claramente requiere más energía. Ahora, imagínese nuestros cerebros intentando constantemente controlar todas las actividades. Queremos descansar o concentrarnos, pero el cerebro intenta identificar cada sonido, localizar al mismo, determinar las variaciones de las ondas, etc. En fin, infinidades de procesamiento cada segundo, lo que provoca una actividad bastante alta. Si emitimos una señal constante y de baja intensidad, pues el cerebro detecta solo un sonido y su actividad se reduce simplemente a la escucha del mismo, sin tener que repetir el procesamiento constantemente para detectar sus variaciones o su localización.

Además, nuestros cerebros solo pueden determinar y procesar un determinado cantidad de sonidos a la vez. Imagínese, por ejemplo, una persona hablando en un salón. Claramente nosotros somos capaces de escucharla e interpretar y procesar la información de la misma. Si en el mismo salón se encuentran dos personas hablando al mismo tiempo, logramos en fijarnos en solo una, ya que seguir las dos sería imposible. Ahora, supongamos que en el mismo salón hay cien personas hablando simultáneamente. No lograríamos escuchar a ninguna, solo se oirá un inmenso murmullo de voces, imposibles de diferenciar, con lo cual las cien voces serían sumas de ondas de frecuencias y ese murmullo sería el sonido blanco que se crearía

¿Porque funciona para relajarnos y concentrarnos?

Puesto que el reproductor estaría reproduciendo un sonido más agradable y no ese salón de murmullo, su actividad cerebral sería constante y al cabo de unos minutos sería automático y repetitivo, lo cual disminuiría la actividad del cerebro, brindando la relajación y una mayor concentración en la actividad que estemos desempeñando, ya sea el sueño o en nuestras funciones diarias en la oficina.

¿Por qué serviría para ocultar nuestras conversaciones privadas?

Basándonos en el principio que la persona que está fuera del despacho o la consulta estaría sencillamente escuchando cientos de frecuencias y le sería imposible detectar de qué se está hablando detrás de la puerta. Asimismo, en la habitación continua de un hotel, por ejemplo, su sistema auditivo y su cerebro no pueden determinar quién habla y menos aun de qué se habla.

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