Badalona - Barcelona

NUEVA POLÍTICA DE VIGILANCIA EN BADALONA

Mercado con poca miseria

Los vendedores informales se ausentan por cuarta semana del llamado mercado de la miseria de Badalona y Sant Adrià

La presión policial disuade a unos 200 manteros

Miércoles, 20 de julio del 2011 Imprimir Enviar esta noticia Aumentar/

Ayer hubo poca miseria en el mercado que lleva ese nombre. Bajo la C-31, en el barrio badalonés de Sant Roc, en el límite con Sant Adrià, unos 20 agentes de la Guardia Urbana tomaban por cuarto martes consecutivo la zona para evitar que unos 200 vendedores ambulantes vendieran objetos usados, la mayoría recuperados de la basura. La presencia policial, que incluyó ocho agentes motorizados desde primera hora de la mañana, hizo desistir a los manteros, que tampoco se instalaron en las calles aledañas como es costumbre cada vez que se ejecuta un amplio operativo policial. La policía de Sant Adrià también actuaba al otro lado de la frontera, así como los Mossos.

El nuevo alcalde de Badalona, Xavier García Albiol (PP), asegura que el dispositivo no es temporal y que ha dado órdenes de que se mantenga de forma permanente. Muchos vecinos se han quejado de las molestias que ocasiona la congregación de manteros y vendedores informales junto al mercado legal de Els Encants de Sant Adrià cada martes, pero otros, en especial los afectados, ven cómo la vigilancia policial los condena aún más a la pobreza. «Yo solo intento ganar algo de dinero y si no me dejan, ¿de qué voy a vivir?», se preguntaba un comerciante informal que vendía cinco mecheros por un euro.

Dudosa salubridad

El anterior gobierno local (PSC, CiU y ERC) había ordenado operativos policiales parecidos al de ayer pero nunca había sobrepasado de cuatro semanas consecutivas, lo cual hacía rebrotar el fenómeno cuando se relajaba la vigilancia policial. Las acciones siempre se habían basado en evitar la comercialización de objetos procedentes de la basura y que podían suponer un problema de salubridad. Pero el gobierno actual dice que la lucha contra el mercado de la miseria es una prioridad y ha prometido no bajar la guardia. «Hoy no han venido los vendedores ilegales. No sabemos dónde están pero no están en las calles cercanas porque hemos patrullado por ahí. Podemos mantener la presión policial de forma indefinida», dijo el concejal de Seguridad, Miguel Jurado.

Pero el gobierno anterior asegura que las acciones policiales de ese tipo ya se habían llevado a cabo con anterioridad y que la nueva política de García Albiol, más que nada busca proyección mediática.

Los martes de actividad más intensa, el mercado de la miseria llegaba a congregar, entre vendedores y compradores, unas 1.000 personas. Los manteros del lugar también suelen vender objetos usados en Glòries los días que funciona el mercado de los Encants El ayuntamiento sabe que el problema sigue latente, que «solo se ha ganado una batalla pero no la guerra», en palabras de Jurado. Mientras, es probable que los manteros se trasladen a otro lugar, tal vez a otro municipio, y terminen por atraer a sus compradores.

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