Zahínos - Badajoz

Cuando llegan las tardes de sábado y no suena el teléfono, ni escucho mi nombre a nadie, alguna pena, guardada más tiempo del debido, sale de su rincón y se asoma a los libros de poemas. La poesía, acabo de leer la dedicada por un forero a su esposa, la interpreto según el momento, como aire acondicionado en el verano, como bufanda en el invierno, como escafandra de oxigeno del buzo y siempre, siempre como un alivio de racionalidad, matizada por lo único que merece la pena, el cariño de la gente más cercana. Aunque para mí las más de las veces no son más que sustitutivos del llanto.
Me gustaría compartir algunos fragamentos con vosotros.

El palomar de las cartas
abre su imposible vuelo
desde las tremulas mesas
donde se apoya el recuerdo
la gravedad de la ausencia
el corazón, el silencio.

Oigo un latido de cartas
navegando hacia su centro.
Donde voy con las mujeres
y con los hombres me encuentro
malheridos por la ausencia
desgastados por el tiempo.

Cartas, relaciones, cartas
fragmentos de la ternura
proyectados en el cielo
lanzados de sangre a sangre
y de deseo a deseo.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté
escríbeme a la tierra
que yo escribiré.

En un rincón enmudecen
cartas viejas, sobres viejos
con el color de edad
sobre la escritura puesto.
Allí perecen las cartas
llenas de estremecimientos
Allí agoniza la tinta
y desfallecen los pliegos
y el papel se agujerea
como un breve cementerio
de las pasiones de antes
de los amores de luego.
Aunque bajo la tierra...
(Fragmento de Carta de M. Hernandez)


He andado muchos caminos
he abierto muchas veredas
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran callan y piensan
que saben porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan
cuando pueden y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca si llegan a un sitio,
preguntan adónde llegan.
Cuando caminan cabalgan
a lomos de mula vieja,
y no conocen la prisa
ni aún en los dias de fiesta
Donde hay vino, beben vivo
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven
laboran pasan y sueñan
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra.
(A. Machado)

PRECIOSO,SI SEÑOR.SE NOTA QUE ERES TODO SENSIBILIDAD.
UN SALUDO,MIRLOBLANCO.

Tengo que confesar que no me gusta la poesia, entendiendo por poesia la que atiende a ritmo y metrica. No me gustan los poemas, pero tu prosa -perdona que te tutee- es bonita y poetica. Paradojico, creo...

¡¡ Hola a todos !!
La poesía es muy bonita, nunca me cansaré de leerla, aunque reconozco que no soy sensible ni detallista, pero me encanta. Un día, cuando era joven, esperando precisamente a Nieves, éramos novios, en una cafetería, entró un niño, de unos doce años, ciego, con un pequeño bastón blanco, y en ese momento cogí una servilleta, le pedí un bolígrafo al camarero y me puse a escribir. Le hice una poesía, que no es por nada, pero me quedó increiblemente bonita, pero, con el ir y venir de los años, la he perdido, la he buscado por todas partes, y no la encuentro, me quedó mucha pena. Bueno algún día, les enviaré alguna de las que tengo escritas, para compartirlas con Uds.

Saludos.

P.D. Mirloblanco, muy bonito lo que has escrito. Gracias por compartirlo.