Valverde de Leganés - Badajoz

MARGARITA NELKEN: AMOR A LOS HUMILDES Y A LA BELLEZA



El 9 de marzo de 1968 moría en el exilio Margarita Nelken. Fue escritora, crítica de arte, la primera traductora de Kafka al castellano, autora de siete libros y entre ellos, de un pionero tratado feminista, “La condición social de la mujer en España”.

Fue la primera diputada socialista y, además, durante las tres legislaturas republicanas. Y lo fue por la provincia de Badajoz, dando voz sobre todo al enorme movimiento jornalero que aquí había fructificado, denunciando una y otra vez “las inhumanas condiciones de trabajo en los latifundios”. Fue odiada a muerte por los señoritos y los caciques. Y la han seguido odiando hasta el extremo de que el Ayuntamiento de Badajoz, gobernado por el PP, suprimió su nombre del callejero hace muy poco, en 2009, en un gesto de chulería fascista (y machista), que repugna el sentido común democrático.

Su compromiso no fue estético ni retórico. Estuvo donde la papa quema, al lado de los jornaleros y de las gentes que luchaban en ese momento. “Conocía el campo español como los museos de Europa”. Defendió a los campesinos de Castilblanco, fue maltratada a punta de pistola por un grupo de matones en Aljucén (21 de noviembre de 1933), y en la convocatoria revolucionaria de octubre de 1934, acusada de “delito de rebelión militar cometido en la plaza de Badajoz”, tuvo que esconderse en la embajada de Cuba y, disfrazada, exiliarse a Francia y después a la Unión Soviética. Se le retiró la inmunidad parlamentaria y, en su ausencia, fue condenada a veinte años de cárcel. A finales de 1936 se afilió al PCE, culminando de ese modo su evolución ideológica a lo largo de la República.

“Había algo derecho en ti que te salvó siempre: amor a los humildes y a la belleza”, dijo de ella Max Aub. En las escuelas e institutos de Extremadura, en las conmemoraciones del 8 de marzo, en las reivindicaciones campesinas, su nombre debería acompañarnos siempre.


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