Manuel Fraga y Martín Villa 3 de marzo de 1976: la policía, siguiendo las órdenes de Fraga y de Martín Villa, asesina a cinco obreros y hiere a más de un centenar, desalojando la iglesia de San Francisco de Asís en Vitoria. "Procedan a desalojar la iglesia a palo limpio. Gasead la iglesia (...) Esto es la guerra en pleno, se nos está acabando la munición (...) Dile a Salinas que hemos contribuido a la paliza más grande de la historia". Todavía hoy la grabación de la intervención policial pone los pelos de punta. Los asesinados fueron Pedro María Martínez Ocio, trabajador de Forjas Alavesas, de 27 años; Francisco Aznar Clemente, obrero de panaderías y estudiante, de 17 años; José Castillo, de Basa, una sociedad del Grupo Arregui, de 32 años; Bienvenido Pereda, trabajador de grupos Diferenciales, con 30 años; y Romualdo Barroso, trabajador de Agrator, de 19 años. La familia de Romualdo, como otras muchas familias obreras de Brozas (Cáceres) emigraron a Vitoria-Gasteiz en los años cincuenta y sesenta. Los principales responsables de los asesinatos, los entonces ministros Manuel Fraga y Rodolfo Martín Villa, no sólo no han respondido de los crímenes, sino que han seguido formando parte del núcleo de poder desde entonces. En el caso de Martín Villa, después de sus cargos políticos pasó a presidir sucesivamente Endesa, Sogecable (sociedad cuyos accionistas mayoritarias eran Telefónica y el grupo Prisa) y, actualmente, forma parte del consejo de administración del banco malo (la SAREB). "Asesinos de razones y de vidas, que nunca tengáis reposo a lo largo de vuestros días y que en la muerte os persigan nuestras memorias". (Lluis Llach) https://www.youtube.com/watch?v=wwy-jzcWLMs Que nadie borre de la historia, ni a los Asesinados Ni a los Asesinos Diigo |