Promesas de un cazador valenciano Un hermoso día de otoño, hace ya algunos años, junto con otros dos cazadores, salimos por la mañana con todos los pertrechos necesarios para practicar el noble deporte de la caza. Uno de los cazadores, buen creyente y devoto de la Virgen de los Dolores, se encomendó a ella para que le fuera favorable la jornada, ofreciendo por ello un conejo en su sufragio si así sucedía. Y así fue: pieza que salía pieza que abatía e iba a su morral; por lo que cuando llenó este decidió regresar dando por terminada la batida. Y hete aquí que,de pronto, salió un hermoso conejo; como experto cazador llevaba cargada la escopeta, por lo que se apresuro a disparar.Pero mira por donde esta vez falló. Así pues, con gran disgusto no pudo menos que exclamar:"CUALQUIERA LE ACIERTA, MENUDO PASO LLEVA EL DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES.- |