Valencia del Mombuey - Badajoz

En un país que estaba en guerra, había un rey que causaba espanto,ya que él no mataba a sus prisioneros, sino que les encarcelaba en una sala donde había un grupo de arqueros de un lado y una puerta inmensa de hierro del otro, sobre esta puerta se veían grabadas figuras aterradoras cubiertas de sangre.
En la sala, el rey les hacía formar un circulo y les decía: Ustedes pueden elegir entre morir a flechazos por mis arqueros o pasar por aquella puerta.Como era lógico, todos los prisioneros elegían ser muertos por los arqueros.
Al terminar la guerra un soldado que por mucho tiempo había servido al rey, se dirigió al monarca diciéndole: Señor, puedo hacerle una pregunta, y el rey le contesto: Dime fiel soldado. Con un poco de temor, el soldado le preguntó: Que es lo que se halla detrás de esa puerta.
El rey lo miró y le dijo: Ve y descubrelo tu mismo.
El soldado se acercó a la puerta y la abrió temerosamente,a medida que lo hacia, los rayos del sol entraron y la luz invadió el ambiente, y finalmente, descubrió que esa puerta se abría hacía un camino que conducía a la libertad.
El soldado entonces miro al rey muy desconcertado y éste le dijo con serenidad: Yo les daba la oportunidad de hacer una elección, pero por temor todos los prisioneros preferían morir en lugar de arriesgarse abrir la puerta.
Amiga Fedega, aunque no es tu caso, ¿cuantas veces dejamos de abrir alguna puerta por miedo a arriesgarnos? ¿cuantas veces perdemos la libertad y morimos por dentro, solamente por miedo de abrir la puerta de nuestros sueños?.-
Hasta la semana que viene, Dios mediante.