Talavera la Real - Badajoz

EL PORQUÉ DE LA CRISIS

Ahora con tanto revuelo como han armado, con esto de la crisis y tanto miedo como le han metido en el cuerpo a todos los gobiernos del mundo, (excepto a los del tercer) a todas las entidades bancarias grandes del mundo, a las menos grandes, a las empresas multinacionales y multimillonarias, a las empresas medianas, a las pequeñas, a los autónomos, a losa los obreros que han perdido su empleo, a los que temen perderlo, a los que tienen que pagar la hipoteca, o la letra del coche, del televisor, de la lavadora o de cualquier otro cacharro de los que tenemos en casa, que los tenemos pero no son nuestros, porque no los hemos pagado y hasta que no se acaben de pagar no son de nuestra propiedad, y por eso se nos amontonan esos problemas ahora cuando el asunto se pone feo y no podemos pagar. Esa es la crisis.
Yo no entiendo como han tenido que meterle por la boca la montonera de millones que le han a
todos los bancos grandes y pequeños de todos los países poderosos del mundo, que son los amos del dinero, para sacarlos de la crisis en que se han metido mientras que los países pobres se están muriendo de hambre, siguen pasando hambre, los únicos que pierden las ganas de comer son los viajeros de los cayucos que se pierden en mitad del océano antes de llegar a Europa. Pero los que llegan y encuentran un trabajo, bien, pero si no, los repatrían a sus países de origen, solo han perdido el tiempo y el dinero del viaje, pero como en su país no tienen nada que perder; ni los que se quedan, ni los que se marchan tienen crisis.
En los días de mi infancia, la palabra “crisis” creo que no existía, , recuerdo que en España no había dinero , ni crédito. Sin crédito no se podía comprar a plazos y sin dinero no se podía comprar de ninguna manera, así que lo poco que se compraba, se pagaba de una vez, de esa forma lo que tenías en tu casa era tuyo, como era tuyo, no debías nada, y como no debías nada, ni tenías nada, no temías perder nada, por eso no había crisis.
Ya saben ustedes por qué no había entonces crisis en España y por qué no la hay ahora en el tercer mundo. Porque la crisis se origina por el temor de perder algo que se posee, como el dinero, el trabajo, o propiedades como puede ser una casa, un coche, etc. etc. pero claro, quien no tiene empleo, ni dinero, ni casa, ni coche, ni nada, no tiene nada que perder y si no tiene nada que perder, nada tiene que temer. Por eso no tiene crisis.
Yo recuerdo que en mi pueblo (por ejemplo) no había ningún banco, si alguien tenía alguna necesidad perentoria, tenía que acudir a los prestamistas usureros que cobraban un real al año por cada peseta que prestaban. No había cartillas de ahorro, ni planes de pensiones, ni depósitos, ni letras del tesoro, ni acciones de ninguna clase. No había vacaciones, ni se cobraba paro, ni desempleo, ni jubilación, tampoco había Seguridad social, entonces nos ahorrábamos todas estas cosas. Por ahorrar, nos ahorrábamos hasta las enfermedades, porque eran muy costosas y como nadie tenía un duro pues no podía permitirse el lujo de ponerse malo, además, no había ni medicinas siquiera, si el médico te hacia una receta, ibas a la botica y el boticario te la tenía que hacer de los potingues que tenía a mano. También nos ahorrábamos las medicinas, para ello disponíamos de la naturaleza, en primavera hacíamos acopio de una buena cantidad de hierbas y flores que el campo producía y con eso se abastecía nuestra botica particular. Yo solo recuerdo de ver en mi casa de medicinas, aceite de ricino y aceite de hígado de bacalao, que por cierto, para hacértelas tragar tenían que juntarse todas las mujeres del barrio, sujetarte de pies y manos, agarrarte las narices y en cuanto abrías la boca para coger un poco de aire te metían la “cuchará” y te la tragabas por la fuerza, tampoco había crisis.
Lo peor fue la época de las cartillas de racionamiento, a mí me mandaba mi madre muchas veces a por las raciones, recuerdo que te ponías en la cola con la cartilla en la mano y cuando llegaba tu turno, entrabas a la tienda, entregabas tu cartilla y te cortaban los sellos correspondientes a los productos que estaban disponibles, te pesaban los gramos que te correspondían, según los miembros de tu unidad familiar y a casa con el mandado. Pero no había crisis.
Lo malo era, cuando después de estar allí una hora o dos, aguantando el frío o el calor, o lo que diera el tiempo, salía la tendera a la puerta y decía: Señoras, se ha terminado el suministro, lo sentimos mucho, disculpen las molestias, cerraba la puerta y a casita sin las raciones, que eso pasaba muchas veces, yo era chico y no tenía malicia, pero oía a las mujeres quejarse de que hacían trampas, guardaban los productos para venderlos al estraperlo. Todo pudiera ser. Pero aunque llegaras a casa sin raciones, no había crisis.
Solo me resta decir que en aquellos tiempos se ganaba en el campo trabajando todo el día, unas diez o doce pesetas, dieciocho o veinte cuando apretaba la siega, con ese dinero no se podían hacer grandes milagros, recuerdo que costaba un pan , que pesaba un kilo, dos reales, eso era en tiempos normales, que hubo varios años que costaba trece pesetas, era el pan del estraperlo, lo traían de Portugal, nadie podía comer aquel pan, pero tampoco había crisis.
Hemos visto claramente que los que no tienen nada que perder, no les afecta la crisis. Solo los poderosos, los multimillonarios, las grandes empresas, los grandes bancos que manejan todo el dinero del mundo, son los que tienen las crisis, y cuanto más millones amontonan, más grandes son las crisis y más millones han tenido que inyectarle para sacarlos de ella. Ahora falta ver como lo usan, a ver si hacen las cosas bien y entre todos solucionan todas las crisis que hay en este mundo y no hacen lo que hacía Juan Palomo: “Yo me lo guiso, yo me lo como”. Por favor, no se lo coman todo, los que tienen la crisis. Dejen comer algo a los que no tienen crisis.

de los robos que cometen!

Estimado señor Presidente: He recibido su misiva. Disculpado por su retraso, no tiene importancia. Yo también pido disculpas por haberme adelantado a su contestación, que no ha sido por correo, sino por Internet.
Su respuesta no satisface a mi pregunta, porque está fuera de contexto. Yo entiendo que el Poder Judicial es independiente, sin que usted me lo advierta, pero los jueces no hacen las leyes, por eso yo no me he metido con ellos en esta ocasión, porque entiendo que este fallo no es de quienes administran la ley, sino de quienes la elaboran. Creo que los proyectos de ley los confecciona el Gobierno, los remite a las Cortes, donde se estudian, se enmiendan (si procede) y se aprueban o no, depende de la mayoría parlamentaria. Solo si se aprueban serán enviadas al Poder Judicial para su cumplimiento y, este Poder, aún con toda su independencia judicial como tiene, las acata, las respeta y las administra, al pie de la letra ¿no es así? Pues déme usted otra respuesta más satisfactoria a mi pregunta, porque la que me dio no me sirve. Ni me sirve a mí, ni a muchos millones de españoles, que opinan como yo, pero todas las cosas tienen arreglo, (menos la muerte) porque el Poder Legislativo es competente para enmendar, rectificar o derogar una ley, si llega un momento que no da el resultado que se esperaba, o cambian las circunstancias y si fuera preciso, promulgar otra. Precisamente ahora está diciendo la tele las vueltas que le ha dado en los últimos años a la ley de educación.

Quien lo sepa que me diga ¿en qué libro de la ley se inspiró el Alto Tribunal de España, para emitir esta sentencia? Y ahora sí, esta queja no va dirigida contra los que elaboran las leyes, sino contra los que la administran. Después de todo, en todas partes hay errores; recuerdo a aquel cirujano que le cortó al paciente la pierna sana por equivocación y le dejó la que tenía gangrena. Luego comentó tranquilamente que todos cometemos errores, porque no hay nadie perfecto. Y el refrán dice que en todas partes cuecen habas.

A S. E. D. JOSÉ LUÍS R. ZAPATERO
PRESIDENTE DEL GOBIERNO
UNA PREGUNTA

Presidente Zapatero
una pregunta le haré,
que me la conteste espero
pues si no me enfadaré.

Yo no sé si le compete
a usted de forma directa,
pero es el Presidente
y todos le dan las cuentas

Por eso debe saber
lo que pasa en toda España,
si no lo remedia usted,
es que no le da la gana.

Dicen: la Constitución
se está quedando obsoleta,
hay que ajustarla mejor
para que cuajen las cuentas.

Y también los Estatutos
ya se han quedado obsoletos,
bueno será arreglar esto
y ponerlo todo a punto.
.
Y aquí tiene mi pregunta
¿está previsto enmendar
las leyes que no nos gustan,
porque dan más libertad

de la cuenta a delincuentes
que no la saben usar?
siendo, además insolventes
sin responsabilidad.


De esa manera , la gente
pierde el derecho a cobrar,
por una ley incompetente
que no le obliga a pagar.

Cuarenta años llorando
porque no había libertad
y ahora que nos la han dado,
no la sabemos usar.

Por ejemplo, hace unos días
mi coche me lo robaron,
lo hicieron mientras dormía,
igual que a Manolo el carro.

La culpa no será mía
pues no estaba abandonado,
en mi casa lo tenía
en la cochera guardado.

Y con todos los impuestos
y gravámenes pagados,
como bien está dispuesto
por las leyes del Estado.

Si uno paga sus impuestos
la ley debiera cumplir
y defender sus derechos,
pero eso no ocurre así.

Lo que a uno le han robado
ya lo ha dado por perdido,
lo mismo si se ha escapado
el ladrón, o lo han cogido.

Pues todos esos rateros,
borrachines de la droga,
como no tienen dinero
no indemnizan a quien roban.

Y eso es lo que yo no entiendo,
que si al medio no hay pesetas,
si algo malo estás haciendo,
la ley no lo tome en cuenta.

Hay muchos espabilados
que no quieren trabajar,
porque tienen calculado
que es más cómodo roba

Y también es mas barato,
porque se ahorran de pagar
impuestos por el trabajo
y Seguridad Social.

Como dinero no tienen,
la ley no obliga a pagar
y si acaso los detienen
los tienen que alimentar.

Y comer sin trabajar
es lo que ellos van buscando
y que otros suden el pan
que a ellos le están regalando.

La ley parece olvidar
que existen otros valores
con que pudieran pagar,
si resultaran deudores.

Pues el trabajo se vende,
la sabiduría también,
cualquier delincuente puede
tener algo que vender.

Y así pudieran venderlo
y así pudieran pagar,
que quien perdió algo por ellos
tendrá derecho a cobrar.

¿Porqué no han de trabajar
hasta ver que hayan ganado
el valor de lo robado
y obligarle a indemnizar?

Antiguamente los presos
hacían trabajos forzados
¿porqué ya no se hace eso?
creo que daría resultado.

Si hubieran de trabajar
para pagar lo robado,
se lo tendrían que pensar
porque eso no es de su agrado.

Violadores, asesinos
rateros y granujillas
que cogen ese camino
que es la forma más sencilla

para vivir del espanto,
que los ponga atrabajar
y que se ganen el plato
y que se ganen el pan.

Choricillos, drogadictos,
ladronzuelos de tercera,
lo tienen muy bien previsto
le roban algo a cualquiera,

que deje el coche aparcado
y que el guardia los alcance,
que eso es lo que van buscando
que los lleven a la cárcel.

Pues no le resulta caro,
unos meses en la trena
y en cumpliendo la condena
ya salen cobrando el paro.

Cuando se le acaba el chollo
ensayan otra faena,
otros meses en la trena
y otra vez resuelto el bollo.

De esta forma tan sencilla
y sin recomendación,
resuelven de maravilla
su precaria situación.

Pero el que ha sido robado
no tiene esa solución,
la ley lo deja tirado
sin ninguna protección.

Quizás no tenga dinero
para poder reponer
la prenda que los rateros
le acaban de sustraer.

Si ha sido el coche, tal vez,
no se pueda desplazar,
al quedarse ahora sin él
para poder trabajar.

Y la ley nunca se adeuda
por ayudarle a un obrero
robado por un ratero.
Que se arregle como pueda.

Estos son los resultados
de dar tanta libertad
como las leyes le han dado
a quien no la sabe usar.

Y esta es la contribución
que pagamos y sufrimos,
sin justicia ni razón
quienes con la ley cumplimos.

Ya lo sabe Presidente,
ya sabe usted lo que quiero,
que no haya tanto insolvente
sin vergüenza y sin dinero.

Que curren los delincuentes
para ganarse el dinero
con el sudor de su frente,
como hacemos los obreros.

Que echen las leyes al fuego
que dan tanta libertad
a quien no la sabe usar
y no le sigan el juego.

Ya lo sabe Presidente,
ya sabe lo que yo quiero
y lo quiere el país entero
¡que apriete a los delincuentes!

!Ya basta de caraduras,
que las leyes los sujeten
y le cobren las facturas
de los robos que cometen!

Estimado señor Presidente: He recibido su misiva. Disculpado por su retraso, no tiene importancia. Yo también pido disculpas por haberme adelantado a su contestación, que no ha sido por correo, sino por Internet.
Su respuesta no satisface a mi pregunta, porque está fuera de contexto. Yo entiendo que el Poder Judicial es independiente, sin que usted me lo advierta, pero los jueces no hacen las leyes, por eso yo no me he metido con ellos en esta ocasión, porque entiendo que este fallo no es de quienes administran la ley, sino de quienes la elaboran. Creo que los proyectos de ley los confecciona el Gobierno, los remite a las Cortes, donde se estudian, se enmiendan (si procede) y se aprueban o no, depende de la mayoría parlamentaria. Solo si se aprueban serán enviadas al Poder Judicial para su cumplimiento y, este Poder, aún con toda su independencia judicial como tiene, las acata, las respeta y las administra, al pie de la letra ¿no es así? Pues déme usted otra respuesta más satisfactoria a mi pregunta, porque la que me dio no me sirve. Ni me sirve a mí, ni a muchos millones de españoles, que opinan como yo, pero todas las cosas tienen arreglo, (menos la muerte) porque el Poder Legislativo es competente para enmendar, rectificar o derogar una ley, si llega un momento que no da el resultado que se esperaba, o cambian las circunstancias y si fuera preciso, promulgar otra. Precisamente ahora está diciendo la tele las vueltas que le ha dado en los últimos años a la ley de educación.

Madrid, 21 de enero de 2010
Sr. D. Félix Cuenda García
Víctot J. Amador, 78
06140 TALAVERA LA REAL
BADAJOZ

Estimado Señor:
Con un retraso que espero seps disculpar, contesto a la nueva carta que
ha dirigido al Presidente del Gobierno, en la que le trasmite, a través de versos, su malestar por la delincuencia y las sentencias que dicta
la Justicia.
Ante todo, le agradezco la confianza que deposita en el Presidente haciéndole partícipe de su caso.
He de señalarle, con el mayor respeto y comprensión de su planteamiento, que la Presidencia del Gobierno, atendiendo al principio de separación de poderes y de independencia judicial, no puede intervenir en las actuacines que se encuentran sometidas a la jurisdición de los Tribunales de Justicia, ni valora el contenido de las resoluciones adoptadas por los Jueces y Magistrados que, conforme se desarrolla en nuestra Constitución, son los únicos con competencias para juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.
Reciba un cordial saludo.