San Jorge de Alor - Badajoz

Hay varios molinos harineros en nuestro pantano. Uno en la cola de la ribera, ya derruído por las grandes crecidas en su cauce. Aún quedan algunos vestigios de él bastante visibles; otro en el centro del pantano (antigua ribera), pues el pantano aún no existía, era simplemente un cauce o gran arroyo por donde discurría el agua de las grandes sierras.
Había que aprovechar la fuerza del agua, razón por la cual se construían estos pequeños «molinos harineros» para que con sus grandes muelas (piedras en forma de rueda) trituraran el grano para el abastecimiento de la población y ganado.
En la base de la pared situada del lado aguas arriba se abren varios «canales de entrada de agua», uno por cada muela, de modo que el agua entra en ellos y circula bajo el piso del molino hasta el mecanismo de molienda.
Tienen una puerta de unos 80 cm de anchura en la pared que mira hacia la orilla y algunas ventanas por lo general estrechas.
Edificio aunque pequeño, pero resistente ante crecidas. Techo abovedado pero sin tejas. En el punto más alto del techo un agujero para cuando las crecidas ya hubieran taponado puerta y ventanas el aire en su interior saliera por dicho agujero y no reventara el molino.
El molino que hay en el centro del pantano dispone de este agujero que más bien parece un desperfecto que una vía de escape. Más que un molino parece una majada de ganado.

Es una pena que hayan desaparecido o estén en camino, formaba parte de nuestra historia. Los del Guadiana se los ha tragado el Alqueva, junto con cementerios romanos y quién sabe si aquello no formaba parte de una hipotética ciudad romana de la cual se cree que existió y hasta ahora no se ha encontrado.