El nuevo presidente elogia a su predecesor. Bastaron tres minutos para liquidar veintiocho años, los minutos que duró ayer la votación en la Asamblea de Extremadura. El Partido Popular se hace con el poder regional tras perseguirlo durante casi tres décadas y gastar cinco candidatos diferentes. Monago y Vara empiezan la transición de poderes con la mejor de las actitudes, y enmendaron el borrón del martes. A las once menos nueve minutos de la mañana José Antonio Monago Terraza se convirtió en el tercer presidente de la Junta y el primero del PP. Treinta y dos votos del PP a favor de su candidato, Monago; treinta del PSOE en contra. El líder del PP es desde ayer presidente de hecho, hoy lo será de derecho al publicarse el decreto del Rey en el BOE, toma posesión esta tarde, y mañana dará a conocer la composición de su gobierno formado por siete consejerías. José Antonio Monago y Guillermo Fernández Vara empezaron ayer el relevo en el poder extremeño con alabanzas mutuas en la tercera y última sesión de investidura, elogios sobre todo del nuevo presidente al saliente. Monago repitió los mensajes políticos de su programa del lunes como la austeridad, regeneración política, reforma de la Administración autonómica y sobre todo empleo, y trató incluso de quitarle a Vara la bandera de los débiles al poner a las personas, los sin derecho y olvidados por encima de los ciudadanos, que ha sido el concepto político defendido por Vara estos días. MUROS, FRONTERAS Y RELEVO En sendos discursos rebosantes de responsabilidad, el nuevo presidente afirmó que sigue contando con el apoyo y opinión de PSOE para las grandes cuestiones, y el expresidente respondió favorablemente a pesar del muro que según Vara ha supuesto la dura intervención del martes del portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Luis Alfonso Hernández Carrón. Sin embargo es Fernández Vara el que ha marcado al final más fronteras que Monago, ha prometido que será leal desde la oposición pero exigente en el cumplimiento del programa ofrecido por el nuevo presidente, y volvió a situar en los acuerdos generales ya firmados del Pacto Social y Político de Reformas la línea roja mínima para cualquier consenso en el desarrollo de una nueva economía. No obstante, pese a la educación desplegada, Monago utilizó los primeros instantes de su intervención para avisar al PSOE de que tras 28 años el recuerdo que quedará del Partido Socialista es lo mal o bien que realice el traspaso de poderes en la Junta, ya que puede ser una transición ejemplar o no ejemplar. «Supe ganar hace cuatro años y le puedo asegurar que voy a saber perder ahora», le respondió Fernández Vara. ¿VEREMOS COMO EL RABIOSO, LE PONE FALTA? |