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15-06-11 08:58 #8160878
Por:cantaclaro1970

Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
Se dice que las ciudades y pueblos acaban pareciéndose a sus alcaldes. Y tal vez sea cierto. En cualquier caso es evidente que antes del advenimiento de la democracia nuestros pueblos y ciudades se parecian todas entre sí, porque iguales eran los alcaldes designados a dedo por la autoridad suprema con el único fin de controlar a la población y llevar una política municipal acorde con los designios del ejecutivo central, o lo que es lo mismo, del ejecutivo.

Los Ayuntamientos han tenido en España, tradicionalmente, una imagen negativa, incluso sórdida, encarnada en el leguaje en expresiones como <<feo, espeso y municipal>>.
Tras más de treinta años de ayuntamientos democráticos, sin embargo y, después del protagonismo de los ayuntamientos en algunos de los hechos más importantes de la vida española de estos años, la imagen de los ayuntamientos ha cambiado de un modo sustancial.

Si bien los centros de poder político <<el gobierno y el parlamento del Estado, los gobiernos y los parlamentos autónomos>> suelen contemplar y tratar con recelos a la administración local, para los ciudadanos es, en cambio, la administración que perciben como más próxima y dinámica, la que se ocupa, o debiera ocuparse, de las cosas que afectan a su vida cotidiana.

Los ayuntamientos, pues están sujetos a una doble tensión, base de su dinamismo. Por un lado, la que ejercen unos poderes que desconfían y no les proporcionan los medios financieros y sobre todo la autoridad que precisan; por otro, la demanda de unos ciudadanos conscientes de sus derechos, que exigen mayor calidad de vida en sus ciudades, en sus pueblos: ellos explica que los ayuntamientos sean más eficientes.

Haré un breve repaso de su historia bajo el franquismo, su evolución desde la transición democrática, la situación actual y las perspectivas de futuro de los ayuntamientos y las ciudades. También es convicción que el futuro de Europa está en las ciudades y que el porvenir de nuestras ciudades pasa ineludiblemente por Europa.

El proximo: el franquismo. 1936-1975.

Sin intención de polemizar, simplemente exponer mis ideas de los ayuntamientos.
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16-06-11 17:42 #8173858 -> 8160878
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
El franquismo: 1936-1975

Los ayuntamientos del período franquista como tantas otras instituciones políticas, estaban gobernados por alcaldes nombrados a dedo y concejales que normalmente estaban ligados a los grupos económicos dominantes en los pueblos y ciudades o a la burocracia propia del régimen.

Una parte de los concejales representaban el llamado tercio corporativo: sus miembros pertenecían a instituciones como las cámaras agrarias, cámaras de comercios, las universidades, los colegios profesionales. Otro tercio era el sindical compuesto por representantes de los sindicatos verticales, organizados por ramos, los únicos que existían y de filiación obligatoria. El otro tercio era el denominado familiar, y estaba formado por cabeza de familia en teoría electos por sufragio, sin que pudieran intervenir los partidos políticos, que, como es sabido estaban prohibidos en un modelo que se autodefinía como democracia orgánica.

Aquellos ayuntamientos eran profundamente antidemocráticos: el poder municipal no estaba legitimado por elecciones abiertas a la participación del conjunto de la ciudadanía. Todo ello se desprendía de la naturaleza corporativa del régimen franquista, hondamente inspirado en las teorías del fascismo italiano, el falangismo español y el nacionalsocialismo alemán, que en nuestro país adoptaba la idiosincrásica forma de nacionalcatolicismo.

A medida que el régimen de Franco fue imponiendo sin contemplaciones sus exigencias y saciando las ambiciones personales de sus figuras <<políticas>> restringió el marco de la vida ciudadana, y la pobreza intelectual y moral fue calando en el quehacer diario de la administración local; los ayuntamientos ejercieron una acción de gobierno que favorecía principalmente los intereses de las clases afectas al régimen así como de aquellas que., sin serlo plenamente, tenían como principal interés el enriquecerse con la especulación del suelo urbano y que estaban muy lejos de preocuparse por el bienestar de los ciudadanos.

No estoy diciendo que entre los funcionarios de los ayuntamientos no hubiera técnicos competentes y trabajadores honestos. Un bombero, un guardia urbano, un empleado de hacienda, o más recientemente, un técnico en ordenadores eran ciudadanos y trabajadores como los demás. El sistema franquista mantenía de manera interesada el equívoco que le permitía presentar al trabajador municipal como un parásito ante la opinión pública a la vez que imbuía al funcionario de una mala conciencia que le dejaba maniatado e incapaz de rechazar las indigna condiciones laborales que se le ofrecían.

Aunque desde las esferas técnicas del poder local se impulsaran intentos de racionalización de la política urbana que a veces lograban plasmarse en la legislación de la época, los poderes económicos locales manipulaban a su antojo los consistorios para trastocar y adecuar a sus propias ambiciones y beneficios personales, por ejemplo, los planes urbanísticos.

Continuare: Saludos
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20-06-11 12:07 #8198077 -> 8173858
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
Aunque desde las esferas técnicas del poder local se impulsaran intentos de racionalización de la política urbana que a veces lograban plasmarse en la legislación de la época, los poderes económicos locales manipulaban a su antojo los consistorios para trastocar y adecuar a sus propias ambiciones y beneficio personal, por ejemplo, los planes urbanísticos.

En la mayoría de los ayuntamientos el crecimiento urbano se hizo en función de intereses y beneficios particulares de los poderes que influían en la toma de decisiones de las administraciones públicas, prescindiendo en gran medida de cuáles habían de ser las condiciones de vida de un pueblo o una ciudad que eran considerados como el lugar de una especulación frenética.

El resultado fue la pérdida de zonas verdes, la destrucción de edificios y conjuntos históricos, y la construcción de polígonos de viviendas sin las mínimas, condiciones de urbanización.

Más tarde cuando el desarrollo económico lo permitió. se dio prioridad a las grandes obras públicas, especialmente de viales que convertían a las ciudades en coto cerrado del automóvil privado, así como a los gastos ornamentales y de prestigio, en detrimento de la producción de servicios más necesarios: guarderías, escuelas, parques, zonas deportivas, transportes públicos, etc.

Asimismo, la mayoría de las grandes ciudades españolas expanden sus limites, convirtiéndose la ciudad central en cierto modo en un casco histórico de la nueva realidad en la que se halla inmersa, y lo hace una vez que se han completado políticas de crecimientos urbano cuyas raíces se hunden en las primeras fases de la industrialización; en este contexto, la ciudad se extendía en forma indiferenciada como una mancha de aceite, absorbiendo todo cuanto encontraba a su paso, generando un continuo que tendía a la indiferenciación.

De esta dinámica propia de las fuerzas económicas activas durante el franquismo y el crecimiento de las grandes ciudades surgen las realidades metropolitanas,

La <<ciudad>> es el lugar de una confrontación entre el centro (capital) y la periferia (trabajo). y su tejido pasa a estar polarizado por el séquito de contradicciones de esa confrontación, característica del período, sin que exista políticas de bienestar; la realidad que como legado caracteriza, por ejemplo, a la tipología de los ensanches clásicos se enfrenta a la desfibración y construcción indiferenciada de la nuevas periferias, donde se da alojamiento a través de una tupida trama de especulación inmobiliaria a una mano de obra que impulsa el crecimiento económico que acabará descrito con el término <<desarrollismo>>.

Proximo: La recuperación democrática de las libertades, 1975 - 1979.
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21-06-11 11:23 #8206085 -> 8198077
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
La recuperación democrática de las libertades: 1975 - 1976.

Las primeras elecciones generales democráticas tras la muerte de Franco se realizaron el 15 de junio de 1977. Los primeros ayuntamientos democráticos, en cambio, no se constituyeron hasta la primavera de 1979.

En la memoria histórica del Gobierno pesaba con fuerza el 14 de abril de 1931: como tantas otras veces en el pasado, también en esa fecha las grandes ciudades, a través de una elección municipal, habían cambiado el destino de este país.

Es decir, durante dos años en España hubo un parlamento elegido democráticamente, un gobierno no salido de esas elecciones, unos partidos políticos legalizados que consistían, sin embargo, con alcaldes y concejales nombrados por Franco o a través de procedimientos franquistas. Esto hacía que carecieran de autoridad moral los que habían de continuar al frente de los municipios, muchas veces a su pesar.

La falta de autoridad implicaba una gran debilidad en el momento de negociar, lo cual produjo importantes aumentos del coste de personal, el deterioro de la calidad de servicios así como aumentos desorbitados de precio en las contratas, como las de conservación y limpieza, por ejemplo.

Durante este período cobraron especial importancia las movilizaciones de las asociaciones de vecinos, que se aunaron con el clima general de avance hacia la conquista de las libertades que galvanizaba al tejido de nuestra sociedad, en algunos municipios, durante esta época de transición, se dio una cierta colaboración entre los ayuntamientos saliente, los movimientos vecinales y los partidos políticos, de manera que estos últimos pudieron conocer desde dentro la administración municipal y prepara el relevo. En algunas localidades se crearon incluso comisiones gestoras o de control que actuaron, de hecho, como gobiernos locales provisionales.

El próximo. La explosión de expectativas: 1979 - 1987.
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21-06-11 12:52 #8206706 -> 8206085
Por:Pastrana

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
En esta época del que hablas (1975-1976), la situación no era tan plácida. La lucha obrera y la lucha de clases ganó fuerza, organizándose y manifestándose de forma contundente. Un gran ejemplo de esto fue la del día 3 de marzo de 1976, toda la clase obrera de Vitoria secundó la huelga general convocada por las Comisiones Representativas de las empresas en lucha. El éxito de la jornada fue abrumador. Desde el mes de enero cerca de treinta empresas se habían ido declarando en huelga coordinando sus acciones, eligiendo democráticamente en Asamblea a sus propios representantes, cuestionando así la falta de libertades.

Estas luchas, que exigían una subida lineal para todos de 6.000 pesetas al mes, fueron una respuesta al intento del gobierno de Arias Navarro de cargar la crisis económica sobre las espaldas de los trabajadores, con la congelación salarial.

El régimen franquista, que trataba de perpetuarse tras la muerte del dictador, agonizaba con cada una de las oleadas de huelgas que sacudían todo el Estado y particularmente los centros neurálgicos donde se concentra el proletariado. Madrid, Cataluña, Asturias, Vizcaya son escenario de numerosas huelgas: Ensidesa, Hunosa, Standard Eléctrica, Metal y Metro de Madrid, Correos, Telefónica... Lo que caracterizó el movimiento de Vitoria fue la coordinación de las empresas en lucha a través de la elección en asamblea de comisiones representativas de fábrica que, junto a los jóvenes, las mujeres, los barrios, crearon una estructura de poder obrero que dirigía y organizaba la lucha, las cajas de resistencia, etc. Un poder obrero legítimo que trataba de lograr lo que el parlamentarismo burgués no conseguía. Este poder obrero, de haber sido extendido por las direcciones de los partidos obreros –PSOE y PCE– a nivel estatal, hubiese implicado la maduración de la situación prerrevolucionaria que se estaba desarrollando y el fin, no sólo de la dictadura, sino también del capitalismo en el Estado español. Pero tanto el PCE como el PSOE estaban vendidos, la línea eurocomunista de Carrillo y el proceso revisionista del PSOE impidieron que fuesen vanguardia de aquellos movimientos obreros; y finalmente el capitalismo continuó siendo el sistema opresor reinante en España.

La burguesía tenía tan poca confianza en sí misma, sobre todo al calor de los acontecimientos revolucionarios que se desarrollaron en Portugal con la Revolución de los Claveles, que su máxima prioridad en aquellos momentos era poner a resguardo los frutos de la explotación de la clase trabajadora durante la dictadura.

La evasión de capitales adquirió cifras dramáticas en aquellos años. Sólo entre enero y mayo de 1976 salieron del país 60.000 millones de pesetas. Esta fuga de capitales descapitalizó la industria: así, mientras en 1973 la formación bruta de capital crecía un 12,5%, en 1975 se contrajo en un -4% siendo aún peor en 1976 donde el INI que invirtió 115.000 millones representaba un 30% de la inversión total.

La clase trabajadora sufría las consecuencias de esta crisis. La inflación en 1976 llegó al 20% y sólo el pan subió cerca de un 40% en el primer trimestre del año. El desempleo, que afectaba apenas a 300.000 parados en 1973, superaba en 1976 el millón de personas. La clase trabajadora respondió a esta situación con una lucha heroica.

El régimen, que se sentía arrinconado y herido de muerte tras cuarenta años de dictadura, de dominación y de opresión, sólo podía morir matando. Los obreros morían en las calles reivindicando sus derechos, . Fue entonces cuando los herederos del dictador comenzaron su represión y a amenazar con otro golpe de estado militar para frenar las revueltas y el avance de la lucha de clases. Nos lo vendieron como una transición modélica, pero nada más lejos de la realidad; fue la continuación de un régimen neofranquista en forma de democracia pluralista, los importantes ministros y figuras del franquismo seguían en el poder, y la clase trabajadora seguía pagando las consecuencias; mientras el PSOE y el PCE carrillista daban la espalda a las movilizaciones. Las direcciones del PSOE y del PCE optaron por una política reformista y por la colaboración de clases con la burguesía en lugar de la "ruptura democrática", que implicaba apoyarse en el impulso revolucionario, avanzando hacia la toma del poder por parte de la clase trabajadora. Su defensa de la teoría de las dos etapas: "primero la democracia y luego el socialismo" reproducía los mismos errores que en los años 30 llevaron al franquismo al poder: "primero consolidar la república, luego el socialismo", "primero ganar la guerra, luego el socialismo". En realidad esta política no tenía otro objetivo que frenar el impulso revolucionario de las masas.
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21-06-11 12:59 #8206751 -> 8206706
Por:Pastrana

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
PS: Aquí hay más información sobre la "transición":

Es una web muy trostka pero tiene algunos buenos documentos.
Puntos:
21-06-11 13:36 #8207051 -> 8206751
Por:juan moro

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
Muy bien Cantaoclaro y Toñito,aunque no soy de vuestra onda no dejo de reconocer que esto forma parte de la histori de España mas reciente, y esa generación que nacio en los años del 70 al 80 no la conocio, y es bueno recordarlo para que no se aprenda y no se olvide.

Cosas como esta nos llevan por buen camino, y no sembrando cizaña.
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24-06-11 12:33 #8227896 -> 8207051
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
La explosión de expectativas: 1979 -1987

Todo este período estuvo presidido por la lucha de los ayuntamientos para conseguir que se considerara como una cuestión de Estado la resolución de los graves problemas de financiación que afectaban a los municipios.

Una de las consecuencias del final de la dictadura fue la liberación de las expectativas que durante cuarenta años habían sido reprimidas. Y muchas de estas expectativas hacían referencia a aquello que más afecta a la vida cotidiana: vivienda, calidad medioambiental, salud pública, seguridad ciudadana y todo aquello que se consideraba competencia de los ayuntamientos, al menos desde la perspectiva de los ciudadanos.

Además, la formación del nuevo régimen político se polarizó en torno de la constitución central moderna y tecnificada, y otro, del nuevo poder de las regiones y nacionalidades autónomas que compones el mapa del Estado español. En medio de estos dos grandes protagonistas de la transición, los ayuntamientos tuvieron que trabajar de firme para mantener sus competencias y reclamar los medios necesarios para ejercerlas. Todo esto obligó a los alcaldes y representantes de sus pueblos y ciudades con la de defensores (casi cabría decir de propagandista) del papel de los ayuntamientos en la mejora del servicio público, en la construcción de aquella nueva colectividad que se tenía como proyecto.

En este contexto se creó primero el grupo de alcaldes de las diez ciudades más grandes de España, que se reunió inicialmente en Barcelona en el otoño de 1979, y luego La Federación Española de Municipios y Provincias, como instrumento de presión e intercambio de experiencias entre las administraciones locales. Cuando en 1979 se convocaron las primeras elecciones municipales en democracia, transcurridos cuarenta años y algo más desde la última experiencia democrática durante La Segunda República, a los ayuntamientos accedieron personas <<creo que merece la pena señalarlo>> que carecían de experiencia previa en la administración municipal y que, por consiguiente, tuvieron graves problemas de información y adaptación.

Tres características destacaban en esta situación: en primer lugar no había modo de seleccionar claramente unas prioridades concretas, dado que los nuevos gobiernos locales se encontraron con un abanico enorme de problemas y en una situación en la que no podían aislar un par o tres, resolverlos y, darles a su vez solución. Muy al contrario, se hubo de hacer frente a un abanico de problemas cuya priorización resultaba interrelacionados. Es decir, era preciso avanzar de un modo gradual en todos los frentes.

En segundo lugar, las fuerzas políticas que por primera vez asumieron legítimamente el poder local una vez promulgada la Constitución de 1978 se encontraron con que a la mayoría de los servicios que prestaba el municipio (por ejemplo, en 1982 el Gabinete de Programación del Ayuntamiento de Barcelona había individualizado un total de 230 servicios específicos claramente diferentes: bomberos, guardia urbana, hospitales, escuelas–guarderías, etc…) les faltaba una columna vertebral de objetivos y una disciplina para abordarlos. Los servicios no estaban tampoco ligados entre sí ni seguían ningún esquema que permitiera capacidad de decisión y seguimiento de la decisión adoptada.

La tercera característica de esta grave situación era el enorme déficit financiero: la diferencia entre los gastos y los ingresos era casi superior a los ingresos mismos. Esta situación era particularmente aguda en el caso de Barcelona, que en aquel período carecía de parangón con cualquier otra corporación local. Con presupuesto ya aprobado y, sin tomar ninguna decisión relevante de gastos, el presupuesto de 20.000 millones se quedaría a final de año en 18.000 millones ingresados y 30.000 gastados.

A estas cifras había que sumar el déficit acumulado del Ayuntamiento y el de los transportes Públicos. El resultado global era que se recaudaba menos de la mitad de lo que se gastaba.

Próximo: ¿Cuáles eran las causas del déficit?
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25-06-11 12:01 #8233875 -> 8207051
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
La explosión de expectativas: 1979 -1987

Todo este período estuvo presidido por la lucha de los ayuntamientos para conseguir que se considerara como una cuestión de Estado la resolución de los graves problemas de financiación que afectaban a los municipios.

Una de las consecuencias del final de la dictadura fue la liberación de las expectativas que durante cuarenta años habían sido reprimidas. Y muchas de estas expectativas hacían referencia a aquello que más afecta a la vida cotidiana: vivienda, calidad medioambiental, salud pública, seguridad ciudadana y todo aquello y todo aquello que se consideraba competencia de los ayuntamientos, al menos desde la perspectiva de los ciudadanos.

Además, la formación del nuevo régimen político se polarizó en torno de la constitución central moderna y tecnificada, y otro, del nuevo poder de las regiones y nacionalidades autónomas que compones el mapa del Estado español. En medio de estos dos grandes protagonistas de la transición, los ayuntamientos tuvieron que trabajar de firme para mantener sus competencias y reclamar los medios necesarios para ejercerlas. Todo esto obligó a los alcaldes y representantes de sus pueblos y ciudades con la de defensores (casi cabría decir de propagandista) del papel de los ayuntamientos en la mejora del servicio público, en la construcción de aquella nueva colectividad que se tenía como proyecto.

En este contexto se creó primero el grupo de alcaldes de las diez ciudades más grandes de España, que se reunió inicialmente en Barcelona en el otoño de 1979, y luego La Federación Española de Municipios y Provincias, como instrumento de presión e intercambio de experiencias entre las administraciones locales. Cuando en 1979 se convocaron las primeras elecciones municipales en democracia, transcurridos cuarenta años y algo más desde la última experiencia democrática durante La Segunda República, a los ayuntamientos accedieron personas <<creo que merece la pena señalarlo>> que carecían de experiencia previa en la administración municipal y que, por consiguiente, tuvieron graves problemas de información y adaptación.

Tres características destacaban en esta situación: en primer lugar no había modo de seleccionar claramente unas prioridades concretas, dado que los nuevos gobiernos locales se encontraron con un abanico enorme de problemas y en una situación en la que no podían aislar un par o tres, resolverlos y, darles a su vez solución. Muy al contrario, tal como sostenemos, se hubo de hacer frente a un abanico de problemas cuya priorización resultaba interrelacionados. Es decir, era preciso avanzar de un modo gradual en todos los frentes.

En segundo lugar, las fuerzas políticas que por primera vez asumieron legítimamente el poder local una vez promulgada la Constitución de 1978 se encontraron con que a la mayoría de los servicios que prestaba el municipio (por ejemplo, en 1982 el Gabinete de Programación del Ayuntamiento de Barcelona había individualizado un total de 230 servicios específicos claramente diferentes: bomberos, guardia urbana, hospitales, escuelas – guarderías, etc…) les faltaba una columna vertebral de objetivos y una discip0lina para abordarlos. Los servicios no estaban tampoco ligados entre sí ni seguían ningún esquema que permitiera capacidad de decisión y seguimiento de la decisión adoptada.

La tercera característica de esta grave situación era el enorme déficit financiero: la diferencia entre los gastos y los ingresos era casi superior a los ingresos mismos. Esta situación era particularmente aguda en el caso de Barcelona, que en aquel período carecía de parangón con cualquier otra corporación local. En el año de nuestra entrada en el Ayuntamiento, con presupuesto ya aprobado y, sin tomar ninguna decisión relevante de gastos, el presupuesto de 20.000 millones se quedaría a final de año en 18.000 millones ingresados y 30.000 gastados.

A estas cifras había que sumar el déficit acumulado del Ayuntamiento y el de los transportes Públicos. El resultado global era que se recaudaba menos de la mitad de lo que se gastaba.

Próximo: ¿Cuáles eran las causas del déficit?
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25-06-11 21:55 #8237123 -> 8207051
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
¿Cuáles eran las causas del déficit?

Para hacernos una idea sobre cómo se abordó la resolución de estos problemas es muy importante hacer un diagnóstico correcto de los mismo, y, preguntarse por qué razón el Ayuntamiento, por ejemplo, de Barcelona tenía un déficit tan grande.

En primer lugar, estaba la naturaleza de los ingresos municipales. De un modo desenfadado podríamos decir que con los ingresos municipales pasa como con aquel noticiario de la radio franquista, cuando afirmaba que la exportación de naranja iba muy bien, y luego se apostillaba <<se reserva para el mercado nacional>>. Con los impuestos municipales, como decía el alcalde Narcís Serra, sucedía lo mismo: se había reservado para la administración local, el rechazo, es decir, aquello que el Estado central había ido descartando históricamente porque como impuesto no le resultaba rentable.

Y con los rechazado, con lo sobrante, se había ido financiando la administración local. La primera causa del déficit consistía de este modo en que la estructura fiscal de la administración local era inflexible y las figuras impositivas estaban anticuadas. Dejando a un lado el hecho de que fueran caras de cobrar, aquellas no eran elásticas, ni en sentido positivo ni en sentido negativo, a la evolución de la conyuntura. Ni seguían a los precios ni a los ingresos.

La segunda causa era que no se podía entender la situación en la que se encontraba los municipios sin entender el crecimiento español y el de las grandes ciudades durante los años sesenta.

Los municipios españoles se dividen en dos clases: los que han tenido crecimientos espectaculares durante los años 1960, como las grandes ciudades y las periferias metropolitanas y, aquellos otros que durante esos mismos años han tenido crecimientos normales.

Los primeros se acostumbraron a una dinámica según la cual el crecimiento de los servicios se pagaba al año siguiente o al cabo de los dos años siguientes. O sea, vivían de los ingresos que habían de ser recaudados al cabo de un año o dos.

Tan pronto como el crecimiento se detuvo, esta mecánica dejó de seguirse. Se continuó gastando, pero el crecimiento de los ingresos de un año o dos se habían desfasado, no se producía y, aparecieron en consecuencia los grandes agujeros. No fue por casualidad que la primera liquidación deficitaria del presupuesto se hiciera en 1975 y no se debiera a la muerte del general Franco. Simplemente se debía al hecho de que se había acabado la espectacularidad de este crecimiento y a que el agujero ya había aparecido: con dos años de desfase no se tapaba el agujero de los dos años anteriores. Y ello debido al estancamiento, en cierto modo, del crecimiento.

La tercera causa serían los <<costos de transición>> a los que antes hemos aludido. El período de transición a la democracia (1975 – 197Chulillo supuso unos incrementos muy notables en los costos de personal y un amplio aumento de los contratos, de la prestación de servicios, de la limpieza, de la conservación de edificios, etc.…

La cuarta causa del déficit, que conviene separar de estos costes de transición política a efectos de explicación, son los costes financieros. La transición política generó unas fórmulas de cobertura de los déficit absolutamente aberrantes, denominadas presupuestos de liquidación de deuda, que consistía en constatar un déficit, dar al Ayuntamiento un crédito para ese déficit, pero cárgale con el peso financiero de este crédito.

Próximo; la capacidad de gestión.
Puntos:
24-06-11 20:31 #8231119 -> 8160878
Por:terencio primero

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
Tenia entendido que Yagüe, Muños Grandes, Mola,Millan Astry...matarón a todo el funcionariado de la república que no se escapó, por el simple echo de serlo,y lo sustitullerón por falangistas tarados.Tambien dieron los tres poderes a fuerzas armadas analfabeticas, guardia civil etc. con lo que el cuartel de cada pueblo era como una especie de guantanamo.
Falsos alcaldes, falsos maestros...ejrcierón y se aduñarón de españa impunes y legitimamente. Tanto era así que dependiendo de la mala uva del cura, guardia civil, alcalde ... de turno no podias ni piar. Teneis buen ejemplos muy cerca.
Puntos:
24-06-11 21:09 #8231383 -> 8231119
Por:Pastrana

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
Sí, toda persona que hubiese ayudado a la II República era apresado, al igual que todos los que tenían afiliación o relación con sindicatos y partidos anarquistas, comunistas o socialistas. A algunos los encarcelaban, mueriendo más tarde en las cárceles por las duras condiciones y a otros directamente los fusilaban en la tapia de algún cementerio. De hecho en el período de posguerra era corriente que personas fuesen fusiladas porque algún vecino o cura los señalase como rojos. Por la zona, por desgracia tenemos muchos ejemplos. La Matanza de la Plaza de toros de Badajoz ha sido de las más crueles de la Historia y el campo de concentración de Castuera se sabe que tuvo en torno a 11.000 republicanos aislados.

En casa tengo un libro sobre José González Barrero, el Alcalde de Zafra durante la II República. Según cuenta el libro era muy admirado tanto por la gente de derechas como de izquierdas por su conducta ejemplar durante su mandato y durante la guerra, que según cuentan salvó muchísimas vidas de ambos bandos. Pero al terminar la guerra, Franco dio la falsa orden de que todos aquellos que no tuvieran las manos manchadas podían volver con su familia; este hombre no las tenía manchadas y se presentó ante el jefe de la Gestora en Castuera, Dámaso de Cáceres, a las pocas horas de haber tenido una conversación con Dámaso desapareció, y se sabe que fue asesinado pero todavía, no saben ni quién lo hizo ni dónde está enterrado... porque ni apareció en el campo de concentración de Castuera ni en la cárcel. El libro se llama "Una biografía frente al olvido" fue escrito en el 2000, por lo que a lo mejor ya saben dónde está este hombre enterrado, no lo sé.
Puntos:
26-06-11 22:27 #8242190 -> 8231383
Por:terencio primero

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
Me apunto el libro.¡ Gracias y saludos desde cataluña!
Puntos:
27-06-11 13:28 #8244967 -> 8242190
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
La capacidad de gestión

Los alcaldes y concejales de la democracia tuvieron que hacer frente a una situación que se podía calificar de desesperada. A su favor tenían la legitimidad democrática y la autoridad con los ciudadanos a fin de que moderaran sus expectativas y nuevas formas de gestión. Los alcaldes de los ayuntamientos democráticos se han aproximado más al arquetipo del empresario schupeteriano que mucho de quienes ejercen de empresarios. Han arriesgado más, incluso en su nivel de ingresos y en su vida personal. La Administración Local es la administración que más cerca está de los ciudadanos y, por consiguiente, es el sector de la actividad pública más fácil de controlar por parte de los propios ciudadanos. Aunque los ayuntamientos no tienen el elemento de la competencia mutua entre ellos (y aun así, la competencia entre municipios existe cada vez más, tanto en los pueblos como en las ciudades metropolitanas como en el nivel internacional), resulta fácil establecer comparaciones. Además, la proximidad del sector local a los ciudadanos da a las elecciones municipales una fuerza fiscalizadora muy superior a la que es normal en otros niveles de la Administración, donde la competencia electoral se basa fundamentalmente en ideas de un cariz muy general, y la comprobación de que se cumplan o no cae casi totalmente fuera del alcance del ciudadano.

Próximo: Hacer frente a los nuevos retos, 1987 – 1993.
Puntos:
27-06-11 18:29 #8247169 -> 8244967
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
Hacer frente a los nuevos retos, 1987 – 1993.

Una de las ideas-fuerza del campo de la economía nos dice que la realidad depende del futuro. El presente depende mucho del futuro y, no sólo del pasado, no sólo de lo que son las raíces, no sólo de lo que nos determina el punto de vista de lo que está ya hecho y de la infraestructura que tenemos y de tal como somos. El presente depende también de tal como queramos ser o esperamos ser. Los grandes cambios de la historia de la humanidad seguramente se pueden explicar más en función del futuro y de la percepción que los ciudadanos tenemos del futuro, que de la influencia del pasado. Si el pasado fuera siempre determinante de lo que pasa en el presente no habría habido más grandes cambios que aquellos que se esperaban, aquellos que eran previsibles; pero no aquellos que eran imprevisibles y que constituyen la mayoría de los que se han producido.
Es legítimo pensar que los Juegos Olímpicos de 1992 fueron un instrumento, una esperanza, una Expectativa (con mayúscula) de que se podía ayudar a catalizar cambios en unas ciudades como Sevilla y Barcelona y, en un país como el nuestro; cambios que iban más allá de la pura y simple celebración de unos Juegos. Sin duda se hizo una apuesta en el sentido de aprovechar bien la ocasión, en el sentido de convertir los Juegos en un catalizador de iniciativa importantes y, se consiguieron unos resultados que en nuestro país no podrían obtener a partir de la pura extrapolación de las tendencias heredadas.
Buena parte de las situaciones de crisis, es decir, de desequilibrios no óptimos, se podrían explicar por medio de la distribución de expectativas. En una distribución de expectativa hay gente más optimista y gente más pesimista, alrededor de un promedio.
Ahora bien ¿cómo se podría dar cuenta, con este modelo, de hecho de que haya situaciones consistente de crisis, de fracaso, en lugar de obtención de equilibrios con una tasa más alta de ocupación y de actividad?. Sería explicable si se produjera una polarización de las expectativas pesimistas. Entonces habría que admitir, en el marco de este modelo, que lo que sucediera no estaría justificado por las probabilidades razonables. Es decir, que el grado de pesimismo existente sería superior al que justificaría las posibilidades reales de inversión, de actividades, de ocupación. Lo que habría de hacer desde el punto económico o de la política económica, sería quebrar la polarización excesiva de las expectativas en el lado pesimista. Y la función de todos aquellos que tienen alguna responsabilidad pública, no ya de quienes formulan la política económica sido todos aquellos que tienen algún tipo de incidencia en la marcha de la sociedad, de la economía en definitiva, sería quebrar el pesimismo. (Lo mismo cabría decir en sentido inverso sobre el exceso de optimismo.)

Próximo; Los ayuntamientos como productores de bienes y servicios.
Puntos:
30-06-11 19:15 #8270063 -> 8247169
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
Los ayuntamientos como productores de bienes y servicios.

Uno de los objetivos de los ayuntamientos democráticos ha fue el de prestigiar al ayuntamiento como organización productora de bienes y servicios públicos, competitiva y con unos buenos estándares de calidad. Este objetivo ya había sido formulado en estudios realizados por técnicos municipales.
Son conocidos los problemas asociados al estudio de la demanda de bienes y servicios públicos, al no tener los mismos elementos que cuentan en el caso de los bienes privados.
La demanda de bienes privados se evalúa en función de las preferencias individuales que motivan el comportamiento del mercado; en la demanda de servicios públicos resulta difícil hacer sondeos para verificar la utilidad de los modelos abstractos. Si nos remontamos a los ayuntamientos del régimen franquista, en los años sesenta, los medios que se disponían eran más limitados y los economistas municipales trabajaban en un país y en unas condiciones políticas en las que pedir la opinión a los ciudadanos sobre sus preferencias no sólo era una práctica poco usual, sino que proponerla podía ser considerado subversivo.
Los enfoques tradicionales de la planificación se habían basado más en el estudio de las necesidades que en la estimación de la demanda. Se entendía por <<necesidades>>, grosso modo, los requisitos para una sociedad urbana satisfactoria, o de un modo más elaborado, los niveles de servicios que los gobiernos locales tenían por meta intentar alcanzar. Los modelos básicos de ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia etc. Para preparar programas de actuación municipal hacía servir el concepto de necesidad, vinculado a los de <<estándar>> y <<variables de base>>.
El <<estándar>> era el cociente entre la dotación de un determinado bien de capital social medible y cualquier otra variable representativa de un elemento constitutivo de las ciudades como son la población, la superficie. Estas variables son las <<variables de base>>. Ejemplo de estándares serían las plazas escolares por habitantes o la superficie pavimentada por superficie de viales.
A partir de aquí se averiguaban las dotaciones existentes de un bien o de un servicio determinado –el <<estándar real>>- y se comparaba con aquello que a partir del estudio de otras ciudades, los hábitos o la decisión política se consideraba que había de tener la ciudad -<<el bienestar deseado>>- La diferencia entre el <<estándar deseado>> y el <<estándar real>> se definía como la necesidad del bien o del servicio en cuestión. El conjunto de necesidades referido a toda la ciudad constituía el <<déficit físico>>.
De estos conceptos surgían otros dos: los <<costes de crecimiento>> y los <<costes de desarrollo>>. Los <<costes de desarrollo>> eran los necesarios para alcanzar el estándar deseado.
La asignación de recursos en los programas municipales se hacía en función de conceptos. A cada sector o área de actuación se le asignaban primero los recursos para cubrir los costes de crecimiento.

Continuare.
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30-06-11 22:53 #8271637 -> 8270063
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
CONTINUO

Los recursos sobrantes se repartían entre los servicios proporcionalmente a un índice de capitalización de servicios que relacionaba el déficit físico con nivel de capitalización o equipo existente.
Los economistas de los ayuntamientos tenían conciencia de las imperfecciones de este método y al cabo de unos años contaban ya con suficiente evidencia empírica para formalizar sus limitaciones. En 1975 se podían agrupar los problemas en dos categorías: los de la fase de medición y los de la fase de reparto o asignación, que cabía resumir diciendo que el lenguaje de los productores (técnicos y servicios municipales) no era el de los ciudadanos. Los diferentes mandatos de los ayuntamientos democráticos se han esforzado por encontrar el equilibrio entre esta falta de sintonía entre gobierno local, ayuntamiento y ciudadanía, así como de la modernización de los servicios, de la ciudad y del ayuntamiento.
Hay que distinguir tres ámbitos de la actuación del gobierno municipal y del ayuntamiento: la ciudad, la corporación que forman todos los concejales y el ayuntamiento o administración municipal, es decir, los servicios.
Un ayuntamiento es un colectivo de personas y patrimonio que trabajan al servicio de la ciudad. Los ayuntamientos cuentan con una larga tradición de nombres ilustres que han mejorado su ciudad y que han sido funcionarios municipales poco reconocidos.
Se debe procurar incentivar a las personas que trabajaban para la ciudad a fin de que el ayuntamiento no sea sólo su escuela de formación para pasar después a otras empresas económicamente más gratificantes, sino precisamente el lugar de su realización profesional completa.
De este modo los ayuntamientos iban consiguiendo que el ciudadano se sintiera orgulloso no sólo de su ciudad y tal vez de su alcalde y los concejales, sino también del ayuntamiento como empresa de servicios público, eficaz, asequible, sensible a las demandas fundamentales; en definitiva, abierta a quienes la mantienen y escogen a los responsables políticos.
Que nadie se llame a engaño: se trataba de una tarea que requiere muchos años, porque la relación viciada entre ciudadano y administración cuenta con largos siglos de continuidad. Las puertas de la administración local, su capacidad de gestión deben abrirse al contacto solvente, eficaz y atento con el público. Hay que cerrar las puertas de los negociados al público, ya que deben trabajar en firma, y abrir al público las puertas de las oficinas de información bien relacionadas con las infraestructuras interiores y extendidas a los distritos a través de la red de terminales de teleprocesos.

Continuare
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04-07-11 10:34 #8293254 -> 8270063
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
CONTINUO.

Los ayuntamientos de hoy son muy distintos a los de 1979. El grado de tecnificación y mecanización es muy superior al de otras administraciones y al de muchas empresas privada. Los ayuntamientos han desarrollado programas informáticos propios de gran complejidad e ingenio. aunque sólo fuera por esto, la atención al ciudadano ha mejorado notablemente. Se han adoptado iniciativas pioneras, como el servicio de información al ciudadano la transferencia de competencias a los distritos en los municipios grandes y la implantación en ellos de unos equipos administrativos nuevos, altamente tecnificados y en unas instalaciones dignas donde los ciudadanos podemos hacer la mayoría de los trámites relacionados con el ayuntamiento. Todo ello ha invertido la imagen tradicional que se tiene de la administración municipal.
El ayuntamiento debe invertir muchas horas en la preparación de este tipo de proyeción suya sobre la ciudad y de la ciudad sobre el ayuntamiento.
Proyección que no se agota, como es evidente, en esta oficina, sino que implica todo un cambio de actitud. Lo más difícil es ese cambio, así como el comienzo de una transformación pausada pero inexorable de las relaciones y de las actitudes entre los productores y los destinatarios del servicio público.
Los miembros del ayuntamiento han de poder tener la seguridad de pertenecer a una corporación que, por encima de la diversidad de intereses y de opiniones políticas, deberá haber creado un todo de civilidad y uno hábitos políticos fundamentalmente sanos.
La consolidación ineluctable de la democracia y de la autonomía en nuestro país empezó, de manera muy significada, en nuestros ayuntamientos. Su actividad cotidiana de servicio y diálogo político abierto ha ido creando, en mayor medida que cualquier otro factor, una inercia democrática enormemente valiosa, disuasiva de todo tipo de actividades contrarias a la Constitución y a los Estatutos de autonomía. Y este mérito debe ser reconocido.
Se ha dicho poco del papel que jugaron los municipios en la crisis de febrero de 1981. Sin ellos, la regresión hacia el pasado hubiera sido un hecho.
Sin su fuerte enraizamiento como productores de hábitos democráticos, El país hubiera podido optar por la rendición psocológica.
El papel de enlance en la resistencia al golpe que jugaron, por ejemplo, los alcaldes de Valencia, Barcelona, Madrid y Sevilla.

CONTINUARE.
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06-07-11 12:53 #8308868 -> 8270063
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
LOS INGRESOS Y LOS GASTOS DE LOS AYUNTAMIENTOS

Ya e apuntado que en la construcción del estado democrático se consideró que la resolución de los problemas de los ayuntamientos había de ir después de otras prioridades. A los ayuntamientos no se les transfirieron competencias, aunque tampoco se les quitaron. El establecimiento de la democracia, en contrapartida, dio una legitimidad a los ayuntamientos que permitió una mejor distribución de las cargas fiscales, una mejor disposición de los contribuyentes. Se compartía el riesgo, había un cierto compañerismo con las decisiones políticas. Se introdujo una transparencia que antes no existía: los ayuntamientos pasaron a trabajar en un escaparate, por así decirlo. Los medios de comunicación, al gozar de libertad de prensa, se convirtieron en atentos vigilantes de la actividad municipal. La existencia de la oposición institucionalizada era también un mecanismo de control. Es conocido el caso de muchos concejales de la oposición que se pasaban las vacaciones de verano examinando uno por uno los expedientes de gastos. Ejemplos como estos ahorraron no pocos errores.
El modelo de financiación partía del que estaba vigente antes de las primeras elecciones. Aquí también se optó por la reforma en vez de la ruptura. De los dos modelos fundamentales del mundo occidental. España está entre los del Sur, caracterizados por unos tributos rígidos, con pocas competencias, pocos recursos y basados en la propiedad urbana (dato que compartimos con los municipìos anglosajones) y la actividad económica radicada. El impuesto fundamental en España es el IBI (impuesto sobre los Bienes inmuebles). El modelo anglosajón y escandinavo, en cambio, tiene muchas competencias, sus bases, además de la propiedad urbana, son la renta y el IVA, y no son haciendas locales en penuria.

Próximo: LOS INGRESOS
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07-07-11 11:30 #8315510 -> 8270063
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
Los ingresos

Los ingresos de los ayuntamientos provienen de los tributos (impuestos y tasas), de los ingresos de su propio patrimonio y de las subvenciones procedententes del Estado, de las Comunidades Autonómicas y de la Diputaciones (a las cuales también contribuyen con una parte de los tributos sobre la actividad económica). Los tributos representan más de la mitad de los ingresos. Además han estado creciendo sin parar por la lucha contra el fraude y por mejor conocimiento, mejor técnica y mejor control. También ha habido un incremento de los tipos y, aunque estamos muy lejos de los países de nuestro entorno, se ha crecido muy de prisa.
El crecimiento económico ha actuado de balón de oxígeno, pero ha habido problemas graves, como el llamado <<catastrazo>>: el intento de actualizar la valoración de las fincas urbanas, el catastro, produjo una auténtica rebelión fiscal, que obligó a retirar la operación.
El impuesto más importante, ya lo he dicho, es el IBI que supone casi la mitad de los impuestos locales. El IBI absorbió una maraña de impuestos complejos, de difícil gestión. Los otros impuestos importantes son el impuesto sobre actividades económicas, el IAE, (hoy ya desaparecido) y el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica. La otra gran fuente de financiación de los ayuntamientos son las transferencias, que en un 90 por ciento provienen del Estado. La mayor parte son de libre aplicación y se destinan a gastos corrientes. Algunas de ellas van ligadas a contratos programas y las destinadas a inversión suelen ser condicionadas.
En resumen, se puede decir que de los ingresos municipales, las dos terceras partes se obtienen <<dando la cara>>, por expresarlo familiarmente, mientras que la otra tercera parte proviene del Estado, pasando por las Comunidades Autonómicas.

Próximo: Los gastos
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07-07-11 17:33 #8317918 -> 8270063
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
LOS GASTOS

Como he dicho a lo largo de estas páginas España ha vivido en los últimos cuarenta y picos de años un amplio proceso descentralizador. Este proceso se ha realizado, fundamentalmente, por las transferencias de competencias y el coste de los servicios del Estado a un nivel de gobierno que antes no existía, las Comunidades Autónomas. Este proceso no ha sido acompañado al mismo ritmo por la cesión de competencias y servicios del Estado y de las Comunidades Autónomas a los Ayuntamientos.
Una de las maneras de medir el grado de descentralización de un país es la distribución del gasto público entre los diferentes niveles de administración: Estado Comunidades Autonómicas y Ayuntamientos. Se consideran que la distribución deseable para países federales o con alta autonomía regional es, en porcentajes, del 50 / 25 /25 o del 40 / 30 / 30 para cada uno de los niveles respectivos.
En España se ha pasado de 80 por ciento del Estado, 0 de las Comunidades Autónomas y 20 por ciento de los municipios al 61 / 25 / 14. Esto significa que para el nivel intermedio, el autonómico, ya se ha alcanzado la distribución mínima aconsejable, mientras que el nivel local está todavía lejos.
Se ha desplazado un cuarto del gasto público al nivel autonómico, pero sólo un 20 por ciento procede del Estado; el restante 5 por ciento proviene de abajo, de los municipios y en esa medida el gasto público no se ha democratizado, sino que se ha alejado. Pero el acercamiento a un 20 por ciento del gasto es un resultado formidable.
Las Comunidades Autónomas casi han duplicado su participación en diez años, los Ayuntamientos apenas han ganado un 2 por ciento. Las cifras de participación pueden variar según los criterios de cálculos, sobre todo si se incluyen o no como gasto las pensiones de la Seguridad Social y clases pasivas, pero en cualquier caso la diferencia del crecimiento de la participación entre Comunidades Autónomas y Ayuntamientos se mantienen y se a agravo más cuando el deseable traspaso de la educación y la sanidad a todas las Comunidades y, en cambio el pacto local se arrastra lentamente sin efectos práctico

EL ENDEUDAMIENTO Y EL DÉFICIT.

En el sistema impositivo local español la principal fuente, el IBI, se basa en el catastro. La base del impuesto sólo cambia si cambia el catastro, lo que es un proceso carísimo, largo y muy rígido. Hasta ahora es función del Estado mantener las altas y las bajas. El segundo impuesto en importancia, fue el IAE, que era de cuota fija. Respecto a la otra gran fuente de financiación, las transferencias, las del Estado no mejoran y las de las Comunidades Autónomas apenas existen. Sin embargo, en el conjunto de las corporaciones locales, el déficit ha ido disminuyendo o se ha estacionado, y sólo se financia con endeudamientos las inversiones. Las finanzas municipales reflejan unas organizaciones sanas, con alto nivel de solvencia, como se ha reconocido en las clasificaciones que otorgan las agencias internacionales.

Próximo: el futuro de las ciudades y pueblos.
Puntos:
12-07-11 09:30 #8351810 -> 8270063
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
EL FUTURO DE LAS CIUDADES.

CAPILUTO I

La ciudad ha sido históricamente percibida como el lugar de origen de la urbanidad, de la cultura y de la política, en un proceso que, grosso modo, abarcaría desde la polis griega a las ciudades de la época moderna. En los límites de la modernidad, la Ilustración piensa sobre todo valores políticos universales, y las ciudades encarnan particularidades, son legados de un antiguo régimen que hay que superar.
En el siglo XVIII la Ilustración apuesta por el eclipse de la ciudad en beneficio del surgimiento del Estado-nacional (que encarna la universalidad de la que aquélla está privada), y de un retorno a la naturaleza; (los pueblos) y este discurso antiurbano se prolongará de manera más o menos evidente hasta la actualidad. Para el pensamiento ilustrado, las ciudades eran la fuente de todos los males, los impedimentos que se interponían al esplendoroso crecimiento de la Nación. Este pensamiento, que entrevemos en buena parte de las posturas catastrofistas que hoy son expuestas en las grandes conferencias sobre el futuro de la humanidad, lo ejemplifica de modo brillante Jean-Jacques Rousseau. Para el filósofo, París era la razón de todos los males que aquejaban a Francia, la encarnación misma de todo el régimen que había de ser arrasado.
Tras los grandes cambios que abarcaron desde finales del siglo XVIII hasta las primeras décadas del siglo XIX, las ciudades son eslabones de una construcción nacional en Occidente. En el siglo XIX esta visión de las cosas cambio en razón de la lógica del discurso político del Estado liberal enraizado en la modernidad. La ciudad pasaba a ser, además del lugar de la aparición de la armonía, de la insanidad y de las masas, el lugar de asentamiento de una mano de obra itinerante que deja progresivamente la vida económica de los pueblos (rural) por la urbana, atraída por sus mayores expectativas, su mayor productividad y sus mejores salarios.
Si bien la ciudad perdía de este modo la unidad política y cultural que la había caracterizado anteriormente, su potenciación económica benefició ala organización del Estado-nacional, que marcaba el ritmo de la formación de los mercados nacionales.
Durante el siglo XX hemos asistido a la consolidación del fenómeno de la ciudad industrial y a su superación. La ciudad, hacia la década de los sesenta, entra en declive sacudida por movimientos de vida suburbana residencial y de una cierta ruralización. Este período coincidió con la mutación de la naturaleza de las actividades económicas y con el declive mismo de la sociedad industrial tradicional durante los años setenta. Hacia mediado de los ochenta, las ciudades han vuelto a crecer y a imponerse, en parte, a la tendencia a la ruralización y a la vida residencial alejada de los grandes centros. En los años noventa las ciudades se insertan en un proceso general de circulación de la riqueza y del conocimiento que no conoce ya fronteras, o al menos las fronteras del Estado-nacional decimonónico.

CONTINUARE.
Puntos:
13-07-11 09:50 #8358460 -> 8270063
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
EL FUTURO DE LAS CIUDADES

CAPITULO II

Si comparamos las ciudades occidentales con las orientales, las de los países desarrollados con las de los países del Tercer Mundo, concluiremos que es mejor definir en función de su tamaño. El tamaño de las ciudades permite establecer rangos de ciudades según la función que han ido desempeñando a lo largo de la historia en las redes urbanas regionales, nacionales e internacionales. Nuestra propia escala de percepción del hecho urbano se ha modificado ampliamente. Habría que percibir la ciudad en una escala global conservando toda su plasticidad y problematicidad locales. Es una realidad global localizada, concreta.
Si hasta hace poco cabía definir si una aglomeración era o no una ciudad en función si era o no capital y de su tamaño, ahora es más bien la integración de la aglomeración en una red más o menos global lo que define su posición, su centralidad respecto a otras aglomeraciones. De todos estos desplazamientos y modificaciones de la perspectiva con la que abordamos el hecho urbano, cabe afirmar, como ha hecho recientemente The Economst, que la ciudad sigue configurándose como el lugar de transmisión de conocimientos, el lugar de producción de innovación y de toma de decisiones, aunque el significado de estas funciones haya cambiado en razón de la transformación de la naturaleza de las actividades económicas y en razón también del reciente cambio tecnológico.
En la década de los ochenta las ciudades centrales de los Estados Unidos vuelven a crecer y los indicadores de calidad de vida, salud, esperanza de vida y nivel de conocimientos están bien correlacionados con el carácter urbano de las poblaciones.
A finales del siglo XX avanzábamos hacia la determinación de un espacio global, de un <<espacio de flujos>> como forma especial de la articulación del poder y la riqueza en nuestro mundo. La ciudad es aún un nódulo, pero que ya no se inserta en un sistema urbano nacional; un nódulo esencial en la ordenación y la gestión de los flujos, cuya importancia no queda determinada por instancias o estructuras de poder, sino, por su participación en ese espacio de redes. La ciudad que surge de esta red de redes es multidimensional, compleja y creativa. Por otro lado, las relaciones que se dan en una ciudad no obedecen simplemente a las reglas de la proximidad <<global>> con los demás. Hay una elección, una <<selección>> entre la multiplicidad de relaciones posibles. Si el espacio que surge a finales de siglo fuera <<global>>, omitiríamos abordar el papel esencial que desempeñan los procesos de selección. En el espacio de la era industrial, esta selección adoptaba la forma simple de reglas de organización piramidal (las jerarquías sociales y políticas) y de una distribución sectorial de las actividades. Las ciudades de las que Le Corbusier y los firmantes de la Carta de Atenas trazaban los planes reflejaban estas reglas de selección de la época mecánica. Las nuevas reglas de organización tienen una naturaleza más rica.

Próximo: El discurso catastrofista.
Puntos:
19-07-11 13:06 #8392820 -> 8270063
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
Con el discurso catastrofista, termino con el pasado y presente de los ayuntamientos en España.

A finales del siglo XX, el horizonte que nos presentaban para el inmediato siglo XXI era el de un mundo cuya población vivirá mayoritariamente en las ciudades. Auspiciadas por la ONU se han celebrado ya dos conferencias internacionales sobre las ciudades y su futuro. La Conferencia Hábitat I de 1976 que trabajó en Vancouver preveía que México en el año 2000 tendría 31 millones de habitantes, Sao Paulo, 25,8; Tokio-Yokohama, 24,2; Nueva York, 22,8 y se estimaba que en el horizonte del 2000 se sabría cuál era el límite máximo de las ciudades, afirmando así la existencia de un más que polémico ciclo <<biológico>> para la vida de las ciudades.

En 1996, reunida en esta ocasión en Estambul, la conferencia Hábitat II estimó a la baja la población que México debería tener hacia el año 2000, calculándola en 25,8 millones. México en 1991 seguía siendo una aglomeración con 16 millones de habitantes, y resulta difícil pensar que al alba simbólica del siglo XXI alcance un umbral superior a los 18 millones.

Se ha estimado también que hacia el 2015, entre las diez Ciudades mayores del mundo, sólo una estará situada en los países desarrollados. Los Ángeles, Nueva York u Osaka disminuirán en la jerarquía de las ciudades del planeta, aun siendo los núcleos de la actual <<mundialización>>. Siguiendo el hilo de la argumentación, el mayor crecimiento se dará en las ciudades de un Tercer Mundo afectado por graves problemas de deuda externa. , gestionada localmente según las fórmulas de la política neoliberal. En este sentido, y para frenar la tendencia al crecimiento urbano, el Banco Mundial ha propuesto pasar de una política de fomento del desarrollo, y por tanto de la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, a una política de ajuste, de urbanización descentralizadora (ruralización), gestionada localmente según las fórmulas de la política neoliberal.

Si nos centramos en este discurso sobre la mundialización, el perfil que nos muestra es catastrofista y oculta un grave error metodológico. Según su lógica, la humanidad estaría abundando en una tendencia que sería letal para su propio futuro. En el siglo XVIII la Ilustración elaboró también un discurso pesimista sobre la realidad de las ciudades al pensar la modernidad como construcción del Estado nacional. Este mismo pensamiento es el que ahora polariza el discurso en contra de la ciudad como el peor entorno vital posible.

Continuare.
Puntos:
19-07-11 13:18 #8392902 -> 8270063
Por:eletrao

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
Ya era hora que acabaras. GRACIA PESAOOOOOOOOOOOOOOOoooooooo.
Puntos:
25-07-11 10:49 #8425848 -> 8270063
Por:cantaclaro1970

RE: Pasado y Presente de los Ayuntamientos en España
El discurso Catastrofista.

CAPITULO II

De la presencia de esta línea de pensamiento y de las diferentes posturas adoptadas por las instituciones internacionales se desprende, como afirmaba recientemente una prestigiosa revista, la existencia de un poderoso lobby anticiudades en cuyo punto de mira están las ciudades del Tercer Mundo.

El discurso que subyace cabe resumirlo en cinco puntos:

El crecimiento de las ciudades ha sido estimulado artificialmente. Un principio que ya exponía Rousseau al afirmar que lo mejor que le podía suceder a Francia era que París fuera barrida del mapa, y que destila una cierta apreciación de lo que ha sido la construcción de ciudades durante el último siglo en las experiencias comunistas en el Este y Asia.

Las ciudades son muy caras. El argumento se apoya en que el crecimiento debiera canalizarse en aquel tipo de entornos ya existente y de carácter rural, sobre todo el Tercer Mundo; de este modo se supone que con un ajuste de tipo local se podrían evitar efectos económicamente nocivos, aunque siempre se ignora la potencialidad de las ciudades para generar riqueza en su cualidades de centros de intercambio de conocimientos e innovación, aun en el caso de los países del Tercer Mundo.

También se afirma, en la lógica de este discurso anticiudades, que las ciudades aumentan el empleo. Si bien es cierto que en la fase actual de recesión mundial la precariedad y el crecimiento del número de empleos han afectado a los mercados locales de trabajo, se pasa por alto la dimensión metropolitana de las ciudades. Aunque las ciudades también han padecido los efectos de la desocupación laboral, han sabido convertirse en mercado de <<oportunidades>> gracias a las políticas urbanas. Además, si bien crear un lugar de trabajo en el campo es más barato en algunos casos que en la ciudad, la productividad que se deriva de su creación en un contexto urbano es superior a la rural. Si bien es cierto que el crecimiento de la ciudad se ha beneficiado de las políticas proteccionistas, no se puede concluir, en cambio, que la razón del crecimiento de las ciudades sea existencia de este tipo de política.

Continuare:
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