Esto lo arreglo yo Al ideólogo comunista de Ribera: Antonio se levanto una mañana con vivos deseos de solucionar los gravísimos problemas del pueblo. Entonces se colocó, previsto de una maleta llena de argumentos, análisis y otros destornilladores lingüísticos, en el centro de la plaza. En voz alta constató la ruptura entre el mundo económico y el mundo social. Se abstuvo de hablar de capital, de lucha de clases, pues hace tiempo que se le han quedando soleto y apolillados en casa sus libros de Marx. En el posmoderno testamento, Yahvé, con rasgos chinos, sigue siendo omnipotente, justiciero, invisible, y gobernó la Creación desde un despacho, allá en el quinto pino, Antonio postula un nuevo modelo de sociedad, aunque no defiende la democracia, que es el que (todavía) tenemos. Divide con elocuente simplicidad el futuro en desesperante y esperanzador. Los transeúnte tuvieron a bien replicarle: La única solución a la crisis, le dijeron, es ser millonario. |