Ribera del Fresno - Badajoz

{No me cansaré de repetir una y otra vez que hay que luchar contra el canto de sirena del despido libre que muchos empresarios quieren para nuestro país, me desgañitaré gritando contra la reforma del mercado laboral, con la misma contundencia que Franco instauraba sus leyes orgánicas, el Gobierno y el resto de Parlamentarios nos la va a meter, nuevamente, por donde defecamos sin piedad, con alevosía futbolística en mitad de un mundial de fútbol que aborrega a las masas, y encima coincidiendo con la fecha en la cual la selección española hace su debut, es decir, que en los telediario posiblemente ni le concedan 30 segundos a la noticia de que España, vuelve nuevamente a la era PRE-industrial en cuanto a derechos del trabajador mientras hablan durante 20 minutos sobre un grano que le ha salido a Casillas en el pie, con una entrevista en directo con la uña del dedo gordo del mismo.

Pero aquellos que más gritan “despido libre” son a quienes habría que echar de las empresas, pero a gorrazos o patadas, empresarios de traje y corbata y nada más, empresarios que cambiaron su cerebro por los contactos, amiguitos y acólitos del partido político de turno que lo único que hacen en las empresas es hundirlas cada vez más, coladero del enchufe del amigo, del primo o del conocido, utilizando la empresa pública como pagadero de favores del partido, sobresueldos astronómicos mientras gritan “despido libre” para acongojar al trabajador medio, al humilde padre de familia que lo único que busca es un sueldo para poder pagar la hipoteca, el colegio de los niños, la luz y el gas que cada vez es más caro, y comer, y eso cada vez es más difícil en este país.

Ejemplo de cómo funcionan aquí las cosas, una empresa “Res.es” que depende directamente del ministerio de industria (es decir, chiringuito del partido al estilo Sinde y sus amigos) donde estaría en bancarrota si no fuera porque tira con nuestro dinero, si, el de todos los españoles, ese que nos sacan a base de impuestos y multas de tráfico, que como parece ser siempre hacen lo mismo, dilapidan sin piedad en tonterías, fiestas y sueldazos mientras por otro lado nos quieren vender la burra mohína del “ajuste salarial y laboral” ¿Para cuando el ajuste directivo? Una empresa como esta, dirigida por Sebastián Muriel y presidida por Francisco Ros, secretario de Estado de Telecomunicaciones se han dedicado a despilfarrar el dinero como si creciera en los árboles, en plena época de crisis donde nos sangran los bolsillos en impuestos, donde nos quitan el aire que respirar para que estos botarates se lo gasten sin control ni medida.

Asesores, asistentes, consultores, son el actual nombre que se le da a los vividores, amiguitos y acólitos, pago de favores donde sueldos y subcontratas INJUSTIFICABLES pagan con nuestro dinero el vaya usted a saber lo que hacen, como hace unos meses saltó que el tripartito de la Generalitat estaba pagando hasta 12.000 euros por unos supuestos “estudios” que consistían en dos folios grapados con un corta-pega de google, pero ¿Quién controla a estos payasos? ¿Dónde está el despido libre para estos que a la postre, son unos simples funcionarios que deberían estar a nuestro servicio? Pero no, en este país les hemos dado la idea de que están por encima del bien y del mal, y que por mucho que hagan nunca pasa nada.

Mientras el Gobierno le recorta el sueldo a los funcionarios, estos se preparan para una nueva edición del FICOD, una gran fiesta de contenidos digitales con un presupuesto de partida (de partida significa que al final será el doble seguramente) de 1.5 MILLONES DE EUROS (de nuestros queridos y amados euros), cuando no hay dinero estos se lo están gastando en fiesteritas.
Pero como estos señores “disparan con pólvora ajena”, ellos ni corto ni perezosos se suben los sueldos (que no son escasos), cosa que siempre me ha llamado la atención, lo primero que hacen en cuando agarran un chollo es subirse el sueldo, con respecto a su antecesor, en un porcentaje importante, cuando el director general se sube el sueldo un 17% con respecto a su antecesor las cosas empiezan a cabrear.

En fin que más de lo mismo, trajecitos caros, fiestas, pago de favorcitos, dilapidación de dinero público y una productividad y competitividad cero, y luego vendrán estos empresarios a decirnos que, las empresas españolas no son competitivas porque el trabajador normal, el de la línea, cobra mucho y que no existe despido libre… señores… ¡VAYANSE A LA MIEEERDA!.}


¡Qué asquito da todo!

OK