Ribera del Fresno - Badajoz

3 de la madrugada, suena el timbre de la casa, abre la puerta el señor de la casa y al abrir se encuentra con un desconocido y borracho diciendo:
-¿señor no sea malo, me ayuda a dar un empujón?, !!!estoy aquí frente a su casa y necesito un empujón¡¡¡
El señor responde indignado:
-¿pero como se atreve a tocar a mi puerta a las tres de la madrugada? !yo a ud. no le conozco y en tres horas me tengo que levantar para ir a trabajar, no me esté molestando y vayase de mi casa!
-El borracho se va muy triste y el señor de la casa regresa a su cuarto, muy molesto, cuando de repente siente un remordimiento de conciencia y piensa:
-Y si me hubiera pasado a mí y nadie me quisiera ayudar, si mi coche se quedara averiado en medio de la madrugada y nadie me diera un empujón?
por lo que decide salir a buscar al muchacho del empujón, y frente a su casa solo estaba el parque, y como en aquel parque solo había un farol y fallaba, y no iluminaba nada decidio gritar:
¿Dónde está el que necesita un empujooooooooooooon?
y en eso se oye a lo lejos al borracho:
-Aquiiiiiiiiiiiiiiii¡¡¡¡ en los columpioooooooooooooooooss¡¡¡¡¡

Muy bueno.

LA MALDICIÓN DEL POBRE


Un día fue un pobreton a pedir a una casa. Llamó a la puerta y bajó una
muchacha a ver quién era. Le preguntó que qué quería y él dijo que una
limosna. Subió la muchacha a decírselo a su abuela y la abuela le encargó que le dijese que ella no daba limosna a pobretones. Al pobre le sentó muy mal la contestación, se puso a refunfuñar y maldijo a la muchacha:
–¡Ojalá que de aquí en un año te salga un gato negro entre las patas!
Total que pasao un año, a la muchacha que ya iba zagalona, la empezó a
negrear la entrepierna y mu preocupá la reprochó a la abuela lo mal que
había tratao al pobre:
–Por no quererle usté dar al pobre una limosna, me echó una maldición y
se ha cumplío: me dijo que me saldría una gato negro y mire, abuela, ya está empezando a asomar...
–Bah, tonta, eso lo tenemos toas las mujeres...
La abuela se subió los guardapieses y se arremangó las enaguas. Va y le
dice a la nieta:
–¿Ves, tonta, el mío?
–Sí, abuela, pero ese es pardo...
–Pos cuando el tuyo haya cogío tantos ratones como este, verás cómo
también te se pone pardo a ti...”

CUENTO EXTREMEÑO.- COLECCIÓN DELA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE BADAJOZ.
DEPARTAMENTO DE PUBLICACIONES

Pues vaya donde gasta el dinero la diputación.