Navalvillar de Pela - Badajoz

Tras unos primeros años tormentosos en los que el ex presidente, Felipe González, sólo abría la boca para dar disgustos a los suyos, llegó el sosiego. González se dedicó a sus conferencias, sus asesorías y aceptó e incluso se jactó de su condición de “jarrón chino” en el seno del PSOE, por aquello de que “es muy valioso, pero molesta en todas partes y acaba en un rincón de la casa”. González lleva ya varios años en su rincón, cubriéndose de polvo y sacudiéndoselo de vez en cuando. Pocas veces se siente llamado a intervenir en la política española, pero cuando se decide a hacerlo, da la campanada. Y la que ha dado recientemente confesando que tuvo la posibilidad de volar la cúpula de ETA, pero desistió, no ha sido pequeña.

Raudos en el PP han querido rescatar las acusaciones de antaño: “¡Es la X de los GAL!”. Olvidan tal vez que, jurídicamente, todo lo dicho por el ex presidente González está prescrito y no da para más que unas cuantas tertulias. Eso sí, de lo más animadas. Pero mientras el PP intenta sacar petróleo de donde apenas hay agua sucia, el PSOE intenta averiguar por qué el ex presidente González les ha hecho esto.
La familia socialista, que sigue preguntándose por las motivaciones de González, todavía no parece haber caído en la cuenta de que el ex presidente, como antaño, está o cree estar por encima del bien y del mal. Dice lo que le viene en gana. Y si alguien pretende psicoanalizarlo y establecer pautas freudianas que justifiquen sus actos es su problema, porque él dice lo que le apetece, sin hacerse tantas preguntas. No hay que darle tantas vueltas. Acaso, si están interesados en dar vueltas a las palabras de González ¿no deberían escandalizarse sus correligionarios ante la evidencia de que Felipe González todavía pueda expresar abiertamente sus dudas morales sobre la utilización del terrorismo de Estado como método de lucha contra la banda terrorista ETA? Hay quienes lo comentan en voz baja, eso sí, pero no parece que vayan a afear la conducta de quien fue su líder durante décadas. Prefieren aparecer descolocados en la foto del día después.

Yo creo que Felipe no es que descoloque a los suyos, Felipe es el "encantador supremo" del PSOE!

Ha salido a la palestra para sacar un tema sucio, para que no se vea el tema grave por el que atraviesa España:

Zapatero ha sido destituido de su cargo por la "maquina del PSOE", Rubalkaba ha tomado el timon, pero lo que pretenden es seguir como sea y para ello a vuelto a salir Felipe, para decirles, que si fueron capaces de hacerlo entonces, tambien lo pueden superar hoy.

Felipe puso al PSOE que era "marxista" ante la decision:

o el "marxismo" o Yo! y los "marxistas" se hicieron "felipistas"; ahora es lo mismo.

Han apartado a Zapatero, pero quieren demostrar que el "aparato" sigue intacto y dispuesto a todo!

Con Rubalkaba ha vuelto aquello que llamaron "guerra sucia"!

la cosa no es solo economica, es un regimen el que trata de perpetuarse!