pajin salva a la seguridad social Cuando escucharon su nombre, en un principio, se quedaron perplejos. No se imaginaban que la que hasta entonces daba la cara por los socialistas cada lunes en Ferraz fuera a parar a su ministerio. “Sobre todo, porque es una persona muy impopular y que no tiene nada de experiencia ni en materia sanitaria ni como ministra”, sostienen. El sector sanitario y el de la dependencia esperan que Leire Pajín, la nueva cara de la recién creada cartera de Sanidad, Política Social e Igualdad, dé la talla. La responsabilidad es grande, más aún cuando su antecesora consiguió meterse en el bolsillo en poco más de un año a toda la profesión. El contenido diplomático de los comunicados oficiales que lanzaron las organizaciones sociales al enterarse del tan inesperado nombramiento dista mucho de los discursos que se escuchan en los pasillos. “Es muy peligroso poner al frente de un ministerio tan complicado como éste a alguien con tan poca experiencia como Pajín, y dudamos de que pueda hacer frente a tantos retos”, afirma un portavoz de uno de estos colectivos. La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública ha sido, en cambio, más directa. Su presidente, Marciano Sánchez-Bayle, afirma que la “escasa experiencia” de la que fue número tres de los socialistas es un hándicap, pero confía en que Pajín elija buenos colaboradores y un equipo técnico adecuado para que la echen una mano. Los médicos, por el momento, se mantienen expectantes y prefieren dar un voto de confianza a su nueva ministra. Eso sí, le han recalcado que “mantenga los compromisos adquiridos por su antecesora con la profesión médica”. La colegiación obligatoria y la homologación de los títulos extracomunitarios son sus prioridades. Muchos frentes abiertos Leire Pajín llega a un departamento con muchos frentes abiertos. Los números en Sanidad llevan sin salir desde hace años y las previsiones no son nada esperanzadoras. De seguir la tendencia actual, el gasto sanitario en España podría dispararse hasta superar el 10% del PIB en 2012 y hasta el 16% en 2020. Por ello, el principal reto de la más joven de las ministras será intentar tapar el enorme agujero negro del Sistema Nacional de Salud. Aunque Jiménez dio ligeros pasos al respecto, Pajín tendrá que lidiar con las comunidades autónomas, que sostienen una deuda de 12.000 millones de euros en materia sanitaria. Precisamente, ha sido el sector farmacéutico uno de los más afectados por los recortes realizados por Trinidad para adelgazar estas cifras. Ahora, la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles le pide a la nueva ministra una “sensibilidad especial” hacia esta industria. Otro de los grandes retos de Pajín será solucionar el acuciante problema de la dependencia. Casi 700.000 personas esperan todavía recibir la ayuda que les corresponde por ley. “Habría que rehacer por completo la Ley de Dependencia para que comenzara a funcionar, y sinceramente no creemos que Pajín sea capaz de ponerla en marcha”, lamenta el presidente de la Asociación Española para la Ayuda y Promoción de Personas Dependientes, José Tomás. A estas complicaciones se suma, además, la cosecha de problemas que hereda de su actual compañera de trabajo, Bibiana Aído. Pajín deberá poner freno a la sangría de las víctimas de violencia de género. En lo que va de año han muerto más mujeres en manos de sus maridos que en todo 2009. |