Montijo - Badajoz

Cortejo de San Isidro

Desde el balcón que mira hacia la tarde
llegar observo la ilustre comitiva.
Ramas de olivo, trigo, flores,
en las carrozas diríase que germinan
a golpe de sol y de horizonte.

San Isidro, bendiciendo.
El cortejo, caminando.

Ruedas de tractor que giran.
Carrozas llenas de amor.
Desde la trilla a la siega,
del olivo al algodón.
Sueños de buenas cosechas
de un pueblo trabajador.

San Isidro, bendiciendo.
El cortejo, caminando.

Agricultores altivos
-que también ellos lo son-
con garbo lo han preparado
buscando la bendición
de ese santo campesino
que tan bien se lo montó.

San Isidro, dormitando.
Los angeles, trabajando.

Desde mi balcón aliento
al cortejo que desfila.
Representa los trabajos
que conforman nuestra vida.

San Isidro, ve cuidando
de Jabalquinto, los campos.

(Pedro A. López Yera)

Hola, estimados paisanos extremeños del foro de Montijo; como veo que celebráis la fiesta de San Isidro y después, de leer el bello poema de Pedro A. López Vera, me ha traído el recuerdo de mi querido padre que se llamaba Isidro y era un san Isidro labrador extremeño. Tengo gran cantidad de poemas dedicada a estos seres trabajadores del campo tan esforzados, tan sacrificados y tan generosos.Por ser vuestra fiesta y por ser la onomástica de mi querido padre, os quiero regalar este modesto como humilde ofrenda en vuestra fiesta. ¡Feliz fiesta de San Isidro!Saludos cordiales y amistosos de un extremeño de la diáspora

Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona

LABRADOR EN LA GRAN CIUDAD
(A mi querido padre, Isidro Mohedas
Márquez, un san Isidro labrador extremeño)

Un impulso febril y turbulento
te apartó de la espiga y de la encina
y dejaste la parda disciplina
que te impuso tu humilde nacimiento.

Te fuiste a la ciudad... ¡Qué triste acento
de gente presurosa en su rutina
de un humano rebaño que se hacina
entre asfalto, cristales y cemento!

Y tú, tan natural y tan sencillo,
semejabas un cándido cordero
entre tanto bullicio y tanto brillo.

La extraña sensación de forastero
te otoñó tu esperanza en amarillo
y siempre te sentiste un prisionero...

Wenceslao Mohedas Ramos

Yo añadire este otro que le dedicastes, "a esos agricultores extremeños que dieron tanto a cambio de tan poco"...Recuerdas?

Saludos


A UN ANCIANO AGRICULTOR EXTREMEÑO

La parda geometría del barbecho
tú tienes reflejada en tu semblante
y tu cuerpo, torcido hacia adelante,
hacia el surco final... se va derecho.

Entre miles de surcos, has deshecho
tu vida en un trabajo esclavizante,
entregando sudores cada instante
como el líquido precio a tu provecho.

Un montón de recuerdos arrugados
y una sed de justicia insatisfecha
conservas en el alma por cosecha.

Y te irás de este mundo..., bien pagados
los gastos por tu vida y sus cuidados
y estarás del Buen Dios a la derecha.


Wenceslao Mohedas Ramos

Muchas gracias, mi estimado amigo Rochero, por esta introducción de mi poema en el foro; tengo tantos poemas dedicados a esos seres generosos que, hormigamente, "tanto dieron a cambio de tan poco", podría haber elegido este soneto como cualquier otro. Solo quería rendirles un justo y merecido homenaje en su día, que es también el día de la onomástica o santo de mi querido padre, un san Isidro labrador extremeño que se fue de este inmundo e injusto mundo con sed de justicia y hambre de libertad...
Saludos cordiales y amistosos de unextremeño de los de fuera

Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres)/ Barcelona

Buenas tardes rochero y wenceslao.

Muchas gracias por enriquecer el foro con esos poemas tan oportunos en las fechas que son.
Dos extremeños que se niegan a olvidar lo que hace unos años pasaba por estas tierras, grande fué la emigración que hubo hace unos años que hizo que se llenaran las ciudades con hombres con manos encallecidas de haber llevado entre ellas la fuerza del arado y el majejo del hocino, manos que tuvieron que acostumbrarse a otras herramientas que seguro que en muchos casos no se llegaron a acoplar por la añoranza de los recuerdos.
Un recuerdo para todos los labradores los reales y los que aún en potencia todavía añoran los recuerdos de lo vivido.
Seguro que San Isidro les compensan con buenas cosechas por el trabajo hecho.

un saludo.

Soy Pedro A. López y me acabo de encontrar por casualidad con el poema que dediqué a San Isidro hace unos años en Jabalquinto, localidad donde tenía mi trabajo.
Me he sorprendido de encontrarlo aquí en un foto extremeño, pero gracias por difundirlo.
Saludos.
Pedro A. López Yera