Magacela - Badajoz

Subiendo la cuesta del camino párate al lado del olivo milenario de Getsemaní, áblale en silencio y escúchale en silencio, seguramente solo oirás el bello sonido del cerro de Magacela. Reanuda el camino con un andar despacio, tú corazón te lo agradecerá y posiblemente alguna respuesta encontrarás.

Con una pendiente pronunciada serpentea entre los olivos centenarios o quizás milenario, no están alineados unos con otros seguramente nacieron al libre albedrío de la naturaleza, con troncos leñosos y retorcidos, cada cual a su manera y posición, será que el camino de la vida los dispuso sabiamente. Así es este olivar que parece de Getsemaní en Magacela.

El camino sigue por el laberinto de calles sinuosas y empinadas, junto a la calle Bustos entre dos hastiales hay un pequeño rellano con dos bancos, "El balcón de la Serena" un buen sitio para descansar, desde donde se ve un amplio y hermoso horizonte con varios caminos, uno de ellos es "El camino Mozárabe de Santiago".
En el horizonte lejano se ve una parte del camino, que va de Castuera a Benquerencia por la sierra.
Hace varias décadas que hice este tramo del camino por primera vez, entonces era flexible y ligero como un junco, inquieto y rápido como un gorriato, deseando que pasaran los días lo mas rápido posible para hacerme mayor y ahora que soy mayor deseando que pasen los días muy despacio porque hay mucho que ver y para luego es tarde.

La calle Bustos es muy empinada y difícil de subir, mas adelante también hay otra parte empinada, todo muy bien pavimentado, es de agradecer el esfuerzo del ayuntamiento de Magacela por el pavimento muy acorde al pueblo.
Desde lo mas alto del cerro de Magacela se ve muchos Kilómetros a la redonda, La Serena, Vegas Altas, Sierra de Ortiga, infinidad de caminos y muchos pueblos.
Esta mañana el aire venía del oeste, fresco y húmedo con algunas nubes, llamado "Aire Gallego" muy de agradecer en verano, sin embargo hace bastante tiempo que ha rolado un poco hacia el Sur y viene de la Sierra de Ortiga con abundantes nubes, seguro que ante que termine el día empieza a llover, es lo que dicen "El aire de la Sierra de Ortiga trae agua a la espiga".
Noto la presencia de la colonia de grajos que aquí arriba suelen estar, en días como hoy levantan el vuelo, subiendo, bajando y planeando por la fuerza del viento y acompañado por sus habituales graznidos, parecen que me dicen, estate quieto y no moleste.

Sentado en una piedra al lado de un torreón y al socuello del aire de la Sierra de Ortiga, da tiempo de ver, pensar y recordar.
Es un recuerdo lejano, eran como lamentos, había que estar muy cerca para escucharlos, siempre estaba a su lado por eso los escuchaba.
"El día que se valla me voy a vestir de colorao...... maldito sea mi sino, maldita sea mi suerte, ¿porque te cruzaste en mi camino y llegué a quererte?". Nunca se vistió de colorao, aquel camino se acabó hace una década, lentamente y con mucho dolor, demasiados abrojos pisó, antes de irse dijo alto y claro "Mis cenizas al Mar Cantábrico as de echar, para poder navegar en libertad", así lo escuché y así lo hice.
Aquí arriba al socuello del aire se está bién, amenaza lluvia, iré bajando despacio y disfrutando del encanto de la calles de Magacela.
Hace bastante rato que está lloviendo, sigo caminando, disfrutando de esta ligera lluvia y del agradable viento que viene de la Sierra de Ortiga, por mucho que llueva el camino no se va encharcar, tiene un granulado grueso de granito.
Ha cesado la lluvia, hago una pausa, hasta Villanueva queda un buen trecho, me giro y veo a Magacela en todo su esplendor ,¿que tiene Magacela que me cautiva? ¿será el olivar de Getsemaní?

Con un caminar lento, pausado y perezoso me voy alejando de Magacela, es un sentimiento de alegría y de pesar porque atrás se va quedando un hermoso lugar, se ve la silueta del cerro y del castillo lo demás va quedando difuminado. Una hermosa jornada del Camino Mozárabe de Santiago,de Campanario a Magacela y Villanueva.
No se cuando volveré hacer esta parte del camino, pues mi morada está muy lejos de aquí, tal vez será dentro de unos meses o años o será la última vez, pues el reuma va minando la salud, ya me lo decía mi madre, ahora que eres joven haz lo que tenga que hacer porque luego vendrán las goteras a causa del reuma y no lo podrás hacer, no te arrepientas de los que has hecho, sino de lo que te has quedado por hacer.