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07-12-10 19:37 #6660338
Por:POETANOSTALGICO

NO SOMOS TAN MONOS
LOS HOMBRES MONOS... ¿QUE ERAN?

DURANTE muchos años ha habido informes de que se han encontrado los restos fósiles de humanos parecidos a simios o monos. La literatura científica abunda en los conceptos artísticos de tales criaturas. ¿Son estas las transiciones evolutivas entre las bestias y el hombre? ¿Son unos “hombres-monos” nuestros antecesores? Los científicos evolucionistas afirman que sí. Por eso, con frecuencia leemos expresiones como este título de un artículo de una revista científica: “Cómo se convirtió en hombre el antropoide”1.

2 Es verdad que algunos evolucionistas no creen que sea correcto llamar “antropoides” o “monos” a estos antecesores teóricos del hombre. Con todo, otros evolucionistas no son tan exigentes de precisión2. Stephen Jay Gould dice: “La gente [...] evolucionó de antepasados simiescos”3. Y George Gaylord Simpson declaró: “El antepasado común ciertamente sería llamado antropoide o mono en el habla popular por cualquier persona que lo viera. Puesto que los términos antropoide y mono son términos definidos por el uso popular, los antepasados del hombre fueron antropoides o monos”4.

3 ¿Por qué es tan importante el registro fósil en el esfuerzo por documentar la existencia de antecesores simiescos o parecidos a monos para la humanidad? Porque en el mundo viviente de hoy no hay nada que apoye tal idea. Como se muestra en el capítulo 6 de este libro, hay una enorme laguna entre los humanos y todo animal existente hoy, incluso la familia de los monos antropomorfos, o antropoides. Por eso, puesto que el mundo viviente no suministra un eslabón entre el hombre y el antropoide, se esperaba que el registro fósil lo hiciera.

4 Desde el punto de vista de la evolución, la obvia laguna que existe entre el hombre y el antropoide hoy es extraña. La teoría evolucionista sostiene que, a medida que los animales progresaron en la escala de la evolución, se hicieron más capaces de sobrevivir. Entonces, ¿por qué está todavía en existencia la familia “inferior” de los antropoides, pero no hay ningún representante de las presuntas formas intermedias, que supuestamente habrían de ser más adelantadas en el proceso evolutivo? Hoy vemos chimpancés, gorilas y orangutanes, pero no vemos “hombres-monos”. ¿Parece probable que cada uno de los más recientes y supuestamente más adelantados “eslabones” entre las criaturas simiescas y el hombre moderno hubieran de haberse extinguido, pero no los antropoides, que serían inferiores?

¿CUANTA PRUEBA FOSIL?
5 A juzgar por los relatos que se dan en la literatura científica, en las exhibiciones de los museos y en la televisión, parecería que de seguro debería haber abundante prueba de que los humanos hubieran evolucionado desde criaturas semejantes a monos. ¿Es realmente cierto eso? Por ejemplo, ¿qué prueba fósil había de esto en el tiempo de Darwin? ¿Fue prueba de esa índole lo que lo estimuló a formular su teoría?

6 La publicación The Bulletin of the Atomic Scientists (El boletín de los científicos atómicos) nos informa: “Las primeras teorías de la evolución humana son en realidad muy extrañas, si se examinan con detenimiento. David Pilbeam ha descrito las primeras teorías como ‘infósiles’. Es decir, se trataba de teorías sobre la evolución humana de las cuales uno pensaría que requerirían alguna prueba fósil, pero en realidad había o tan pocos fósiles que no ejercían influencia alguna en la teoría, o ningún fósil en absoluto. De modo que lo único que había entre los supuestos parientes más cercanos al hombre y los primeros fósiles humanos era la imaginación de unos científicos del siglo XIX”. Esta publicación científica muestra por qué: “La gente quería creer en la evolución, la evolución humana, y esto afectó el resultado de su obra”5.

7 Después de más de un siglo de búsqueda, ¿cuánta prueba fósil hay de los “hombres-monos”? Richard Leakey declaró: “Los que trabajan en este campo tienen tan poca prueba sobre la cual basar sus conclusiones que frecuentemente se les hace necesario cambiar de conclusiones”6. La revista New Scientist comentó: “A juzgar por la cantidad de prueba sobre la cual se funda, el estudio del hombre fósil difícilmente merece ser más que una subdisciplina de la paleontología o de la antropología. [...] tan atormentadoramente incompleta es la colección, y tan fragmentarios y tan poco convincentes suelen ser los especímenes mismos”7.

8 De manera similar, el libro Origins (Orígenes) confiesa lo siguiente: “A medida que adelantamos por la senda de la evolución hacia los humanos el paso se hace claramente incierto, debido, de nuevo, a la poca prueba fósil”8. La revista Science añade: “La principal prueba científica es un conjunto de huesos lastimosamente pequeño del cual construir la historia evolutiva del hombre. Cierto antropólogo ha comparado esa tarea con la de reconstruir el argumento de Guerra y Paz con 13 páginas seleccionadas al azar”9.

9 Precisamente, ¿cuán escaso es el registro fósil en cuanto a los “hombres-monos”? Note lo siguiente. La revista Newsweek: “‘Todos los fósiles se pudieran colocar encima de un solo escritorio’, dijo Elwyn Simons, de la Universidad Duke”10. El periódico The New York Times: “Los restos fósiles conocidos de los antepasados del hombre cabrían sobre una mesa de billar. Eso constituye una pobre plataforma desde la cual tratar de penetrar la niebla de los últimos millones de años”11. La revista Science Digest: “El hecho sorprendente es que toda la prueba física que tenemos para la evolución humana todavía se puede colocar, con lugar de sobra, ¡dentro de un solo ataúd! [...] Por ejemplo, los antropoides modernos dan la impresión de haber aparecido sin fuente alguna. No tienen ayer, no tienen registro fósil. Y el origen verdadero de los humanos modernos —de seres erguidos, desnudos, hacedores de instrumentos, de cerebro grande— es, si vamos a ser honrados con nosotros mismos, un asunto tan misterioso como ese”12.
10 Los humanos de tipo moderno, con capacidad para razonar, trazar planes, inventar, edificar sobre el conocimiento ya adquirido y usar lenguajes complejos, aparecen de súbito en el registro fósil. Gould, en su libro The Mismeasure of Man (El hombre mal medido), señala: “No tenemos prueba de cambio biológico en el tamaño ni en la estructura del cerebro desde la aparición de Homo sapiens en el registro fósil hace unos cincuenta mil años”13. Así, pues, el libro The Universe Within (El universo interno) pregunta: “¿Qué hizo que la evolución [...] produjera, como de la noche a la mañana, a la humanidad moderna con su cerebro altamente especial?”14. La evolución no puede contestar. Pero ¿pudiera hallarse la respuesta en la creación de una criatura muy compleja y diferente?

¿DONDE ESTAN LOS ESLABONES?
11 Sin embargo, ¿no han hallado los científicos los “eslabones” necesarios entre los animales simiescos y el hombre? No según la prueba existente. La revista Science Digest habla de “la falta de un eslabón perdido que explique la aparición relativamente súbita del hombre moderno”15. La revista Newsweek declaró: “El eslabón perdido entre el hombre y los antropoides [...] es simplemente el más atractivo de toda una jerarquía de criaturas fantasmas. En el registro fósil, los eslabones perdidos son la regla”16.

12 Porque no hay eslabones, de una cantidad mínima de pruebas hay que fabricar “criaturas fantasmas” y presentarlas como si en realidad hubieran existido. Eso explica por qué pudiera ocurrir la siguiente contradicción, según el informe de una revista científica: “Los humanos evolucionaron en pasos graduales desde sus antepasados simiescos, y no, como afirman algunos científicos, en saltos repentinos de una forma a otra. [...] Pero, según informes, otros antropólogos, trabajando con más o menos la misma información, han llegado a una conclusión exactamente opuesta a esa”17.

13 Por esto podemos entender mejor la declaración que hizo el respetado anatomista Solly Zuckerman, quien escribió en la publicación Journal of the Royal College of Surgeons of Edinburgh (Revista del Real Colegio de Cirujanos de Edimburgo): “La búsqueda del proverbial ‘eslabón perdido’ de la evolución del hombre, ese santo grial de una secta de anatomistas y biólogos que jamás desaparece, permite que el razonamiento superficial y el mito florezcan hoy tan felizmente como lo hacían 50 años atrás, y más”18. Señaló que, con demasiada frecuencia, se pasaban por alto los hechos y, en vez de darles apoyo, se apoyaba lo que era popular por el momento, a pesar de la prueba que lo contradecía

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07-12-10 19:42 #6660362 -> 6660338
Por:POETANOSTALGICO

RE: NO SOMOS TAN MONOS
EL ARBOL GENEALÓGICO DEL HOMBRE

14 Como resultado de esto, el “árbol genealógico” que suele dibujarse según la supuesta evolución del hombre desde los animales inferiores cambia constantemente. Por ejemplo, Richard Leakey declaró que un descubrimiento fósil muy reciente “deja en ruinas la noción de que todos los fósiles primitivos pueden ser puestos en una secuencia ordenada de cambio evolutivo”19. Y un informe periodístico acerca de ese descubrimiento declaró: “Cuanto libro de antropología hay, cuanto artículo de la evolución del hombre, sí, y todo dibujo del árbol genealógico del hombre, tendrán que ser descartados. Parece que están equivocados”20.

15 El árbol genealógico teórico de la evolución humana está lleno de “eslabones” rechazados que habían recibido aceptación. Un artículo de fondo del periódico The New York Times señaló que la ciencia evolucionista “tiene tanto lugar para la conjetura que las teorías de cómo llegó a existir el hombre tienden a decir más acerca del autor de ellas que de su tema. [...] Muchas veces parece que el descubridor de un nuevo cráneo dibuja de nuevo el árbol genealógico del hombre, y al hacerlo pone su descubrimiento en la línea central que conduce al hombre, y los cráneos de todos los demás en líneas secundarias que no conducen a ningún lugar”21.

16 En una reseña del libro The Myths of Human Evolution (Los mitos de la evolución humana), escrito por los evolucionistas Niles Eldredge y Ian Tattersall, la revista Discover declaró que los autores eliminaron todo árbol genealógico evolucionista. ¿Por qué? Después de señalar que “solo se puede adivinar cuáles son los eslabones que componen el conjunto de antepasados de la especie humana”, esta publicación declaró: “Eldredge y Tattersall insisten en que el hombre busca en vano a sus antepasados. [...] Si la prueba estuviera allí, afirman, ‘se pudiera esperar con confianza que a medida que se hallaran más fósiles homínidos la historia de la evolución humana se hiciera más clara. Mientras que, si algo ha pasado, es lo contrario de eso’”.

17 La revista Discover llegó a esta conclusión: “La especie humana, y todas las especies, seguirán siendo en cierto sentido huérfanas, pues la identidad de sus padres está perdida en el pasado”22. Quizás “perdida” desde el punto de vista de la teoría evolucionista. Pero ¿no ha “hallado” la alternativa de Génesis a nuestros padres como realmente son en el registro fósil... plenamente humanos, tal como lo somos nosotros?

18 El registro fósil revela un origen distinto, separado, para los monos antropoides y para los humanos. Por eso la prueba fósil de la conexión del hombre con las bestias simiescas no existe. En realidad los eslabones nunca han estado allí.

¿QUE APARIENCIA TENIAN?
19 Sin embargo, si los antecesores del hombre no eran parecidos a monos, ¿por qué hay tantos dibujos y reproducciones de “hombres-monos” en las publicaciones científicas y en museos de todo el mundo? ¿En qué se basan estos? El libro The Biology of Race (La biología de la raza) responde: “Para completar los detalles de la carne y el pelo de tales reconstrucciones hay que recurrir a la imaginación”. Añade: “El color de la piel; el color, la forma y la distribución del pelo; la forma de los rasgos; y el aspecto de la cara... de estas características no sabemos absolutamente nada respecto a cualesquiera hombres prehistóricos”23.

20 La revista Science Digest también comentó: “La vasta mayoría de las concepciones artísticas se fundan más en la imaginación que en la prueba. [...] Los artistas tienen que crear algo que se encuentre entre un antropoide y un ser humano; mientras más antiguo se diga que es el espécimen, más parecido a mono lo hacen”24. Donald Johanson, buscador de fósiles, reconoció: “Nadie puede estar seguro de precisamente qué apariencia presentaba cualquier homínido extinto”25.

21 De hecho, la revista New Scientist informó que no hay “suficiente prueba del material fósil para sacar de los campos de la fantasía nuestro teorizar”26. Por eso, los dibujos e ilustraciones de “hombres-monos” son, como admitió cierto evolucionista, “en la mayoría de los respectos, pura ficción [...] total invención”27. En armonía con eso, en Man, God and Magic (El hombre, Dios y la magia) Ivar Lissner hizo este comentario: “Tal como lentamente estamos aprendiendo que los hombres primitivos no son necesariamente salvajes, así tenemos que aprender a darnos cuenta de que los hombres primitivos del período Glacial no eran ni bestias brutas ni semiantropoides ni cretinos. De ahí la inefable estupidez de todos los intentos por reconstruir al hombre de Neandertal o hasta al hombre de Pekín”28.

22 En su deseo de hallar prueba de la existencia de “hombres-monos”, algunos científicos han caído en los lazos del engaño directo; por ejemplo, el relacionado con el hombre de Piltdown, en 1912. Por 40 años este fue aceptado como genuino por la mayoría de la comunidad evolucionista. Finalmente, en 1953 se descubrió el engaño cuando las técnicas modernas revelaron que huesos humanos y de antropoides habían sido combinados y tratados artificialmente para que representaran gran edad. En otro caso, en la prensa se presentó el dibujo de un “eslabón perdido” semejante a un antropoide. Pero más tarde se reconoció que la “prueba” consistía en solamente un diente que pertenecía a una forma extinta de cerdo29.

¿QUE ERAN?
23 Si las reconstrucciones de los “hombres-monos” no son válidas, entonces, ¿qué eran esas criaturas antiguas cuyos huesos fósiles han sido hallados? Uno de estos mamíferos de gran antigüedad de los cuales se alega que están en la línea del hombre es un animalito parecido a roedor del cual se dice que vivió unos setenta millones de años atrás. En su libro Lucy: The Beginnings of Humankind (Lucy: Los principios de la humanidad), Donald Johanson y Maitland Edey escribieron: “Eran cuadrúpedos insectívoros de aproximadamente el tamaño y la forma de las ardillas”30. Richard Leakey llamó a este mamífero un “primate parecido a rata”31. Pero ¿hay prueba sólida alguna de que estos animalitos hayan sido los antecesores de los humanos? No; en vez de eso, solo hay el razonamiento superficial de los que quisieran que así fuera. Ninguna etapa de transición las ha conectado alguna vez con nada excepto con lo que esas formas eran: mamíferos pequeños semejantes a roedores.

24 Después en la lista que por lo general se acepta, con una laguna admitida de unos cuarenta millones de años, hay fósiles que se hallaron en Egipto y que fueron llamados egiptopiteco (Aegyptopithecus... simio egipcio). Se dice que esta criatura vivió unos treinta millones de años atrás. Revistas, periódicos y libros han presentado ilustraciones de esta criaturita, con titulares como estos: “Criatura parecida a mono fue nuestro antepasado” (revista Time)32. “Primate africano parecido a mono llamado antepasado común del hombre y de los antropoides” (periódico The New York Times)33. “Egiptopiteco es un antepasado que compartimos con los antropoides vivos” (obra Origins [Orígenes])34. Pero ¿dónde están los eslabones entre esta criatura y el roedor que vino antes de ella? ¿Dónde están los eslabones a lo que se coloca después de ella en el alineamiento evolutivo? No se ha hallado ninguno.
La subida y caída de los “hombres-monos”

25 Después de otra laguna también reconocida como grande en el registro fósil, se había presentado otra criatura fósil como el primer simio parecido a un humano. Se dijo que había vivido unos catorce millones de años atrás, y fue llamado ramapiteco (Ramapithecus... el simio de Rama [Rama era un príncipe mítico de la India]). Hace aproximadamente medio siglo se hallaron fósiles de este animal en la India. De estos fósiles se construyó una criatura parecida a un antropoide, erguida, plantada sobre dos extremidades. De esta criatura, Origins (Orígenes) declaró: “Hasta donde se puede decir al momento, es el primer representante de la familia humana”35.

26 ¿Qué prueba fósil había para llegar a tal conclusión? La misma publicación dijo: “La prueba en cuanto a ramapiteco es considerable... aunque en términos absolutos sigue siendo atormentadoramente pequeña: fragmentos de la quijada superior y la inferior, más un conjunto de dientes”36. ¿Cree usted que esto era “prueba” lo suficientemente “considerable” como para reconstruir a un “hombre-mono” erguido que fuera antecesor de los humanos? Sin embargo, los artistas dibujaron a esta criatura mayormente hipotética como un “hombre-mono”, y dibujos de esta criatura se generalizaron en la literatura evolucionista... ¡todo sobre la base de fragmentos de quijadas y unos dientes! Con todo, como informó el periódico The New York Times, por décadas ramapiteco “se mantuvo, con toda la seguridad que pudiera tener, en la base del árbol evolutivo humano”37.

27 Sin embargo, ya eso no es así. Fósiles recientes y más completos revelaron que ramapiteco tenía estrecho parecido a la familia actual de los antropoides. Debido a eso, la revista New Scientist declara ahora: “Ramapiteco no pudo haber sido el primer miembro de la línea humana”38. Esta nueva información evocó la siguiente pregunta en la revista Natural History: “¿Cómo se metió ramapiteco, [...] reconstruido únicamente de unos dientes y quijadas —sin pelvis, huesos de extremidades ni cráneo conocidos— en esta procesión en marcha hacia el hombre?”39. Es obvio que tiene que haber intervenido mucha ilusión en tal esfuerzo para hacer que la prueba dijera lo que no dice.
28 Hay otra laguna de enormes proporciones entre esa criatura y la siguiente que había sido puesta en la lista como antepasado de tipo “hombre-mono”. A esta última se llama australopiteco (Australopithecus... simio del sur). Fósiles de este se encontraron originalmente en el sur de África en los años veinte de este siglo.

Tenía un cráneo pequeño como de antropoide y una quijada pesada, y lo representaron caminando sobre dos extremidades, encorvado, cubierto de pelo y con apariencia de antropoide. Se decía que había vivido unos tres o cuatro millones de años atrás. Con el tiempo llegó a ser aceptado por casi todos los evolucionistas como el antepasado del hombre.

29 Por ejemplo, el libro The Social Contract (El contrato social) señaló: “Con una o dos excepciones, todos los investigadores competentes en este campo concuerdan ahora en que los australopitecinos [...] son verdaderos antecesores del hombre”40. El periódico The New York Times declaró: “Fue australopiteco [...] el que con el tiempo evolucionó hasta Homo sapiens, o el hombre moderno”41. Y en Man, Time, and Fossils (El hombre, el tiempo y los fósiles) Ruth Moore dijo: “Toda la prueba indicaba que los hombres al fin habían encontrado a sus antecesores primitivos, que por mucho tiempo les habían sido desconocidos”. Declaró ella con énfasis: “La prueba era arrolladora [...] al fin se había encontrado el eslabón perdido”42.
30 Pero cuando en realidad la prueba para algo es débil, o no existente, o se basa en puro engaño, tarde o temprano lo que se afirma queda en nada. Así ha sucedido en el caso de muchos ejemplos pasados de presuntos “hombres-monos”.

31 Así ha sucedido, también, con australopiteco. La investigación creciente ha revelado que su cráneo “difería del de los humanos de más maneras que solamente su menor capacidad cerebral”43. El anatomista Zuckerman escribió: “El cráneo australopitecino, al compararse con el cráneo humano y el cráneo símico [de antropoide], parece arrolladoramente símico... no humano. La proposición contraria pudiera igualarse a una afirmación de que lo negro es blanco”44. También dijo: “Nuestros descubrimientos dejan poca duda respecto a que [...] australopiteco no se parece a Homo sapiens, sino a los monos y antropoides vivientes”45. Donald Johanson también dijo: “Los australopitecinos [...] no eran hombres”46. Richard Leakey también llamó “poco probable el que nuestros antecesores directos sean descendientes evolutivos de los australopitecinos”47.

32 Si hoy hubiera de hallarse vivos a algunos australopitecinos, serían puestos en los jardines zoológicos con los demás antropoides. Nadie los llamaría “hombres-monos”. Lo mismo es cierto de otros “primos” fósiles semejantes, como un tipo de australopitecino más pequeño llamado “Lucy”. De este espécimen Robert Jastrow dice: “Este cerebro no era grande en tamaño absoluto; tenía la tercera parte del tamaño de un cerebro humano”48. Es obvio que este australopitecino era también sencillamente un “antropoide”. De hecho, la revista New Scientist dijo que “Lucy” tenía un cráneo “muy parecido al de un chimpancé”49.

33 Otro tipo fósil recibe el nombre de Homo erectus... hombre erguido. El tamaño y la forma de su cerebro sí caen dentro del alcance de las medidas inferiores del cerebro del hombre moderno. Además, la Encyclopædia Britannica declaró que “los huesos de las extremidades descubiertos hasta ahora no se han podido distinguir de los de H[omo] sapiens”50. Sin embargo, no está claro si era humano o no. Si lo era, entonces era simplemente una rama de la familia humana, y desapareció.

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07-12-10 19:45 #6660381 -> 6660362
Por:POETANOSTALGICO

RE: NO SOMOS TAN MONOS
LA FAMILIA HUMANA

34 El hombre de Neandertal (llamado así por el distrito de Neander, en Alemania, donde se halló el primer fósil) era indudablemente humano. Al principio se le pintó encorvado, con apariencia de estúpido, peludo y simiesco. Ahora se sabe que esta reconstrucción equivocada se basó en un esqueleto fósil que había sido malamente deformado por una enfermedad. Desde entonces se han hallado muchos fósiles de Neandertal, y estos confirman que no difería mucho de los humanos modernos. En su libro Ice (Hielo), Fred Hoyle declaró: “No hay prueba de que el hombre de Neandertal fuera de manera alguna inferior a nosotros”51. El resultado ha sido que dibujos recientes de los neandertaloides han adquirido una apariencia más moderna.

35 Otro tipo fósil que frecuentemente se menciona en la literatura científica es el del hombre de Cro-Magnon, o Cromañón. Fue llamado así por el lugar, en el sur de Francia, donde sus huesos fueron originalmente desenterrados. Estos especímenes “eran casi tan indistinguibles de los de hoy que hasta los más escépticos tuvieron que admitir que eran humanos”, dice el libro Lucy52.

36 Así, pues, hay clara indicación de que no existe fundamento para creer en “hombres-monos”. En vez de eso, los humanos tienen todas las señales de haber sido creados... separados y distintos de todo animal. Los humanos se reproducen solamente según su propio género. Hacen eso hoy, y siempre han hecho eso en el pasado. Cualesquiera criaturas simiescas que vivieran en el pasado eran precisamente eso —antropoides, o monos— no humanos. Y los fósiles de humanos antiguos que difieren ligeramente de los humanos de hoy simplemente demuestran variedad dentro de la familia humana, tal como hoy tenemos muchas variedades que viven lado a lado. Hay humanos de dos metros (siete pies) de estatura y hay pigmeos, con una variedad de tamaños y formas de esqueletos. Pero todas estas variedades pertenecen al mismo tipo o “género” humano, no a un “género” animal.

¿QUE SE DICE DE LAS FECHAS?
37 La cronología bíblica indica que desde la creación de los humanos han pasado unos seis mil años. Entonces, ¿por qué lee uno con frecuencia acerca de espacios de tiempo mucho mayores desde que aparecieron fósiles de tipo reconocidamente humano?
38 Antes de llegar a la conclusión de que la cronología bíblica esté equivocada, considere el hecho de que los métodos de fechar mediante la radiactividad han llegado a estar bajo vigorosa crítica por algunos científicos. Una publicación científica dio informe de estudios que muestran que “las fechas determinadas por degeneración radiactiva pueden estar equivocadas... no solo por unos cuantos años, sino por órdenes de magnitud”. Dijo: “Es posible que el hombre, en vez de haber estado en la Tierra por 3.600.000 años, haya estado en existencia por solo unos cuantos miles”53.

39 Tome, por ejemplo, el “reloj” de radiocarbono. Este método de fechar por radiocarbono fue desarrollado durante un espacio de dos décadas por científicos de todas partes del mundo. Recibió amplia aclamación por suministrar fechas exactas de artefactos provenientes de la historia antigua del hombre. Pero entonces hubo en Uppsala, Suecia, una conferencia de los peritos del mundo, entre ellos radioquímicos, arqueólogos y geólogos, para comparar sus apuntes. El informe de su conferencia mostró que las suposiciones fundamentales sobre las cuales se habían basado las medidas habían resultado poco seguras a mayor o menor grado. Por ejemplo, se halló que la proporción de formación de carbono radiactivo en la atmósfera no ha sido consecuente en el pasado, y que este método no es confiable para fechar objetos que sean de aproximadamente 2.000 años antes de la era común, o de tiempo anterior a ese54.

40 Tenga presente que la prueba verdaderamente confiable de la actividad del hombre en la Tierra no se da en millones de años, sino en miles. Por ejemplo, en The Fate of the Earth (El destino de la Tierra) leemos: “Solo seis o siete mil años atrás [...] surgió la civilización, y nos permitió edificar un mundo humano”55. The Last Two Million Years (Los últimos dos millones de años) declara: “En el Viejo Mundo, la mayoría de los pasos críticos en la revolución agrícola se dieron entre 10.000 y 5.000 años antes de Cristo.” También dice: “Solo durante los últimos 5.000 años ha dejado el hombre registros escritos”56. El hecho de que el registro fósil muestra que el hombre moderno apareció de súbito en la Tierra, y de que, como se admite, los registros históricos confiables son recientes, armoniza con la cronología bíblica de la vida humana en la Tierra.

41 A este respecto, note lo que declaró en la revista Science W. F. Libby, físico nuclear y ganador del premio Nobel, uno de los pioneros en fechar mediante radiocarbono: “La investigación en el desarrollo de la técnica de fechar consistió en dos etapas... determinar la fecha de muestras de las épocas histórica y prehistórica, respectivamente. Arnold [un colaborador] y yo recibimos nuestra primera sacudida cuando los que nos aconsejaban nos informaron que la historia se remontaba únicamente hasta 5.000 años atrás. [...] Uno lee declaraciones que dicen que tal y tal sociedad o lugar arqueológico es de 20.000 años atrás. Aprendimos, algo abruptamente, que estas cifras, estas edades antiguas, no se conocen con exactitud”57.

42 En una reseña de un libro sobre la evolución, el autor inglés Malcolm Muggeridge comentó acerca de la falta de prueba para la evolución. Señaló que, de todos modos, florecía el razonamiento superficial y sin riendas. Entonces dijo: “En comparación con eso, el relato de Génesis parece suficientemente serio, y por lo menos tiene el mérito de estar relacionado válidamente con lo que conocemos acerca de los seres humanos y su comportamiento”. Dijo que las alegaciones sin base de millones de años para la evolución del hombre “y saltos desenfrenados de cráneo a cráneo, no pueden menos que impresionar como pura fantasía al que no haya sido cautivado por el mito [evolucionista]”. Muggeridge llegó a esta conclusión: “De seguro la posteridad quedará asombrada, y espero que en gran medida entretenida, por el hecho de que tal teorizar descuidado y no convincente hubiera cautivado con tanta facilidad mentes del siglo XX, y hubiera sido aplicado tan amplia e imprudentemente”58.


Saludos
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07-12-10 20:46 #6660728 -> 6660381
Por:primavera.15

RE: NO SOMOS TAN MONOS
Estimado poeta, no me he referido yo a hombres-mono, estoy hablando de Prehistoria, de hombres primitivos, no le negarás la cualidad de humanos a los que ilustraron sus cuevas con pinturas rupestres, éstos eran humanos, ¿o no? Pues mira….

Pájaros sin alas convivieron con el hombre en Australia hace 50.000 años

Un grupo de científicos australianos estima haber encontrado las pinturas rupestres más antiguas hasta ahora conocidas en la tierra de Arnhem.

La figura en cuestión tiene como protagonistas a dos pájaros que habitaron esa zona hace 40.000 años.

La Historia se inicia 3000 a. de Cristo, la existencia del hombre….ya ves !!! El eslabón perdido, se perdería mucho antes, pero éstos, pintaban, ¡¡¡eran hombres!!!

La cosa,no se sostiene poeta, éstos ya deberían de haberse comido la manzana,¡ eran hombres!

P.D. Con esta intervención ,por mi parte doy por zanjado el tema, que cada uno saque sus propias conclusiones.

SALUDOS
Puntos:
07-12-10 21:56 #6661123 -> 6660728
Por:trincocritia..

RE: NO SOMOS TAN MONOS
La prueba del carbono14, efectivamente no exacta. No es exacta si sepretende medir la antigüedad decualquier cosa que tengamás de 5370 años. Para cualquier elemento fuera del periodo citado existen métodos diversos en función de su "edad",todos ellos con una precisión más que aceptable.A continuación expongo algunos:

C-CARBONO14 N-NITRÓGENO--------5370 AÑOS

U-URANIO-207 PB-PLOMO----------0.72 (X10 elevado a 9 años)

RB-RUBIDIO-87 SR-ESTRONCIO-----48.8 (X10 elevado a 9 años)

K-POTASIO-40 AR-ARGÓN 40-------1.25 (X10 elevado a 9 años)

HAY MÁS FORMAS Y TÉCNICAS PARA DETERMINAREDADES GEOLÓGICAS, ¿CÓMO CREEIS QUE SE PUDIERON DETERMINAR LAS QUE A CONTINUACIÓN MENCIONO?Todas están aceptadas por lo geólogos y estudiadas a fondo.
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LAS CIFRAS SE EXPRESAN EN MILLONES DE AÑOS.Podeis observar las tolerancias que en toda dimensión existen,son las cifras que van acompañadas de más menos (+/-)

Fanerozoico Cenozoico Cuaternarioe Holoceno 0,011784 * Final de la Edad de Hielo y surgimiento de la civilización actual

Pleistoceno 2,588 * Ciclos de glaciaciones. Evolución de los humanos modernos. Extinción de la megafauna

Neógeno Plioceno 5,332 * Formación del Istmo de Panamá. Capa de hielo en el Ártico y Groenlandia. Clima similar al actual. Australopitecos
Mioceno 23,03 * Desecación del Mediterráneo. Reglaciación de la Antártida

Paleógeno Oligoceno 33,9 ±0,1 * Orogenia Alpina. Formación de la Corriente Circumpolar Antártica y congelación de la Antártida. Familias modernas de animales y plantas

Eoceno 55,8 ±0,2 * India colisiona con Asia. Máximo térmico del Paleoceno-Eoceno. Disminución del dióxido de carbono. Extinción de final del Eoceno

Paleoceno 65,5 ±0,3 * Continentes de aspecto actual. Clima uniforme, cálido y húmedo. Florecimiento animal y vegetal

Mesozoico Cretácico 145,5 ±4,0 * Máximo de los dinosaurios. Primitivos mamíferos placentarios. Extinción masiva del Cretácico-Terciario

Jurásico 199,6 ±0,6 * Mamíferos marsupiales, primeras aves, primeras plantas con flores

Triásico 251,0 ±0,4 * Extinción masiva del Triásico-Jurásico. Primeros dinosaurios, mamíferos ovíparos

Paleozoico Pérmico 299,0 ±0,8 * Formación de Pangea. Extinción masiva del Pérmico-Triásico, 95% de las especies desaparecen
Carboníferof Pensilvaniense 318,1 ±1,3 * Abundantes insectos, primeros reptiles, bosques de helechos

Misisipiense 359,2 ±2,5 * Árboles grandes primitivos
Devónico 416.0 ±2,8 * Aparecen los primeros anfibios, Lycopsida y Progymnospermophyta

Silúrico 443,7 ±1,5 * Primeras plantas terrestres fósiles
Ordovícico 488,3 ±1,7 * Dominan los invertebrados. Extinciones masivas del Ordovícico-Silúrico

Cámbrico 542,0 ±1,0 * Explosión cámbrica. Primeros peces. Extinciones masivas del Cámbrico-Ordovícico
Proterozoico Neoproterozoicob Ediacárico 635 * Formación de Pannotia. Fósiles de metazoarios

Criogénico 850 Tierra bola de nieve

Tónico 1.000 Fósiles de acritarcos

Mesoproterozoico Esténico 1.200 Formación de Rodinia

Ectásico 1.400 Posibles fósiles de algas rojas

Calímmico 1.600 Expansión de los depósitos continentales

Paleoproterozoico Estatérico 1.800 Posible primer eucariota

Orosírico 2.050 Atmósfera oxigénica

Riásico 2.300 Glaciación Huroniana

Sidérico 2.500 Gran Oxidación

Arcaico Neoarcaico 2.800 Fotosíntesis oxigénica. Cratones más antiguos

Mesoarcaico 3.200 Primera glaciación

Paleoarcaico 3.600 Comienzo de la fotosíntesis anoxigénica y primeros posibles fósiles y estromatolitos

Eoarcaico 3.800 ** Primeras células. Primer supercontinente, Vaalbará.

Hadeico Ímbricoc ∼3.850 ** Fin del bombardeo de meteoritos

Nectáricoc ∼3.920 ** Grandes impactos en la Luna

Grupos Basinc ∼4.150 ** Primeras moléculas auto-replicantes

Crípticoc ∼4.570 ** Formación de la Tierra.

DISCULPAR LA EXTENSIÓN,PERO ESTO NO PUEDO SIMPLIFICARLO.
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07-12-10 22:43 #6661305 -> 6661123
Por:POETANOSTALGICO

RE: NO SOMOS TAN MONOS
Estimada primavera
Todas esas pinturas que mencionas son huellas de la HISTORIA del ser humano .No tenían los medios y los estudios que podemos tener hoy día pero su capacidad y su inteligencia estaba intacta y no en fase evolutiva como se desprende de sus pinturas.

Si hoy día se cogiese a un niño de la tribu mas perdida de Africa o de Amazonas y se criara en nuestra sociedad avanzada fácilmente podría llegar a ser un ingeniero o un médico,cuando allí tal vez no pasaría de hacer también pinturas rupestres como las que hicieron los bosquimanos en Africa o los camunos en Italia.

Es fácil perderse en las cifras de los tiempos ,muchos detalles y pruebas están muy manipulados y en el empeño de demostrar lo indemostrable muchos han caído en la tentación incluso de la falsificación para defender lo indefendible.

Los científicos suelen representar las “etapas” finales de “la evolución humana” como una progresión que va del Homo habilis, pasando por el Homo erectus, hasta llegar al “hombre moderno”, el Homo sapiens. Sin embargo, ahora se cree que dos fósiles encontrados en Kenia a unos pasos de distancia entre sí demuestran que las especies Homo habilis y Homo erectus, consideradas antecesoras del ser humano, vivieron al mismo tiempo. “Su coexistencia hace muy improbable que el Homo erectus evolucionara del Homo habilis”, asegura Meave Leakey, coautora de un artículo sobre el tema.

Una muestra de la nebulosa que hay sobre este mundo, es lo que ocurrió aquí en ESPAÑA con el HOMBRE DE ORCE

El fósil que engañó a científicos y profanos

TOMÁS SERRANO, campesino español ya entrado en años y con la piel curtida por el sol, creía desde hacía mucho que su cortijo de Andalucía ocultaba algo único. A menudo desenterraba con su arado huesos y dientes extraños que con toda seguridad no pertenecían a ninguno de los animales de la zona. Pero cuando hablaba de sus hallazgos en el pueblo, nadie parecía hacerle mucho caso, al menos hasta 1980.

En aquel año llegó un equipo de paleontólogos para realizar una serie de investigaciones en la región. En poco tiempo descubrieron un verdadero tesoro de fósiles: huesos de osos, elefantes, hipopótamos y otros animales, todos ellos depositados en una pequeña zona que aparentemente era una antigua marisma ahora seca. Sin embargo, fue en 1983 cuando este prolífico yacimiento saltó a los titulares de todo el mundo.

En ese año se descubrió un pequeño e interesante fragmento de cráneo. Se le anunció como “el vestigio humano más antiguo encontrado en Eurasia”. Algunos científicos calcularon que su edad oscilaba entre 900.000 y 1.600.000 años, por lo que esperaban que su descubrimiento significara “una revolución en el estudio de la especie humana”.

El fósil que provocó tanto entusiasmo fue bautizado con el nombre de “hombre de Orce”, por el pueblo de la provincia española de Granada donde fue descubierto.

El “hombre de Orce” sale a la luz pública
El 11 de junio de 1983 fue la fecha elegida en España para la presentación pública del fósil. Científicos prominentes del país, así como de Francia y de Gran Bretaña, habían comprobado su autenticidad, y se contó de inmediato con el apoyo político. Una revista mensual española informó con gran entusiasmo: “España, y en particular Granada, se ponen a la cabeza de la antigüedad del macrocontinente Euroasiático”.

¿Cómo era en realidad el “hombre de Orce”? Los científicos lo describieron como originario de África. Se pensó que este fósil pertenecía a un joven de unos 17 años de edad y un metro y medio de estatura. Probablemente era un cazador y recolector de frutos que todavía no había aprendido a utilizar el fuego. Es posible que hubiera desarrollado alguna forma rudimentaria de religión y lenguaje. Se alimentaba de frutas, cereales, bayas, insectos y, en ocasiones, de los restos de animales muertos por las hienas.
Errores en la identificación
El 12 de mayo de 1984, a solo dos semanas de la celebración de un simposio científico internacional sobre el tema, surgieron serias dudas acerca del origen del fragmento de cráneo. Tras una cuidadosa limpieza de la capa de caliza fosilizada depositada en la cara interna del cráneo, los paleontólogos hallaron una desconcertante “cresta”. Los cráneos humanos no poseen ninguna cresta de esas características. El simposio fue aplazado.

El periódico madrileño El País publicó en titulares: “Serios indicios de que el cráneo del ‘hombre de Orce’ pertenece a un asno”. Finalmente, en 1987, un estudio científico redactado por Jordi Agustí y Salvador Moyà, dos de los paleontólogos que hallaron el fósil, declararon que los análisis efectuados con rayos X habían confirmado que este pertenecía a una clase de équido.
¿Por qué se equivocaron?
Las razones de este infortunio son diversas y ninguna de ellas tiene mucho que ver con los métodos científicos. Es difícil que un descubrimiento tan espectacular de restos de antepasados del hombre se quede por mucho tiempo en el campo de lo exclusivamente científico. Los políticos intentaron enseguida sacar partido de la situación y así el fervor nacionalista eclipsó al rigor científico.

El consejero de Cultura de la Junta de Andalucía declaró que era un orgullo para la región “ser el escenario de un descubrimiento tan importante”. Cuando en algunos círculos se expresaron dudas acerca del hallazgo, el gobierno regional de Andalucía mantuvo con firmeza que “los restos eran auténticos”.

Si un fósil tan insignificante (de siete centímetros y medio de diámetro) adquiere tanta importancia, se debe en parte a la falta de pruebas que apoyen la teoría de la evolución humana. A pesar de sus diminutas proporciones, el fósil del “hombre de Orce” fue aclamado como “el mayor acontecimiento de la ciencia Paleontológica de los últimos tiempos, así como el eslabón que faltaba entre el hombre típicamente africano (homo hábilis), y el hombre más antiguo de todo el continente euroasiático (homo erectus)”. Una imaginación fecunda y unas conjeturas muy poco científicas bastaron para suplir los detalles de la apariencia y el modo de vida del “hombre de Orce”.

Aproximadamente un año antes del descubrimiento, el paleontólogo Josep Gibert, director del equipo científico que realizó el hallazgo, había especulado con las sorpresas que la zona encerraba. “Se trata de una de las concentraciones más importantes del Cuaternario inferior de Europa”, había declarado . Incluso cuando se dio a conocer la verdadera identidad del fósil, el profesor Gibert insistió: “En toda la comunidad científica internacional se tiene claro que en la zona de Guadix-Baza [donde se halló el fósil], tarde o temprano, se encontrará un hombre fósil de más de un millón de años, y desde luego será un descubrimiento sin ningún género de dudas”. Una expectativa en verdad muy ilusoria.
“La ciencia se encarga de descubrir la verdad”
El paleontólogo Salvador Moyà, uno de los descubridores del “hombre de Orce”, admitió con toda honradez: “Tanto al profesor Jordi Agustí como a mí nos costó admitir que el fósil no pertenecía a un humanoide. Sin embargo, la ciencia se encarga de descubrir la verdad, aunque esta no nos guste”.

La controversia que rodeó al “hombre de Orce” bien ilustra lo difícil que le resulta a los paleontólogos descubrir la verdad acerca de la supuesta evolución humana. A pesar de que llevan décadas realizando excavaciones, los verdaderos restos de los hipotéticos antepasados simiescos del hombre no se han descubierto. Aunque no sea del gusto de algunos científicos, ¿es posible que la ausencia de pruebas contundentes indique, después de todo, que no somos producto de la evolución?

Un observador imparcial debería preguntarse si otros “hombres mono” conocidos tienen mayor respaldo del que ha resultado tener el “hombre de Orce”. Como ha quedado ampliamente demostrado a lo largo de la historia, la ciencia puede conducir al hombre a la verdad, pero los científicos no son en absoluto infalibles. Esto se pone de manifiesto especialmente cuando los prejuicios políticos, filosóficos y personales oscurecen los hechos, y cuando se quiere explicar tanto con tan poco.


Saludos
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