La Coronada - Badajoz

No se si os pasa pero en mi caso ,algunos días la memoria se vuelve retrospectiva ,inquieta como un sabueso que husmea en los archivos del recuerdo.

En esa enciclopedia tan personal que cada uno guardamos de lo que fue nuestra infancia, tratamos de mantenerla limpia y ordenada en aquellos tomos de gran valor ,de los que sacamos provecho y que hoy nos condiciona.

Aunque hoy está prohibido por ley trabajar hasta los 16, (a otras edades laborales tampoco se puede por gentilezas de reformas y corruptelas políticas que muchos sufrimos )no era así en otras épocas. A veces en la escuela ,el sitio vacio de algún desertor daba fe de que alguien había dejado los libros por precoces labores que sus padres ante la necesidad, eligieron para sus hijos como prioritarias.

No fue mi caso afortunadamente, a pesar de las dificultades que muchos concordaréis que existían y hacían caldo de cultivo y malos tiempos ,no solo para la lírica sino para la cultura en general.

En esa batalla contra esos enemigos de la formación infantil, hay que reconocer no obstante el mérito de aquellos aguerridos maestros que entre palmetazos , cánticos del cara al sol , prietas las filas y flores a María (nadie es perfecto)lucharon a brazo partido en vanguardia con nuestras tendencias a escabullirnos de la disciplina y las lecciones del parvulito.

Entre clase y clase ,entre días de escuela y de asueto, algunos buscamos una forma ilegal hoy, permitida entonces de conseguir algún ingreso extra, con pequeños trabajos que pondrían las primeras y tempranas piedras, a la disciplina necesaria para las largas jornadas que mas tarde vendrían.

Había un bar en el pueblo, pequeño ,familiar ,entrañable …a cuyos dueños recuerdo con mucho cariño . Lo pesado que muchas veces debí resultar al pasar día tras día por la puerta y desde el postigo preguntar , si había pájaros para pelar.

Fueron muchas horas las que me pasé sentado en una silla quitando su abrigo natural a estos bípedos alados, consiguiendo con la práctica una destreza increíble en el desplume que hoy aplican contra nosotros ,en otra versión de la palabra para nuestra desgracia, algunos políticos y banqueros.

Lo mas complicado era pelar las alas ,el cuello y cabeza. El resto del cuerpo en comparación era visto y no visto.
Por este trabajo, no solo recibía algunas monedas, también algunos polos y lo que mas apreciaba…poder ver en la tele aquel programa que me encantaba de “viaje al fondo del mar”.

Estas personas fueron para mi casi como mi segunda familia y así las recuerdo; aunque por decir algo en contra, el hijo del dueño una tarde -noche de invierno cuando había mas trabajo de lo normal ,cuando la concentración estaba en terminar cuanto antes ,no se le ocurrió otra idea que aparecer envuelto en una sábana, dándonos un susto de muerte a otro compañero y a mi, al entrar de forma inesperada por la ventana del pajar donde teníamos asignado nuestro lugar de trabajo.

Yo tampoco me quedaba corto en la picaresca como el lazarillo de Tormes, algún traguito de vino a veces se escabullía de otro lugar de destino o cuando un día visitando el doblado no se me ocurrió mejor idea que coger un puñado de cacahuetes ,ocurriéndome en este caso lo mismo que en la fábula al mono que mordió la nuez verde, ya que para mi desgracia estaban sin tostar.

En fin ya os seguiré contando cuanto tenga tiempo y ganas ;porque no fue este oficio el único que hacía y hubo también algún que otro dueño al que serví por aquel entonces.

Un saludo

Al menos a alguien(en singular ) que me votó negativamente no le gustó lo que relaté ,aunque no por ello deja de ser cierto, como cierto es que sacarlo del contexto de muchas décadas atrás es tratar de ver la actualidad con las mismas lentes que fueron las que dieron fe de esa realidad de tiempos muy pretéritos.

Mas que los puntos que no me preocupan lo mas mínimo, si me es de relevancia la conclusión de estar en contra sin manifestar el porque ,ya que señalan la justificación de que muchos se vuelvan introvertidos y no manifiestan sus opiniones abiertamente ante el temor de ser rechazados de pleno por detractores anónimos.

Espero que algunos de los personajes que menciono, sin dar nombres y con mi mayor respeto y cariño no sean precisamente quienes se sientan incómodos con mi relato(eso no me lo perdonaría), cuando lo que escribí ,no tiene otro objeto que sellar lo que de forma positiva influyó en mi vida y que no deja de ser parte de esa historia entrañable de nuestro pueblo, al que todos convergemos en darle el máximo protagonismo.

Un saludo

P.D. Me alegro aunque apolítico convencido y afín como solución definitiva de nuestros problemas solo al reino de Dios que Cristo anunció para “hacer la voluntad de Dios en la tierra.”(Mateo 6:10)Que tanta saguijuela y político corrupto imputado sea destronado y al sustituto al menos la honestidad o la honradez se le suponga como nos estampaban con el valor en la cartilla militar…¡el tiempo dirá!.

Esto que dejo aqui no tiene nada que ver con los oficios ni con los disgustos de alguien, pero estamos en el tiempo en el que comenzamos a disfrutar de algunos productos afamados en nuestra tierra, los melones y las sandias. bueno, quizás tenga que ver con los oficios cuando nos referimos a los meloneros y sandieros, no?

Por qué es un error quitar las pepitas a la sandía
Buena Vida
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Eva Carnero Chamón
hace 1 día
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© Proporcionado por El País
Comemos, habitualmente pipas de girasol y también, aunque en menor medida, de calabaza. Pero, ¿ha probado las pipas de sandía? No nos referimos a engullirlas sin más, disimuladas entre los trozos de fruta, sino a degustarlas como el manjar que son. Porque aunque existen variedades de sandías sin pepitas, o incluso a veces van directas a la basura, ha de saber que si no las come estará desperdiciando una importante fuente de fibra, minerales, proteínas y grasas en su dieta habitual.

Como las semillas de girasol o las de calabaza, "el componente principal de la cáscara de las pepitas de sandía es la fibra, y la semilla que hay en su interior destaca por su riqueza en nutrientes", afirma Cristina Lafuente Gómez, dietista y nutricionista en Alimmenta, quien especifica que, en el caso de las pipas de sandía, "su contenido en magnesio (515 mg / 100 g) y en oligoelementos como el cinc (10,2 mg / 100 g) y el manganeso (1,6 mg / 100 g), es especialmente relevante". Además, según añade, aporta proteínas (28,3 g / 100 g) y grasas (47,4 g / 100 g), sobre todo poliinsaturadas (28,1 g/100 g).

¿Y cómo se traduce esta riqueza en su composición nutricional en beneficios para nuestra salud? Tal y como explica la nutricionista, comer pipas de sandía "es una buena manera de aumentar las proteínas vegetales en nuestra dieta", como refrenda la publicación International Journal of Agronomy and Agricultural Research. "Esto ayuda a mantener la masa muscular, además de aportar grasas saludables que tienen la capacidad de regular el colesterol en sangre", asegura la experta.

Por otro lado, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, las semillas de sandía constituyen una fuente importante de minerales como el magnesio, ya que, una taza (108 gramos) contiene 556 miligramos de este mineral. "Su consumo es óptimo para deportistas, pues ayuda a la contracción muscular", explica Lafuente, quien continúa: "El cinc contribuye al buen funcionamiento del sistema inmune".

Sin embargo, la especialista añade también un inconveniente: la dificultad para su digestión, por lo que habría que reducir su consumo "a un puñadito a la semana". Cristina Lafuente detalla: "Ingerir muchas pepitas de sandía sin tratar puede causar molestias gástricas, por lo que es mejor tomar poca cantidad o ingerirlas después de haberlas secado en el horno (la cocción rompe estructuras que dañan el estómago: en la receta verá el modo de hacerlo] y picado a conciencia [con un mortero o picadora eléctrica)". También se venden peladas, pero es difícil encontrarlas y carecen de su aporte en fibra, que la OMS recomienda para una función intestinal correcta.

Receta de ensalada con pipas de sandía
Con el mes de junio comienza la temporada de la sandía. Tenemos por delante varias semanas para disfrutar de su sabor, frescura y beneficios para la salud. Una fruta que no tiene por qué limitarse a ser el postre del verano, como demuestra la receta que nos propone la nutricionista Cristina Lafuente, de Alimmenta, en la que la sandía comparte protagonismo con sus pipas y con el queso feta.

Ingredientes para 4 personas:

60 g de rúcula.

400 g de sandía (pulpa) a tacos.

1 cucharada sopera de semillas de sandía tostadas y picadas.

40 g de queso feta desmenuzado.

1 cucharada sopera de albahaca.

3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.

1 cucharada sopera de crema de vinagre balsámico.

Una pizca de sal.

¿Cómo la preparo?

Limpie la sandía sacando las semillas de la pulpa. Resérvela y limpie las pipas bajo el grifo. A continuación, déjelas en remojo en agua salada durante dos horas. Pasado ese tiempo, séquelas con la ayuda de un papel absorbente. Ahora, colóquelas en una bandeja untada con aceite de oliva de manera que quede una sola capa de semillas. Introduzca la bandeja al horno, previamente calentado, a 165 ºC durante 40 minutos. Acabe la cocción aumentando la temperatura hasta 175 ºC durante 15 minutos más. Reserve y déjelas enfriar sobre un papel absorbente.

Mezcle las hojas de rúcula limpias con los tacos de sandía y el queso feta desmenuzado. Por último, el toque final, añada las pepitas picadas. Aliñe, primero con el aceite de oliva virgen y, finalmente, con la crema balsámica.

Ala a disfrutar de las pipas de sandia

El lado oscuro del brócoli

Toda la vida pensando que el brócoli era el alimento perfecto (excepto por su extraño aspecto de bonsái), y ahora resulta que se le puede poner algún “pero”. Nada que objetar a sus propiedades antioxidantes, ni a los hondos beneficios que le adjudica la OMS, desde su papel en la prevención del cáncer a su capacidad para combatir el colesterol. Pero hincharnos a este vegetal —y demás alimentos de la familia de las crucíferas: col, coliflor, repollo, berro— puede que no sea una buena idea si sufrimos alteraciones de tiroides. Y ya puestos: ¿es cierto que perjudica los dientes?

Vayamos por partes. La buena fama del brócoli es merecida. Ahora que están tan de moda los llamados “alimentos funcionales” —enriquecidos en fibra, omega 3 o fitoesteroles—, podría decirse que el brócoli “es un alimento natural que podría pasar por funcional”, como describe el endocrinólogo David Mariscal, director de la Clínica Mariscal, en Madrid. “Su color característico nos habla de un alto contenido en pigmentos naturales o carotenoides. Posee sustancias identificadas como antioxidantes para luchar contra los radicales libres. Su alto contenido en vitaminas E, B, A, K y C fortalece nuestro sistema inmunológico, mejora nuestra visión y previene de enfermedades vasculares. Posee una cantidad de fibra tal que evita enfermedades del colon, por lo que no debe faltar en nuestro menú semanal. En definitiva, es un ejemplo de alimento saludable”.

La cuestión es: ¿cuanto más brócoli, mejor? No, si padece usted de hipotiroidismo. El doctor Mariscal nos explica por qué: “El brócoli, al igual que la coliflor, el repollo o la col, del grupo de crucíferas, presenta unas sustancias que son responsables tanto de su aroma como de su sabor picante. Dichos compuestos poseen la capacidad de bloquear la utilización y absorción del yodo, con lo que frenan la actividad de la glándula tiroidea”. Se trata, sin embargo, de una función preventiva, pues según se expone en un informe del Instituto Linus Pauling de la Universidad de Oregón (EE. UU.), “un consumo muy alto de crucíferas ha causado hipotiroidismo en animales”, pero, a modo de conclusión, destaca que en cantidades prudenciales no hay motivos para la preocupación. “Un estudio en humanos demostró que el consumo de 150 gramos al día de coles de Bruselas cocinadas, durante cuatro semanas, no tiene efectos adversos en la función tiroidea”, zanja la investigación.

El hecho de cocinar estas hortalizas minimiza aún más el riesgo. Y aquí surge el segundo problema: el olor tan característico que se desprende de su cocción. Cuando cocinamos brócoli, no solo la casa se inunda de tan peculiar aroma, sino que toda la comunidad de vecinos se entera de lo que vamos a cenar esa noche. Esto es debido a los compuestos azufrados que posee, que se liberan intensamente durante la ebullición. Si le incomoda demasiado, sepa que echando un chorrito de leche o unos trozos de apio al agua, se mitiga ligeramente el hedor.

Crucífera con pajita
Su encumbramiento como superalimento ha convertido al brócoli en un ingrediente estrella de los llamados zumos verdes, junto al repollo, el apio o la zanahoria. ¿Pero son estas bebidas tan beneficiosas como las pintan? El primer mito que habría que derribar es su supuesta capacidad para "limpiar el organismo". Como ya nos explicó el nutricionista Aitor Sánchez, palabras como "depuración" o "purga" son conceptos vacíos y pocos rigurosos, "pues ya tenemos órganos como los riñones o el hígado que filtran y mantienen el cuerpo como debe". Un brebaje de brócoli tampoco le ayudará a paliar las agujetas ni le servirá para perder peso.

Zumos aparte, el modo en que cocinamos las verduras puede influir en la robustez de nuestros dientes. Un estudio de la Universidad de Dundee (Reino Unido) desveló que, asadas al horno, éstas aumenta su acidez —y, por consiguiente, su carácter corrosivo—, en comparación con su preparación hervidas o guisadas. El grado de acidez alcanzado, dijeron los investigadores, es comparable al de los refrescos carbonatados, por lo que un consumo excesivo de brócoli al horno contribuiría a la erosión de las piezas dentales.

“Todo nuestro aparato masticatorio está diseñado para incidir, desgarrar y moler. La dieta debe ser dura, seca y fibrosa. El consumo de vegetales crudos fomenta una correcta masticación. Los dentistas recomendamos que se incremente el consumo de verdura fresca, porque la consistencia de una verdura cruda, la textura, hace que el propio alimento haga un efecto de barrido sobre los dientes, y además incremente el flujo de saliva, la cual protege contra la caries”, añade al respecto Irene Iglesias Rubio, directora de la clínica dental e-Boca, en Segovia. Sin embargo, el consumo de brócoli crudo, según el Instituto de Nutrición de Puleva, está desaconsejado para personas con problemas de riñón. Así las cosas, llegamos al principio de la historia, donde no queda más remedio que cocerlo y encender una vela de lavanda. Porque mientras su endocrino no le diga lo contrario, el lado oscuro del brócoli se manifiesta, tan solo, en un sabor... ¿poco sexy?

Pues a mi me ha gustado eso de tu oficio a ratos pelando pajaros. No se por que hay gente que se molesta por ello y utiliza el desprecio como forma de valorar la experiencia que tuviste. Los humanos somos muy retorcidos.

En cuanto a las pipas de sandía, ya me zampaba las pipas antes de leer este articulo, aunque si como delante de más personas utilizo el cuchillo y tenedor y elimino pijamente las pipas antes de abrir con fingida delicadeza la boquita en lugar de morder la tajada y sorber para que no se escape el jugo.

Saludos.

¡Hay que intentar entender a todo el mundo!.Otra cosa bien distinta es estar de acuerdo con todo el mundo.

Hay mucha gente que le molesta que se mate a los pájaros , yo soy actualmente uno de ellos. Tengo la ventaja de ver desde la ventana de mi casa a varias clases , desde los que se quedan todos el año o las que van y vienen a temporadas .A ninguno se me ocurriría ponerles un cepo o dispararles con una escopeta de balines para comérmelos. Prefiero disfrutar de sus idas y venidas en tiempo de cría ,de sus visitas curiosas a la ventana o de su forma de luchar contra el frío o la lluvia.

Sin embargo sería un error hacer juicios de valores retrospectivos ,cuando hace varias décadas a la que me refiero la realidad era bien distinta. Algunos cazaban pájaros no por placer, sino por pura necesidad.

Había padres de familia que se pasaban los inviernos sin otro ingresos ni ayudas para el pan mas básico que esta pequeña forma de furtivismo. Había que elegir dar sabor a un arroz con media docena de chichines o vender yerberas ,retameros o aguanieves para personas mas pudientes ;que verlos en su estado natural.Eso es un privilegio hoy ,donde afortunadamente aun podemos comer (no sabemos por cuanto tiempo)sin recurrir a ese extremo .

En el tiempo de Jesús que existía esa misma necesidad , la gente cazaba y comía gorriones. Se vendían casi por nada.El nos le reprochó que los cazasen y se los comiesen; simplemente utilizó esa realidad para comparar el mayor valor del ser humano sobre estas pequeñas criaturas a las que aun así ,Dios tiene muy presente.

(Lucas 12:6, 7) Se venden cinco gorriones por dos monedas de poco valor, ¿no es verdad? Sin embargo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios. 7 Pero hasta los cabellos de la cabeza de ustedes están todos contados. No tengan temor; ustedes valen más que muchos gorriones.

Saludos

Si pudiésemos elegir la etapa de la vida en que mas feliz fuimos, yo particularmente me quedaría con la de la infancia. Pocas responsabilidades ,cargas y estreses con que hoy pagamos el consumismo .Uno daba por sentado esa escasez de recursos , carencia de lujos y de ornamentaciones innecesarias con la misma regla de tres, que uno no echa de menos ni tiene el mono por los vicios que no tiene.

Mientras el puchero bailase en el pequeño hornillo desde bien temprana la mañana ,mientras esparciese su olor a cocido por la cocina que ya iniciaba la digestión, antes de ser trastornado (así lo llamaba mi madre) en el azafate, acompañado de pan blanco y de postre alguna fruta del tiempo…¡pocas cosas mas se necesitaban para avituallamiento! .

Mas tarde cuando creces y reflexionas ,cuando las entendederas poco a poco van madurando, lo cual no es tarea fácil; te das cuenta de que no todo es tan simple y sencillo. Que tu despreocupación infantil estuvo amparada por los muchos problemas que tus progenitores tuvieron para llevar cada día ese menú, que simplemente dabas por sentado como hacemos los humanos con el aire o el sol .

Luego a medida que algún año mas iba pasando, pequeñas responsabilidades se te añadían y que no veías, sino como un fastidio e intromisión en aquel estado de despreocupación que en tu inconsciencia habías creído eterno.

Hoy que abrimos el grifo del agua y esta sale hasta que decidimos que deje de hacerlo, no deja de recordarme lo difícil que fue en otros tiempos para mi traerla cubo a cubo desde el pilar, donde la impaciencia hacía interminable ,ver lleno aquel depósito de 200 litros que abastecía la casa.

Cosa bien distinta era cuando en mi segundo trabajo para una carnicería, el trasporte de este líquido elemento se hiciera ya a lomos de un burro, al que en unas aguaderas se le insertaban cuatro cántaros; mientras que a horcajadas encima de otro equino ,seguíamos sus pasos un compañero de fatiga y yo, el monótono bamboleo de la carga e incidir en ella, si se decantaba hacia un lado u otro.

¿Dónde iba a parar?. Aunque el trabajo de llenar y vaciar los cántaros era lo mas pesado, el aliciente del viaje en su ida y venida sobre la cabalgadura equina hacia despreciable todo ese sacrificio y daba mas fama y honor ante los que nos veían pasar, que tuvo jamás en su delirio D.Quijote.

Fue en esta carnicería donde pude practicar trabajos muy variados, desde como dije traer agua, entrar tronco a tronco la leña descargada desde la calle y como no el contacto siempre con animales vivos ,sacrificados, despiezados en chuletas o sus diferentes partes eran primero trituradas y luego tras el guiso correspondiente se convertían en embutidos.

Estos brazos que gracias a Dios hoy me responden adecuadamente ,saben muy bien de las horas que pasaron, cuando eran aun débiles ;dándole a esa máquina manual que muchos recordaréis como la protagonista imprescindible del encuentro del cerdo en su matanza.

Esa escuela adicional trajo a mi vida muchas cosas positivas. En primer lugar ver en primera fila esos sacrificios de animales para consumo y de aceptarlo como algo natural sin los sentimentalismos añadidos que aunque comprensibles ,puedan hoy suscitarse. Gracias a estos sacrificios, muchas personas pasaban los días crudos del interminable invierno ,con las reservas de embutidos y derivados que almacenados pendían en los techos de sus cocinas.

Ya se que esos sacrificios también se producen hoy día ,que cada filete de carne lógicamente proviene de un animal al que se ha despojado de su existencia generalmente en la parte mas oculta de un matadero; pero en aquel entonces yo lo viví de forma directa y de forma artesanal, lo cual me capacitó para la destreza y habilidad del sacrificio y el posterior despiece de varias clases de animales que para autoconsumo crio.

Tengo amigos generalmente de zonas urbanas ,que me preguntan con su mayor sinceridad ,que como puedo criarme un cordero por ejemplo y posteriormente matarlo. Yo les comprendo perfectamente, el escenario de su crianza no ha sido el mío, ellos no han visto como algo normal lo que yo si vi y acepté desde muy pequeño. Pero hay otra razón aun mayor por la que hoy día considero el matar animales para comerlos como algo normal fuera de sentimentalismo…¡lo que piensa Dios!.

(Génesis 9:3-4) Todo animal moviente que está vivo puede servirles de alimento. Como en el caso de la vegetación verde, de veras lo doy todo a ustedes. 4 Solo carne con su alma —su sangre— no deben comer.

Aunque en principio no estaba en el propósito de Dios que los primeros humanos comieran animales, tras el diluvio lo permitió y esa ley sigue hoy vigente, como estuvo vigente durante el tiempo que Jesús estuvo en la tierra.
El mismo Cristo se comió la noche antes de su muerte, el cordero de pascua con sus apóstoles(ese cordero representaba su sacrificio).

También está profetizado en la biblia que esa ley acabará, que los animales vivirán en armonía con las personas y ya no serán sacrificados. Será bajo el reino de Dios o su gobierno que está a las puertas ,(ese que pedimos en el Padrenuestro).

(Isaías 11:6-9) Y el lobo realmente morará por un tiempo con el cordero, y el leopardo mismo se echará con el cabrito, y el becerro y el leoncillo crinado y el animal bien alimentado todos juntos; y un simple muchachito será guía sobre ellos. 7 Y la vaca y la osa mismas pacerán; sus crías se echarán juntas. Y hasta el león comerá paja justamente como el toro. 8 Y el niño de pecho ciertamente jugará sobre el agujero de la cobra; y sobre la abertura para la luz de una culebra venenosa realmente pondrá su propia mano un niño destetado. 9 No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña;(reino) porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar.

Si como podemos ver las señales que dio Jesús ,se están cumpliendo , estamos en los últimos días en que se nos permite disfrutar de barbacoas de carnes a la brasa .Los que aprendimos ese oficio desde pequeño , deberemos hacernos a la idea que será cosa del pasado, como lo serán otros como policía,vigilantes, médicos, enfermeras ,funcionarios de cárceles etc, etc. etc.

Un saludo