Foro- Ciudad.com

La Codosera - Badajoz

Poblacion:
España > Badajoz > La Codosera
16-01-12 20:07 #9442047
Por:H_ormigo

Arturo Perez Reverte
.LOS AMOS DEL MUNDO*

*(Artículo del escritor español Arturo Pérez-Reverte, publicado en 'El
Semanal' el 15 de noviembre de 1998, y que ahora, años después,
parece una visión de Nostradamus)*.

Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los
cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos,
en la agenda electrónica, en la tecla intro del computador, su futuro y
el de sus hijos. Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes
lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de
probabilidad del cero coma cero cuatro. Usted no tiene nada que ver con
esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y
ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés,
van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen
en inglés cosas como *long-term capital management*, y hablan de fondos
de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de
neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del
domingo. Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores
suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de
dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará
el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los
huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas,
tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros.
Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan
ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden. No crean
riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de
economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva.
Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y
los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al
carro. Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es
mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de
prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia. Y
entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la
unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y
el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan
con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan
a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus
representados. Y en cuanto sale bien la primera operación ya están
arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses
de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque
ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con
la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y
palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales
comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja. Y de
pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus
fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso:
alto riesgo de verdad. Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el
saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso
en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh,
prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que
controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros,
resulta que las pérdidas, no. Las pérdidas, el mordisco financiero, el
pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía
internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las
espaldas de todos nosotros. Entonces resulta que *mientras el beneficio
era privado*, *los errores son colectivos*, *y las pérdidas hay que
socializarlas*, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de
salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda. Y esa
solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga
con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo,
Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones
de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada
día a las seis de la mañana para ganarse la vida. Eso es lo que viene,
me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres,
pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y
canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena. Así que podemos ir
amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía
mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y
tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.
Puntos:
02-02-12 21:24 #9553562 -> 9442047
Por:H_ormigo

RE: Arturo Perez Reverte
Paso a menudo por la carrera de San Jerónimo, caminando por la acera opuesta a las Cortes, y a veces coincido con la salida de los diputados del Congreso. Hay coches oficiales con sus conductores y escoltas, periodistas dando los últimos canutazos junto a la verja, y un tropel de individuos de ambos sexos, encorbatados ellos y peripuestas ellas, saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. No identifico a casi ninguno, y apenas veo los telediarios; pero al pájaro se le conoce por la cagada. Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado; un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre.

Sé que esto es excesivo. Que siempre hay justos en Sodoma. Gente honrada. Políticos decentes cuya existencia es necesaria. No digo que no. Pero hablo hoy de sentimientos, no de razones. De impulsos. Yo no elijo cómo me siento. Cómo me salta el automático. Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo, se le sube la pólvora al campanario mientras asiste al desfile de los diputados españoles saliendo de las Cortes. Cuando la náusea y la cólera son tan intensas. Eso me preocupa, por supuesto. Sigo caminando carrera de San Jerónimo abajo, y me pregunto qué está pasando. Hasta qué punto los años, la vida que llevé en otro tiempo, los libros que he leído, el panorama actual, me hacen ver las cosas de modo tan siniestro. Tan agresivo y pesimista. Por qué creo ver sólo gentuza cuando los miro, pese a saber que entre ellos hay gente perfectamente honorable. Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores. Por qué unas cuantas docenas de analfabetos irresponsables y pagados de sí mismos, sin distinción de partido ni ideología, pueden amargarme en un instante, de este modo, la tarde, el día, el país y la vida.

Quizá porque los conozco, concluyo. No uno por uno, claro, sino a la tropa. La casta general. Los he visto durante años, aquí y afuera. Estuve en los bosques de cruces de madera, en los callejones sin salida a donde llevan sus irresponsabilidades, sus corruptelas, sus ambiciones. Su incultura atroz y su falta de escrúpulos. Conozco las consecuencias. Y sé cómo lo hacen ahora, adaptándose a su tiempo y su momento. Lo sabe cualquiera que se fije. Que lea y mire. Algún día, si tengo la cabeza lo bastante fría, les detallaré a ustedes cómo se lo montan. Cómo y dónde comen y a costa de quién. Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado –ahí no hay discrepancias ideológicas– el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día.

De cualquier modo, por hoy es suficiente. Y se acaba la página. Tenía ganas de echar la pota, eso es todo. De desahogarme dándole a la tecla, y es lo que he hecho. Otro día seré más coherente. Más razonable y objetivo. Quizás. Ahora, por lo menos, mientras camino por la carrera de San Jerónimo, algunos sabrán lo que tengo en la cabeza cuando me cruzo con ellos.



Arturo Pérez Reverte
Puntos:

Tema (Autor) Ultimo Mensaje Resp
Sin Asunto Por: 30-01-12 19:20
avion
2
Semana de la Música Por: bajo el Puente 06-07-09 18:17
bajo el Puente
1
Foto: Santuarío Por: H_ormigo 05-02-09 04:50
H_ormigo
1
Foto: Arcos Por: papilon 30-10-07 16:31
papilon
0
Simulador Plusvalia Municipal - Impuesto de Circulacion (IVTM) - Calculo Valor Venal
Foro-Ciudad.com - Ultima actualizacion:08/08/2020
Clausulas de responsabilidad y condiciones de uso de Foro-Ciudad.com