El Caracolillo, era una marca de café que se elaboraba en La Esperanza, un pueblo distante de La Codosera a 7 Kms. Como bien indica en la propaganda que venía inscrita en cada paquete. El fabricante mandó pintar su logotipo en azulejos y colocarlo en la fachada de la fábrica,tal como se aprecia en la fotografía, era "torrado a la española". Aquí nos engañaron y lograron que el gusto del consumidor español se adaptara a la propaganda impuesta por ellos. De esta manera lograron vendernos cafés con granos mas pequeños y que presentaban algunas deficiencias. El torrado significaba que bañaban el café en un almibar de azucar y despues lo tostaban. Quedaba como el regaliz, pero los españoles lo compraban y hasta se lo tomaban; y todavia sigue esta costumbre. Los portugueses nunca lo probaron y no intentes engañarlos, que de café entienden bastantes. Dicen que hasta ocho tipos de café puedes tomar en cualquier bar portugués, y ninguno lleva el almibar.