La Codosera - Badajoz

Abril sin granizo, Dios no lo hizo.

Aparte de otras cosas, en Albril lilas y en Mayo rosas.

Abril, uno bueno entre mil.

En Abril, la flor empieza a lucir.

En Abril, pone el huevo la perdiz.

Tu perejil, siembralo en Abril.

Abril, saca la espiga a relucir.

A finales de Abril, estará en flor la vid.

Las mañanitas de Abril, son buenas para dormir.

El cuco que no canta en Abril, ó está malo ó se quiere morir.

En Abril, florece el jardín.

La abeja y la oveja, en Abril dejan la pelleja.

Pajaro peligroso y flor, en Abril buscan su amor.

Mañana sale Marzo y entra Abril, nubecitas a llorar y campitos a reir.

En Abril, aguas mil.

En Abril, a la Feria de Sevilla, el que quiera puede ir. (si tiene tiempo y dinero para gastarselo en mansanilla.)

"Abriles y yernos pocos hay buenos". Lo dicen mucho las suegras. No sé.....

Esto de las suegras y los yernos ha cambiado mucho, de un tiempo a esta parte. Las suegras tenían fama de marimandonas en la sociedad extremeña, donde en cada casa habitaban tres generaciones: vivían los padres con algunos de los hijos, que ocupaban una planta; una de las hijas casadas, que se quedaba a vivir junto a los padres en otra de las plantas de la misma casa, que podía ser la planta baja ó el principal y los nietos.

La entrada principal era única para las dos viviendas y la escalera para subir a la planta de arriba, solía estar ubicada en el zaguán de la entrada.

Así pues, el muchacho que se casaba en estas condiciones, que eran muchos los que lo hacían la misma forma, cambiaba la casa de sus padres por una vivienda dentro del entorno de la suegra.

El hombre se creía que se había casado con una mujer, con la cual pensaba compartir todos los momentos de su vida, pero no había contado con la suegra, que era la primera que salía todas las mañanas a la puerta de la calle, con la escoba en la mano a barrer los gorrones de la puerta para que estuviesen limpios y relucientes.

La suegra de aquellos años no estaba dispuesta a perder la influencia que tenía sobre su hija y, esto al nuevo marido, en un principio, le desagradaba. El problema es que vivían tan juntos, que en muchos casos, hasta comían en la misma mesa.

Desde el primer momento de iniciado el matrimonio, se montaba un duelo entre suegra y yerno por la posesión de la desposada. Ninguno de los dos quería renunciar a lo que creían era suyo. Una porque la había parido, y el otro porque por ley natural y por amor le correspondía.

El problema mayor era debido a que estaban todo el día junto, y sobre todo la madre con la hija, cuando en aquellos años no solían salir de casa para trabajar y solo se dedicaban a sus labores.

El conflicto se originaba cada vez que el nuevo marido se daba cuenta que para realizar cualquier actividad se necesitaba el permiso de la suegra. La suegra solía estar en todas las decisiones de la nueva pareja y la hija no hacía nada sin el consentimiento de la madre.

En este clima de crispación y de guerra, solo quedaba aguantar, porque entonces no se usaba el divorcio, y poner a la suegra verde como un perejil cada vez que al otro se le hinchaban las narices.

Por suerte, esto ha cambiado mucho, hoy la mujer está tan preparada como el hombre y sabe cuales son sus derechos y obligaciones, igual que los conoce el marido, y entre los dos se lo guisan y se lo comen. Las casas tradicionales de los pueblos, por lo grande que eran, ya nadie las quiere para vivir y en ellas y se han transformado en pisos modernos é independientes, que son mas pequeños y en donde cada uno hace lo que le viene en gana.

Este cambio en la sociedad actual ha traído consigo algo que todavía no se ha resuelto, y es ¿que hacer con los mayores ahora, que ya la hija no vive en la misma casa?

La verdad es que se me han puesto los vellos de punta ¡pobre marido!. Supongo que esa convivencia tan concurrida sólo generaría una infinidad más de problemas a los ya existentes en cualquier matrimonio. En cuanto a la preparación de hombres y mujeres estoy completamente de acuerdo contigo, no cabe duda de que la situación de éstas últimas ha mejorado en todos los sentidos, no obstante aunque existe una igualdad de derechos a nivel legal en la práctica ésta aún no se ha conseguido. Yo al igual que tú, creo que la incorporación de la mujer al mundo laboral ha generado una serie de problemas, tales como el de nuestros mayores y también el de nuestros hijos, antes la mujer desempeñaba estas funciones sociales ( que si lo pensamos son básicas e imprescindibles) con dedicación y esfuerzo, pero la verdad es que casi nadie las valoraba o las valoran y así empezamos ha encontrar residencias de ancianos repletas, hijos que abandonan a sus padres en la puerta de un hospital y niños que se crian lejos del calor materno y paterno a base de guarderías (también repletas) o de muchachas cotratadas para cuidarlos casi durante todo el día. Con todo esto no quiero generalizar, por supuesto hay de todo en esta vida, personalmente creo que alguien debe ocuparse de los hijos y debe hacerlo con dedicación y esmero por que ellos son nuestro futuro y nuestra continuación, logicamente no tiene por que ser la madre también puede hacerlo el padre, pero creo que es tarea de uno de los dos y no de los abuelos o de otras personas