La Codosera - Badajoz

Uno de los documentos mas antiguos que se conservan sobre la historia de nuestro pueblo, corresponde al informe que en el año de 1.791 emite el señor don Juan Antonio de Ynguanzo, miembro del Consejo de su Majestad el Rey, cuando hace una visita al pueblo para enterarse de lo que pasaba aquí, igual que visitó todos los pueblos de la provincia.

Antes de venir escribe una carta al ayuntamiento comunicándole que caso de que la posada del pueblo no sea muy buena, le busquen alojamiento en la casa de algún vecino, con buenas proporciones, para que este cómodo y puede escribir todo cuanto necesite.

Reune en el Ayuntamiento al alcalde Francisco Durán, al concejal Julián Mero y al cajero, ó el que guardaba los caudales, Andrés Barones, que eran los únicos miembros del ayuntamiento, citan tambien al cura párroco para que informe igualmente de todo cuanto sepa.

En el pueblo habia doscientas setenta casas, cincuenta de labradores, un barbero, un sastre, un herrero, tres zapateros y setenta y dos jornaleros.

Los caminos que llegaban al pueblo eran malos y ni siquiera tenían puentes, por lo que en invierno quedaban todos ellos cortados, por las crecidas de los ríos.

En la iglesia había cuatro cofradía, que vivían de las limosnas de los fieles. Con los ingresos de una de ellas se pagaban los entierros de los pobres de solemnidad.

Las únicas huertas que había en el pueblo eran las que están por la calleja de los Nogales, que se regaban con el agua de la fuente Cantarrana. Los vecinos le piden a este mandatario que logre del Duque de Alburquerque su autorización para que les deje cercar los terrenos junto a los ríos y poder sembrar en ellos. El Duque les dice que nó, que las tierras son suyas y que el prefiere los árboles que se crían junto a los ríos.

Informa que aquí se crian conejos, liebres y perdices, y tambien fieras.
Por cada piel de lobo que se presentaba en el ayuntamiento pagaban ochenta reales y si la piel era de loba parida le daban al cazador ciento treinta y dos reales. La piel de los zorros, las pagaban a diez reales.

Dice que hay nueve colmenares y novecientas treinta colmenas que producen mil de brezo, ciruela, jara y tomillo.

Hay mil quinientas cabras y ciento sesenta vacas. De las ovejas informa que este clima no es el apropiado, que la humedad les sienta mal y que enferman por ello.

Observa que nuestro río es el único de la provincia de Badajoz, en el que se crían unas truchas exquisitas ( se conoce que se comió alguna), y como hemos dicho existen muchos bosques que producen madera.

Había una escuela de primeras letras y ni siquiera, dice, enseñaban gramática. No había médico, ni boticario y que las gentes se curaban como podían. Informa que había un cirujano.

El pueblo produce 1.100 fanegas de trigo, 800 de centeno, 200 arrobas de aceite, 150 arrobas de vino y 120 fanegas de castañas.

De nuestro pueblo dice que lo ve con futuro para rentabilizarlo y que es diferente al resto de pueblos de Extremadura, y que se deberían de sembrar encinas, e insiste en los riegos, proponiendo que si se cercan las tierras junto al río, hasta podría sembrarse arroz.

muy buena de esto yo no sabia nada , siempre jodiendo los de la pelinesia