La Codosera - Badajoz

Todos sabemos que lo que se celebra en el mes de Mayo en nuestro pueblo no es una romería, como dice la Web del Ayuntamiento. Este concepto lo tenemos muy claro los vecinos del pueblo, sabemos que aquí se celebra una fiesta religiosa, lejos de todos los componentes de jolgorio, diversión, concursos, cantes y bailes típicos de una romeria. Ni se vende vino ni se instalan puestos de caballitos. Aquí las gentes, ese día vienen a ver a la Virgen, a saludarla y a estar un ratito, aunque sea corto, con Ella.

Ese día, los del pueblo estamos un poco perdidos por la cantidad de gentes de otros lugares que nos visitan. Hace poco tiempo, dando una vuelta por el lugar me encontré con un señor de Badajoz, que lo conozco de llevar el coche a su taller para cambiar las ruedas de los neumáticos. Le saludé y le pregunté por el motivo de venir a la Fiesta y me contó la vivencia que había tenido, hace unos años.

Una vecina suya, de Badajoz, llevaba ocho aborto; la señora estaba desesperada porque quería quedar embarazada y tener hijos, y a cada aborto un nuevo disgusto y desesperación. Le hablaron de Chandavila y un día por la tarde llegaron al Santuario. Llovía a chuzos y el chandavilero les abrió las puertas para que visitasen a la Virgen. Esta señora le rezó, le pidió a la Virgen su deseo y al año siguiente quedó embarazada nuevamente. Tuvo un hermoso niño, que corretea por la calle y es la alegría de sus padres.

Mi hija un día me comentó el problema que tenía una prima hermana de su novio, residente en Madrid, casada con un alemán. Llevaban de matrimonio unos cuantos de años y no tenían hijos. Los médicos les informaron que la única posibilidad de quedar embarazada era la inseminación artificial. Una, dos..., hasta seis veces la inseminaron y todas fueron fallidas, los médicos le dijeron que las paredes del organismo ya no aguantaban una nueva intervención, que seis veces era el tope máximo. La señora estaba desesperada.

Cuando me lo contó mi hija, yo le dije el caso de mi amigo el del taller y una de las veces que se encontró con esta chica se lo contó. Esta madrileña se llenó de esperanza y un fín de semana se vinieron al pueblo. Hablaron con Diego y por la mañana le ofrecieron una misa a la Virgen, pidiendole aquello que tanto anhelaban. Al año siguiente tuvieron una niña. Ahora dicen que se quieren comprar un terreno en el pueblo y tener aquí una casita...

Espero que os haya gustado.

HOLA, a mi, si



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