La Codosera - Badajoz

La casa de María la Malaca, cuyas fotografías nos envía una de sus hijas para que disfrutemos todos viéndolas en este foro, se encuentra en un buen estado de conservación gracias a la dueña, que durante todos estos años ha velado porque así fuera.

Las imágenes son del interior de la casa, y a mi me llama la atención lo bien conservados que están los elementos interiores, como las vigas de madera, el suelo de lanchas, los huecos en las paredes utilizados de repisas ó cantaeras, el lucido antiguo de las paredes, cuando se pintaban con cal, y el cintillo en los bajos para que el trapo de fregar no las ensuciasen. La puerta con cristales listos para ponerles los visillos, en fin, un montón de detalles, fiel reflejo de cómo eran las casas antiguamente.

Pocas casas quedan intactas como éstas porque la piqueta se encargó de derribarlas ó la modernidad cambió sus componentes. Edificios modernos hay muchos, pero este es diferente, reflejo de cómo fue la vida en el pueblo hace más de cien años, que es cuando el padre de María se la alquiló a Julián Mero para que aquí pusiera una taberna.

El porqué de algunos sobrenombres.

Hay apodos muy conocidos que se heredan de padres a hijos, como es el caso de María,que a su padre le pusieron Malaque siendo apenas un muchacho.

Antaño, los que no tenían medios, iban andando al trabajo, que estaba normalmente al campo, cuyas fincas distaban alejadas unas más que otras. Una de estas fincas se llama Malaque, que es una dehesa importante donde antiguamente, cuando cortaban la leña de encina, hacían carboneras. Su padre, cuando era pequeño, trabaja a las órdenes de un carbonero que compraba la leña y hacía el carbón con ella, cuyo proceso duraba meses.

La costumbre que hay en el pueblo, por aquello de hablar de algún tema es, cuando se saluda a una persona que nos encontramos por la calle, preguntarle a donde va, y si la cosa se alarga se le hace la segunda pregunta que, a qué.

El padre de María siendo un chaval atravesaba diariamente el pueblo para ir a su trabajo y las gentes, aunque suponemos que muchos ya lo sabían, le hacían la misma pregunta, que a donde iba, a la que él contestaba con una leve respuesta: a Malaque, que de tanto decirlo los que escuchaban se aprendieron el nombre con el cual lo relacionaron

Gracias por compartir fotos como esta. Es bonita y muy auténtica. Yo nací en un lugar parecido, con suelos de pizarra, techos de madera, sin lavabo, la lumbre en el suelo… Cuantos recuerdos trae mirar una foto así.
Felicito a personas que como María han conservado su patrimonio prácticamente intacto y además nos dan el gustazo de poder disfrutarlo.

Saludos.

Gracias a María y familia y también a Bajo el puente, del que espero se prodigue más, pues de verdad que se le echa de menos.

Fotografía preciosa, auténtica, pudiera ser la de una casa-museo de lo bonita que es.

Hola a todos/das .

En 1er lugar daros las gracias x los halagos que haceis a la casa de mi madre . es cierto, yo tambien coincido con vosotros/as . La casa es autentica , sobre todo para mi madre.

En 2º lugar( bajo el puente )veo que nos conoces muy bien ,el apodo de mi abuelo malaque era x la frecuentación q hacia diariamente x trabajo a la finca malaque , finca que aun existe ; asi no lo explico mi madre.Seria estupendo , que con la riqueza de apodos que tenemos en nuestro pueblo supieramos su procedncia o significado. Los apodo forman parte de la cultura de un pueblo , merece la pena conservarlos y no renunciar nunca a nuestros origenes.

En 3er lugar veo que tastastes las buenas tapas de la taberna de mi abuelo , yo esta etapa la conoci x oidas , las tapas las conozco atraves de la cocina de mi madre,gastronomia que nos ha trasmitido.

Por ultimo hace referencia al espacio que el programa cuarto milenio dedico a nuestro pueblo, me parecio que se ajustaron muy bien a la historia que todos hemos iodo a nuestros padres desde que teniamos uso de razon . Las persanas entrevistadas , entre ellas mi madre excelentes.El creer o no creer lo que alli paso solo lo pueden saber l as personas que vivieron esa experiencia, los que no la vivimos debemos respetar para ser respetados.

gran saludo
mª jose morro
bcn