La Codosera - Badajoz

Esta tarde a las seis de la tarde las campanas doblaban. En medio de un gran dolor, sus hijos Pablo, Pedro, Enrique, Emilio y Marisa, le decían adíos a su padre, a Simón Herrera, uno de los industriales del pueblo.

En el pueblo hay muchas personas, cada una con un caracter y una personalidad propia, pero la forma de ser de Simón Herrera a nadie le era indiferente. Simón había nacido para servir y contentar a las gentes. Dotado de un caracter conciliador siembre veía el lado bueno de las cosas.

Trabajador incansable, desde pequeño supo lo que era la pérdida de su padre y tener que salir a la calle a buscar un jornal. Hombre formal y cumplidor de sus compromisos, encontró en el mundo laboral un lugar donde llevar el sustento a su familia.

Sabía lo que era el trabajo y también supo que en la vida hay que divertirse. En esto había pocas personas capaces de superarlo. De pequeño se compró un tambor ó quizás se lo regalaron los que mandaban en el pueblo por entonces. El tambor ya no lo soltaría mientras sus piernas fueran capaces de soportarlo. Aprendió a tocar la caja y los palillos como nadie.

Hoy ha hecho su último viaje. Nadie ha tocado en su entierro, pero no le ha faltado el calor de su pueblo. Pocas personas han faltado en su despedida. El tambor ha callado pero el recuerdo de Simón todos los codoseranos lo vamos a tener presente durante mucho tiempo.

Descanse en paz.

Un gran hombre trabajador y luchador, que de la nada supo labrarse un camino.
Descanse en paz.

Adiós Amigo Simón


E.P.D

Muchas gracias por tus elogios a mi tío Simón. Lo hago desde Silió, un pueblecito de Cantabria, donde ahora vivo. Me llamo Tomás Santos Corchero, soy periodista y sobrino de Simón, que era primo de mi padre, Enrique Santos Herrera. Un saludo, Tomás Santos.

Allá donde valla usted que le devuelvan con el mismo cariño los poquitos que me dio un ultimo abrazo don Simón cbc de la varar