Hay niños y niños. Eso siempre ha pasado. Aquí en el pueblo siempre ha habido buenos notas. Los que entraban de monaguillos eran los más espabilaos. Por la iglesia se movían como el pez en el agua. Conocían a todas las mujeres que iban a Misa y tambien las que por la tarde iban al Rosario. Tocaban las campanas como querían y dejaban subir al campanario al amigo ó conocido que le interesaba por algún motivo. Con ellos necesitabas recomendación ó de la soga no tirabas.
Los hijos de los Guardias Civiles, que muchos había en el pueblo, algunos de ellos eran los Reyes del Mambo. El segundo por la derecha, en la fila de abajo, es Juan Miguel, un niño inquieto y monaguillo. No sabemos donde se encuentra actualmente. Puede que nos lea y se acuerde de este que fue su pueblo y del día que dicen que fué "
el más feliz de su vida"