EL GÉVORA.- De los ríos que cruzaremos, el Gévora es el más importante de todos. Este río irrumpe en España conformando valles encajonados, de fértiles tierras junto a serranías agrestes. Es portugués de nacimiento y conocido por el nombre de Xévora; después de un recorrido por nuestra tierra, pasado el Santuario de Carrión vuelve a entrar en Portugal y sale nuevamente por la frontera cerca de Valdebotoa. Con los aportes recibidos del Zapatón, Abrilongo, Jola y Guadarranque desemboca en el Guadiana, frente al Cerro de la Muela, hoy recinto árabe amurallado, donde Ibn Marwan fundó la ciudad de Badajoz, . En la Sierra de Sao Mamede, cerca de Castel da Vide están sus fuentes. Desde su nacimiento hasta entrar en España, próximo al caserío de La Rabaza, queda tras de si un corredor ecológico formado por pequeños huertos con árboles frutales de distintas especies, entre los que podemos ver el valle de los cerezos, esplendoroso en primavera con sus colinas nevadas de flores blancas. En tierras codoseranas recibe los aportes de un entramado hidrológico que aumentan su caudal a medida que avanza en su camino. En las Juntas recibe al Gevorete, y aguas abajo las aportaciones del Codosero; juntos se dirigen a las proximidades del pueblo, pasando por el lugar de lo que no hace mucho fue un Puente romano, hoy caído y abandonado, regando con sus aguas las tierras más fértiles y productivas.
Las parcelas ó fincas, situadas junto a las márgenes de los ríos se les denominan tapadas, motivo a que el cerramiento perimetral esta hecho con piedras de pizarra, para evitar que sus tierras, productos de sedimentos durante años, viajen y desaparezcan junto con el torrente que forman las avenidas ocasionales de lluvias torrenciales.
Esta parte del pueblo, formada por un corredor hidrológico lineal, vértebra toda esta zona, creando humedales artificiales al amparo de canales, construidos por la mano del hombre y manantiales que fluyen muy cercanos del cauce. El paisaje se quiebra por la presencia de casas blancas y explotaciones ganaderas ubicadas en las propias fincas. En las laderas y pendientes que conforman la cuenca, se asientan olivares, encinares y alcornocales, masas forestales, pastizales y otros cultivos. Junto a las márgenes del río crecen especies de chopos, zarzales, higueras, sauces, tamujos, nogales y alisos, entre otros.
(fragmento de mi libro, que espero os haya gustado)