en la Carretera, esquina con la callejina de los Nogales, hace por lo menos cien años, un teniente de la Guardia Civil, destinado en el pueblo, mandó construirse una casa. Esta casa, que existe todavía, tiene dos plantas y en la parte de atrás había un huerto y un jardín, con árboles frutales de distintas especies.. El acceso al jardín se hacía por una puerta de hierro forjado, de dos hojas, con arco central. En la parte de arriba de esta puerta están las letras del hombre que mandó construirlo: Teniente Corchado.
Este señor, al ser destinado a otro lugar, vendió la casa a Julián Mero, y hoy es propiedad de su hija y de su nieto Aurelio. De él se dice que comentaba el mal negocio que había hecho al venderla, y la pena que tenía le impedía volver otra vez al pueblo donde vivió muchos años. Si siguieron viniendo sus hijos, nacidos aquí. Los viejos del lugar dicen que este hombre se destacaba por la buena persona que era.
La callejina, hoy día, se ha convertido en Calle. Como el teniente, ha ascendido de categoría, y nuevas construcciones han surgido a ambos lados de sus aceras. La última de todas ha sido esta, de una planta, propiedad de Paco Manoto. Bonita casa que deseamos que la disfrute.