dice el refrán que "una imagen vale más que mil palabras".
miremos a los niños que vienen detrás del novio y de los padrinos. Todos tienen pantalón corto, y algunos usan tirantes. Por entonces el pantalón corto era una prenda que usaban todos los niños hasta que llegaban a ser mozos, casi hombres; lo mismo en verano que en invierno. La ilusión de cualquier muchacho, ya con pelos en las piernas, era que sus padres le compraran unos pantalones largos; el que lo conseguía, ese dia, era uno de los mas importantes de su vida. Por fín, con los pantalones largos, ya era un hombre, quizás hasta encendiera un pitillo y se fumara un cigarro en cualquier esquina del pueblo para celebrarlo, y el domingo, si habia baile, hasta pudiera que el portero le dejara entrar y, cuando sonara la música, poder agarrarse a las mozas, que hasta ahora solo las veía pasar de lejos, pero que ni siquiera las tocaba.