Era el año 1.950, cuando don Genaro mandó restaurar la torre del homenaje del castillo para instalar allí, en lo alto, una estatua del Corazon de Jesus. Para inaugurarla vino hasta el mismisimo Obispo, don José María Alcaraz y Allenda, que de tan bueno que era, en Badajoz donde residia, le han puesto su nombre a una de las nuevas Avenidas.
En su dia el pueblo se alegró por este hecho, ya que todo lo que venía de don Genaro eran cosas buenas.
Lo malo de esta historia, es que un día don Genaro se murió, y además de repente. Había pleiteado mucho con las autoridades provinciales para que el camino de Chandavila lo arreglasen, y además desviaran el trayecto por el Quinto Pino. Una mañana,cuando se levantó, vió una gran polvareda, salió de su estudio por el ruido que formaban las máquinas, y al verlas trabajar en la ladera de la sierra salió corriendo a saludar a aquellos obreros, no creyendo lo que veían sus ojos. !Estaban haciendo una carretera nueva, tal como el había soñado!.
Su corazón no aguantó tanta emoción y cayó en mitad del camino.
El gran mecenas del pueblo se nos había ido. Todos sus proyectos quedaron inacabados, y el castillo, ese que vemos en esta fotografía, también se quedó solo.
don Genaro era un hombre profundamente religioso, amante de Chandavila y de todo cuanto le rodeaba. Siempre quiso el bien para el pueblo, y aquí se gastaba los cuartos que ganaba con su trabajo, haciendo esculturas.
Su ilusión siempre fué transmitir sus conocimientos como artista a los jóvenes del pueblo. Una escuela para los niños que les interesase la escultura. Una escuela de formación de las de entonces. Los tiempos cambiaron. El se murió y vinieron otros..., que no los conocemos.
Pero el castillo sigue ahí. Dicen que lo quieren vender. Piden unos cuantos de millones que nadie se lo ha dado, y ahora con esto de la crisis está la cosa mala.
El castillo tiene mala solución para los dueños. Arreglarlo y ponerlo en uso cuesta mucho dinero. Haciendo un gran esfuerzo, unicamente el pueblo, podría sacar cualquier proyecto adelante, dentro de lo que actualmente es.
Puesto que don Generao fue una persona generosa, y agotadas las vias de venta del castillo, ¿nadie ha pensado en ir a hablar con los herederos?
Lo mismo nos llevamos una sorpresa, y en honor a la memoria de su tio, quizas quieran contribuir a una buena causa. La historia está llena de casos. Este verano he conocido un palacio en Sanlucar de Barrameda, lleno de obras de artes por dentro y una verdadera maravilla, propiedad de la Duquesa de Medina Sidonia, que antes de morir hace poco, lo ha donado al municipio.
¿y si alguién se encargara de recojer firmas y escribirle una carta a estos señores?, ¿que pasaría?. Ellos poco fruto le sacan....