La Codosera - Badajoz

Hoy.

Lunes, 5 noviembre 2012

La Junta admite que gastar 24 millones en un solo año es un reto complicado, pero hará lo posible para no dejar escapar estos fondos de la UE


En 2013 se empezarán a reparar estas infraestructuras rurales gracias al dinero europeo

Se estima que la creación de empleo será de 1.100 puestos directos y 2.200 indirectos

Ni autovías ni alta velocidad ferroviaria ni más destinos aéreos. La estrella de los presupuestos el año que viene serán los caminos rurales. A esta infraestructura se le concede una trascendencia mínima, pero vertebran la región e impulsan la actividad agroganadera en una comunidad donde el campo es el gran motor económico y la naturaleza su gran activo.

En esto ha pensado la Junta para asignarle 24 millones en los presupuestos de 2013, una decisión justificada sobre todo en que el dinero procede de los fondos europeos Feader. Si no se gastan ahora se pierden, aunque no hay que olvidar que Bruselas aporta el 75% y el resto lo deben pagar entre el Estado y la comunidad autónoma extremeña, por lo que la apuesta política existe.

Arreglar caminos será de la escasa inversión en obra pública que pueda verse el año que viene. En realidad el plan va de 2012 a 2015, prevé 44 millones en total y 24 de ellos irán en la próxima ley de presupuestos. Ya se ha hecho un trabajo de campo previo y a partir del segundo trimestre de 2013 la Junta calcula que empezará el grueso de los trabajos, creando en torno a 1.200 empleos directos y 2.400 indirectos. En ningún caso se obstaculizarán los accesos y siempre habrá alternativas para sus usuarios, tranquilizan desde la Junta, donde lo que en realidad preocupa es cómo dar salida a tanto dinero.

«Gastar tanto en tan poco tiempo supone un reto, pues nunca antes ha habido una partida tan abultada con este fin», reconoce el director general de Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura, José Luis Gil Soto, que estima que en los últimos años se han arreglado en torno a mil caminos, 7.000 kilómetros en total. La red extremeña se extiende por 35.000 caminos, 67.000 kilómetros en total, según el catálogo elaborado por la Junta de Extremadura en 2006. Para hacerse una idea de esta magnitud, valga comparar esta red de tierra más o menos compactada con los 7.941 kilómetros de carreteras asfaltadas que tiene Extremadura.

Uno o dos por municipio

Habrá que repasar de arriba a abajo los caminos extremeños, pues según los alcaldes consultados están muy mal y cada vez que llueve empeoran. Se debe a que la titularidad es municipal y cada ayuntamiento apenas tiene medios para reparar baches y mucho menos para desbrozar o ensancharlos. Como mucho, la mancomunidad les presta una motoniveladora y un rodillo para ir parcheando desperfectos.

Pero ahora el plan será distinto. Cuando la Junta asistía en esta tarea se ayudaba de las mancomunidades y distribuía el dinero según el número de habitantes y la longitud total de caminos adscritos a cada pueblo. «Así el reparto era más cómodo y aséptico, pero una vez agotado el presupuesto que correspondía a cada uno, el camino se quedaba sin dinero y ocurría que algunos no se arreglaban enteros y tenían un tramo de hormigón, el siguiente de zahorra y el resto si acabar».

Ahora, la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía le ha dicho a cada alcalde que seleccione cinco caminos de su titularidad y les asigne una prioridad de uno al cinco. Con ese informe los técnicos de la Junta visitan estos itinerarios, confirman la necesidad de arreglo y calculan cuál de ellos puede ser reparado íntegro. A partir de ahí se redacta el proyecto, se saca a licitación la obra y se ejecuta, «siempre y cuando sirvan para dar salida a algún servicio agrario o impulse el turismo, la pesca o la caza en la zona», señala Gil Soto, que calcula que a cada pueblo le tocará un camino, aunque si el coste que se estima es muy bajo, quizás le arreglen dos o tres de esa lista de cinco favoritos. Los trabajos no abarcarán pistas forestales ni caminos primarios que no están identificados con exactitud. Solo se ceñirán a los de los municipios y no abarcará el cien por cien. Sí se repondrán cancelas y cerramientos si la obra o el proyecto lo requiere. Lo que la Junta no hará será expropiar. Y si fuera necesario para ensanchar algún tramo, de este trámite se encargaría el Ayuntamiento.

Manuel Vilés, alcalde de La Codosera (Badajoz), ya tiene su lista de caminos, que se alargan por unos siete kilómetros en total. «Nuestro problema es que apenas tenemos medios para mantenerlos porque es zahorra, pasan tractores y quads y en cuanto llueve la rodadura deja de ser firme (...) aquí ya hemos enviado la lista de cinco caminos que hay que arreglar, los técnicos de la Junta vinieron hace dos semanas y no sé cuál nos tocará que nos arreglen. Uno de ellos es porque hay una granja avícola a la que llegan muchos camiones con el pienso o a recoger los pollos y les hemos dado prioridad a esta actividad, ya que los que van a fincas privadas no son para presumir, pero tampoco están para avergonzarse (...). En general, una partida tan cuantiosa para caminos la valoro positivamente. Los pueblos lo necesitamos para tener un desarrollo sostenible y que el turismo rural sea atractivo, bien para que puedan beneficiarse los senderistas o para que se pueda rodar por ellos en bicicleta».

Sobre esto último tiene una opinión parecida Teresa Gutiérrez. Ella tiene un alojamiento rural en Aldea del Cano (Cáceres). También preside la Asociación de Empresarios Turísticos de la Sierra de Montánchez. Recalca que tanto el mantenimiento de caminos como su señalización es una reivindicación bastante antigua en su sector.

En la zona que conoce esta empresaria, enclavada en plena Ruta de la Plata, dice que «hay hondonadas que están secas once meses al año y que de repente empieza llover y dejan el camino inservible, o puentes que impiden que pueda transitar un vehículo o vados que cuando crece el río no se puede pasar ni andando (...) hay un camino hasta Torreorgaz de siete kilómetros y por algunos tramos no se puede ni pasar debido a las zarzas. No sé cómo se harán los arreglos, pero si el plan lo hacen integral va a facilitar la vida de mucha gente».

No todos lo ven urgente

Pero no todos ven con buenos ojos esta inversión. Para Ignacio Huertas, secretario general de la organización agraria UPA-UCE, «arreglar caminos -dice- no es la prioridad número uno cuando habría otras medidas que tendrían una repercusión más directa en la rentabilidad del sector agrario».

Sí admite que en una agricultura y ganadería totalmente mecanizada como la de hoy día tener buenos caminos favorece el trabajo, ya que se trata de la única vía para llegar a la mayoría de explotaciones. Sin embargo, cree que la Junta debería haberse gastado menos dinero en varios años. Además, prevé que «con la red tan extensa de caminos que tenemos en Extremadura los caminos se van a tragar enteros los 24 millones, cuando lo importante es que en los años sucesivos haya un mantenimiento de estos caminos», declara.

Según el alcalde de Villanueva de la Vera, José Antonio Rodríguez, «resulta decepcionante que para cosas básicas haya que hacer ajustes exagerados en los presupuestos y para otras el dinero fluya tan fácil. Me dirán que el dinero que viene de Europa es finalista y hay que gastarlo en esto, pero debería haber una alternativa para usar este dinero en asuntos como el transporte escolar o para evitar el copago, por poner ejemplos».

Rodríguez también es presidente de la mancomunidad de La Vera, que agrupa a 19 municipios con 29.000 habitantes en total. Según dice, al afrontar las obras de estos caminos se emplea demasiada materia vegetal y muy poco hormigón, por lo que la durabilidad es es mínima en zonas de mucha lluvia como la suya. Como representante de la Junta, Gil Soto comparte este contratiempo, pero indica que la legislación medioambiental es la que es y poco más se puede hacer.

Los contratos

Sobre quiénes se encargarán de ejecutar estas obras, al presidente de la mancomunidad de La Vera le gustaría que se escogiera mano de obra de media y baja cualificación, no que llegue Tragsa (empresa pública) y se encargue de todo como suele ocurrir.

Según el director general de Desarrollo Rural, «cada vez que se abra un proceso de contratación los plazos se irán a más de cinco meses y el tiempo apremia». Por eso habrá trabajos que realizará Tragsa, «que no hay que olvidar que tiene delegaciones en Mérida, Cáceres y Badajoz, sobre todo si a final de año sobra dinero y hay que actuar con rapidez para no perder el dinero, ya que este grupo cuenta con medios propios del Estado, además de contar con personal muy especializado en la dirección de este tipo de obras».

«Sin embargo -prosigue- la idea es que la tarea de arreglar caminos tenga también una vertiente social, por eso en el proceso de contratación intentaremos primar a empresas que estén al borde de la desaparición. Si el importe no es muy alto sabemos que las grandes empresas ni se molestan en acudir a estos concursos. La otra vía, si el coste no es superior a 200.000 euros será por negociado directo, que es más rápido y donde preferiremos que lo hagan empresas extremeñas»...

Buena noticia
Hacer caminos y aún pecando de simplista ¿quien hacía los mejores?
Siglos atrás los romanos,de piedra que han perdurado hasta hoy,lo digo por aquello del mantenimiento....
Y disculpe mi ignorancia en esta cuestión, pero me vinieron a la mente los magníficos y maravillosos caminos empedrados.