Hornachos - Badajoz

......Todos los miembros de la ciudad son iguales, y en el momento en que dejan de serlo la sociedad ya no existe porque la desigualdad es lo mismo que la fuerza, y una sociedad fundada en la fuerza no es nada más que una agregación de salvajes.
SAINT JUST

………….Los recuerdos grises y penetrantes de un alumno sumiéndose en la tontera pubertad, de aquella mañana perezosa, cuando a eso de la diez salimos al patio de recreo.…. En el tejado de los grupos escolares unos gatos de apariencia mansa y de masa corporal famélica, vigilantes mantenían los deseos de lamer los restos de polvo y de leche, que la Juana con delantal azul y brazos de Goliat remangados hasta los codos, con un palo largo con una mano y con dos manos removía, una y otra vez, el agua humeante cubierta de polvo blanco en un gran barreño de cinc… A sus pies, el saco de papel marcado con la bandera americana y unas letras ilegibles del que iba añadiendo el polvo blanco, según la textura convenida que el maestro indicaba… En tanto que, los alumnos y alumnas, separados, esperábamos.. ¡Traéis el vaso!, preguntó eufórico el maestro… Ataviado para la ocasión con corbata floreada y chaqueta oscura algo arrugada… Y mostramos en alto variopintos vaso de plástico… Guardábamos un mendrugo de pan del día anterior, o unos bizcochos, o una magdalena, o una perrunilla que nuestra madre había previsto para no tomar la leche sola, aquel día tan especial.......

…. Aguardábamos, pendiente de que terminara la Juana… De cuando en cuando nos empujábamos por ocupar los primeros lugares… Y en uno de los momentos que el maestro ponía orden en las filas; hubo un chasqueo de desconcierto, seguido por un murmullo de risa tonta… ¡Silencio!, dijo el maestro…., no os mováis… Y como pudimos reteníamos la risa tonta, que nos producía la presencia, esperada, de dos mujeres que llegaban para presentar la campaña de la leche… La mujer mayor vestía delantal blanco y cofia blanca, era la que provocaba el chasqueo de la risa tonta, por su caminar engorroso tras una joven señorita esbelta.. …….Habían llegado en un seat mil quinientos negro con banderín franquista…El conductor llevaba gorra de plato, y quedose a la espera con los brazos cruzados, desgarbado sobre el coche negro...
…. La joven señorita vestía abrigo confeccionado de piel de no se que animal.. El pelo rubio, recogido dejaba ver un cuello largo de cutis blanco, y blancas y sonrosadas mejillas en un rostro alargado… Y sus labios…., sus labios finos, y perfumados de carmesí…. Unos labios propios para los juegos eróticos de la pubertad… El maestro saludó a la señorita toda esbelta, agachando el espinazo y guardando la distancia que el protocolo requería… La señorita le correspondió con un sencillo símil saludo, añadiendo una pequeña sonrisa que apenas se hizo notar en sus labios perfumados de carmesí…La Juana, motivada, se arremangó un poco más, dejando más al descubierto los corpulentos brazos de Goliat… Y aunque ya algo fatigada, puso todo el ahínco, y venga a remover, y venga a remover con el palo, el agua tiñéndose blanca…

….. -¡Nos encontramos en plena cruzada de alimentación para la infancia!. La señorita se expresaba apenas audible… Lo que hacía que pusiéramos más curiosidad en su belleza que en sus palabras…… ……… Aconsejaba los alimentos a tomar para crecer más sanos en la nueva España pacifica…… “La leche previene el raquitismo”…. ……. Y la higiene personal.. …., “ no olvidéis al menos una vez a la semana lavarse la cabeza.., y si no hay champú en casa, el jabón de cáustica es muy bueno y barato”...……. Y no olvidó la religión… “No solo los alimentos que tomamos y la higiene corporal es buena para el cuerpo…, tenéis que añadirle el espíritu patriótico y el alma que Dios nos ha dado”…. ….. Transcurrido un tiempo, hubo susurros.. Parecía que todo había terminado, y tocaba beber la leche tan esperada..… Cuando…., la señora de cofia y pasos engorrosos se interesó por un alumno que andaba rascándose reciamente las orejas y las manos. ….…..
……..–Son sabañones, sin dar importancia, le dijo el bueno del maestro a la señorita…, siempre respetando la distancia…, y componiéndose la corbata floreada, sin olvidarse de alargar la arrugada chaqueta… La señorita desconocía que hubiese sabañones y puso rostro mustio… … El maestro los justificaba: –Aparecen con el frío a falta de un ambiente cálido en el hogar….
………. La señorita miró a la mujer de la cofia, que andaba inspeccionándonos... Igual te mandaba a agachar la cabeza hacía delante que hacia atrás…. ¡Muévete el pelo!, ¡más!, ¡más! ..; y ella con cara escrupulosa, inspeccionaba las orejas y el cuero cabelludo... Buscando cualquier indicio de piojos o de pulgas…… -¡Qué asco! –exclamó, con voz de cascaron, apartándose del alumno -lo hizo como si de un infesto se tratara-, en la cabeza había restos de mechones atrapados por costras verdes…........,,,
………. Una alumna con empeño se refregaba las nalgas, sin darse cuenta de que la señora de cofia, observaba sus gestos “mal educados”…. Y sorprendiéndola por detrás.., no dudó en decirle: -¡Anda…, cochina, vete pa casa!... Todos reímos, y aprovechamos el momento para limpiarnos los mocos con las mangas del jersey… La alumna enrabietada arrojó el vaso a los pies de la señora de cofia. Y sin abandonar la rabieta, sacó de entre la falda el mendrugo de pan y metiéndoselo en la boca, mal se le escuchó decir ¡Cochina…., tú! Esto creó cierto revuelo… ¡Déjela!, déjela que se vaya…, terció la señorita, rígida… El conductor de gorra de plato abandonó el letargo para ver que pasaba….. El bueno del maestro, componiéndose la corbata, sin olvidarse de estirar la chaqueta arrugada, tomó postura en defensa de la alumna, bastante apuradillo, explicó a la señorita que tener lombrices era cosa habitual, pero que los padres las extraían, sencillamente, con un trapo empapado en aceite de oliva y con una horquilla del pelo… La señorita con cara remilgada, prefirió mirar hacia el tejado donde los gatos famélicos esperaban ansiosos, lamiéndose el hocico….
…La mujer de la cofia…, terminaba la inspección por las articulaciones, al parecer era donde se dan los primero síntomas del raquitismo….. Nos decía de subirnos el pantalón hasta por encima de las rodillas, lo que provocaba risas ver las piernas pobladas de pelos de los alumnos mayores… Y a ella le extrañaba las piernas excesivamente delgadas con rodillas huesudas… Ya…, ¡por dios!…, cuánta dejadez…. Y, soltó a viva voz: ¡Hay que lavarse más la cabeza y la roña de las orejas! …

…….…La Juana, apenas sin ahínco, con un cazo libraba de la leche los pocos grumos que quedaban.... -Ya.., ya está bien, Juana-. Le dijo el maestro… Y la Juana, lo agradeció con resoplos de agotamiento…. La señorita comprobó la textura del polvo blanco en el agua milagrosa... La Juana, aliviada, miró la fila de los alumnos y a voces: ¡Antoñito salte de ahí! ……¡Que tu madre no quiere que te dé leche, que después vomita! La señorita con cara avinagrada, la puso al corriente, leche era la más digestiva para el desarrollo de la infancia. Y la Juana ya no habló… Y Antoñito no abandonó la fila… El estreñimiento de su estómago podía más…

La señorita se deleitaba con los gestos que poníamos saboreando la leche, acompañada con dulces….; y se mostraba indiferente, ante al bueno del maestro, empeñado en hacerle saber el alto abandono escolar, debido a que muchos comenzábamos a trabajar a muy temprana edad..... …. También ignoraba a los alumnos mayores con las hormonas efervescentes, alejando, cercando e intimidando a los más pequeños para conseguir más dulces….. Una alumna menor, defendió sus biscochos y su leche, propinando patadas en las pinillas, llamándolos, ¡cabr.ns, cabr.ns!…

……Entramos en clase con un hilillo blanco en los labios…… ¡Sentaos!…Mientras se deshacía de la corbata floreada, mandó el maestro, aliviado…. ….. Y al poco tiempo dijo, ¡de pie!… Y alzamos por desiguales los asientos de tabla de los pupitres, produciendo un escalonado golpeteo… Entró…, la sonrisa patriótica ancha en el rostro; dirigiéndose con pasos marciales hacia el estrado de la mesa del maestro, que le cedió su sitio, pero él prefirió quedarse de pie en medio de la foto del caudillo vestido de militar con un zorro muerto sobre los hombros, y la foto del fundador de falange… Iba perfectamente uniformado de azul mahón, muy planchado.. Brillante el emblema de jefe local y ordenadas las medallas de guerra en la pechera… Reluciente el correaje negro cruzado, y ajustado el cinturón a la barriga satisfecha... …Las manos enfundadas en guantes negros… Brillantina en el pelo repeinado hacia atrás……
Se ajustó los guantes…. Y con referencia del pasado político de cada alumno…, a todos abarcó con la mirada…, fue cuando tensó todo el cuerpo, y gritó: ¡Viva España! ¡Viva Franco! ¡Franco! … ¿¡Haber como saludas, tú!? Fijándose en Antoñito… Y Antoñito lanzó el brazo al aire sin orden alguno… ¡Otra vez! ¡Inténtalo de nuevo! – dijo sonriendo…, corrigiendo la altura del brazo y la de la mano.... Pero Antoñito parecía encontrarse indispuesto… Y apartándose, soltó por la boca un chorro de líquido blanco coagulado, de fuerte olor agrio… ….¡Joder, Antoñito!, anda vete pa casa, le dijo el bueno del maestro, antes que venga la Juana… Y no le digas a tu madre que te hemos dado de beber leche… Sí, como si fuera tonta, dijo Antoñito, descompuesto.

……. El falangista nos sacó de clase para ir al paseo de la Ermita…. Formados en fila de a dos bajamos en silencio tras de él, la calle del Sol… De vez en cuando, miraba hacia atrás para advertirnos, ¡no perdáis la formación!… … El falangista, ante la cruz de granito, nos juntaba o nos separaba.. ¡Estirar el brazo derecho, hasta tocar con las puntas de los dedos de la mano, el hombro “dlante”! ….Y, de cuando en cuando, sonreía, haciendo el gracioso, que pocas cualidades hay, ¡son muy torpes!, ¡muy torpes!, se decía... Hasta conseguir formarnos como a él le gustaba.. Y todos quietos, gritó: ¡Mirar al frente, a la cruz, donde están los que dieron su sangre por Dios y por España!

……..Y así…, frente a la cruz de granito, incrustada con los nombre y apellidos de los héroes de la contienda..... ... El falangista, insistía de héroes victoriosos que dieron su vida por España, y de los enemigos de la patria…. A continuación, en voz alta, uno a uno fue nombrando a todos los héroes que figuraban en la cruz … Y gritábamos: ¡Presente!… Y, para terminar, emocionados de tanto patriotismo, cantamos:
“¡Cara al Sol con la camisa nueva que tú bordaste en rojo ayer….
Me hallará la muerte si me lleva y no te vuelvo a ver!”…. ……… ………
Entonces.., qué mala leche, la de aquel tipo…, interrumpiendo el momento cumbre educativo y patriótico…, y que cara de mala leche se le puso al falangista… Cuando desde la tapia del paseo, colindante a un olivar, el tipo saltando encima, voceaba… ¡Eeee! ¡Rebaño de ovejas! ¡No hagáis caso al falangista!… Las voces corrían por todo el paseo y se perdían por el campanario de la ermita… .... ¡Es el loco!, dijo un alumno… ¡Vamos a por él!, replicó el falangista… Y todos nos quedamos quietos… Había que verlo corriendo hacia donde se hallaba el tipo. Con la cara de mala leche...... ¡Fascista!, decía el tipo, sin dejar de saltar agitando los brazos encima de la tapia.... Hasta con el pantalón bajado, hizo un corte de manga, y voceó: ¡Sin la leche americana!.. Y cuando parecía que iba a agarrarle, el tipo saltó como un gamo dentro del cortinal…. Los gritos ¡Franquista, fascista! se diluían por el olivar..... Regresó jadeante con las manos vacías, diciendo: ¿rojo h… p..! ¡Cuando te agarre…! Ver al falangista descompuesto, nos entró cierta risa sublime, que no le gustó... Encabritado nos hizo ir corriendo tras él la cuesta de la calle del Sol... Ya en los grupos escolares, ante la puerta, otro de los alumnos comenzó a vomitar… ¿Y a ti qué te pasa, ahora?, preguntó…, dando un puntapié a un perro famélico que acudía al fuerte olor agrio… .....Me duele la tripa… ¿Pero qué os han dado?… Y todos ¡Leche en polvo americana!… …

Farida, a parte de la leche en polvo, había QUESO (amarillo) y mantequilla, era la época de los cincuenta, tras el cambio de la política exterior española y el final del aislamiento, como premio a la colaboración española, desde Estados Unidos llegaron a España la LECHE en POLVO, los BOTES de MANTEQUILLA, y también QUESO, un queso que venía en latas de 5 kilos, y había que hacer unos esfuerzos sobrehumanos para sacarlos, pera sacar entero, y entonces con el pán de casa, el MAESTRO nos daba un trozo o porción y con eso almorzábamos.

Estos productos. como bien dices, se repartían en centros escolares y, en algunos lugares, a familias necesitadas a través de grupos asistenciales de Falange y de la Iglesia.

La leche americana pervive en el recuerdo de los niños de aquellos años y, con seguridad palió la necesidad de muchos de ellos.

Yo, me acuerdo de la leche en polvo que nos daban en la escuela, me acuerdo cómo se batía con una varilla de esas de levantar natas, merengues, etc., se batía la leche en polvo con agua, y nos la echaban en nuestros basos, el mio era de aluminio, y con un poco de zaucar y canela nos la bebíamos.

pero no todo el mundo vivió como los expuestos hasta ahora, también hubo quién no careció de nada. Es el caso de las antiguas élites, que pronto recuperaron su anterior estatus, y de aquellas otras que encontraron la coyuntura propicia, a través de la especulación o del control de algunos de los resortes del poder, para medrar socialmente y conformar la "nueva élite". Para ellos no hubo escasez, ni miseria, ni hambre, al contrario, se enriquecieron con ella, y pudieron disfrutar de esplendidos banquetes.

Farida, un cordial saludo.

.....Exactamente, como bien dices, los alimentos del amigo americano: leche en polvo, queso y mantequilla.., alimento básico, de los que carecíamos aquí, se hizo como refuerzo para un mejor desarrollo físico y psíquico de las nuevas huestes franquistas…
.........Y sí, me tocó la leche en polvo americana en la escuela, obligado, (Antoñito, soy yo) …, lo siento.., por el mal trago que pasé… No llegué a vomitarla, solo me encontré indispuesto.. ………
......... Queso y mantequilla.. No recuerdo haber tomado ni queso ni mantequilla del “amigo americano”…, no te puedo confirmar sus texturas…. Te diré que en aquellos años, mi madre por mediación de su padre “el campillejo”, compraba y vendía leche y elaboraba un exquisito queso curado en aceite dentro de una tinaja de barro... Y la mantequilla la sustituía por requesón con pan y azúcar…… Y muchas migas para el desayuno, ante de ir a la escuela... El chocolate, en la “merendilla” de la tarde, pero había que ganárselo como premio… Así que pocas veces obtuve ese premio..

…….Y cantar sí, claro, durante un tiempo, todos o casi todos los jueves, aunque no recuerdo bien si eran los jueves, nos llevaban calle el sol abajo, hasta el paseo, a cantar cara al sol, ante la cruz…

Saludos Cordiales, desde Madrid contaminado…