Guadiana del Caudillo - Badajoz

QUIEN ES EL 1º.?

"Ven, cariño ,y siéntate al brasero".
Y es que eran esas palabras como un 'ábrete sésamo' doméstico que podían abrir en cualquier momento un universo de tesoros en forma de historias. Te sentabas a la mesa camilla, metías las piernas bajo las faldillas -"cuidado con los flecos, que no se quemen"- y si esa tarde había suerte y no habian llegado todavía los revoltosos de mis hermanos pequeños... la abuela te contaba un chascarrillo o hablaban de los parientes, de tus raíces, o te contaban cómo eras tú de pequeña que eso es algo que sólo puede contar bien una madre. Se iba recreando tu imaginación a la vez que el calorcito iba ascendiendo desde los pies y devolviendo tu cuerpo helado a la vida. Y así, entre el calor reconfortante y las entretenidas historias iba pasando el tiempo y sin darte cuenta llegaba entonces tu padre, y esta vez eras tú, ilusionada, la que pronunciabas las palabras mágicas: ven papá siéntate al braserito.

Muy bien Carmita, no podía ser otra persona la que lo inaugurará.

Animaos y contar historias, yo también contaré la mía.

Saludos.

Era muy curioso lo del braserito, algunas veces el gato se le quemaba el rabo, y salia aquel olorcito tan agradable, al mismo tiempo que el gato soltaba su marramamiau.

Y también, había mas de dos sorprasas, cuando la abuela levantaba el vestido, para darle vuelta al brasero, si no, que se lo digan a uno del pueblo que yo conozco muy bien.

Bueno yo recuerdo cuando mi madre tenía que hacer la comida, como por aquellos tiempos no existía ni el butano ni las cocinas eléctricas, solamente había aquellas cocinas de hierro que había en los fogones y que se utilizaban con carbón, pero como el carbón era muy caro mi padre iba todas las semanas a Montijo a la carpintería a por serrín, y se utilizaba en unos bidones que se le ponía un madero gordo en medio y se llenaba de serrín tupiéndolo mucho, después se quitaba el tronco y se prendía fuego por debajo y así se cocinaba, aquellas hornillas duraban varios días, era una buena forma de cocinar. Bueno aquellas hornillas también servían de brasero.

Os habeis dormido con el calor del braserito??? Vengaaaaa...espabilando!!!!!!!
un besazo.

El brasero de picon……si, yo también tengo mis recuerdos;
sobretodo recuerdo uno en especial, en el cual, pocos
miembros de la familia se quedo sin hacerme una caricia,
(caricia que por supuesto yo no agradecí para nada) fue
un día que se me ocurrió enterrar para que se asaran un
puñado de castañas y no lo comente con nadie…..que
recuerdo…..jajajajajaja

Anda que nó; será que no hay historias con el dichoso braserito y la badila de darle vueltas al brasero, que también tiene su hitoria.Tú hall, al fin y al cabo lo que hicistes es casa un poco de risa, pero yo conocí a una, que puso a calentar la badila y después se la puso a su amiga en uno de los sitios más sagrados.Jajajajajajaja.

Calla, calla miguelin, que yo hice eso mismo pero con unas
tijeras de costura, se la puse en la rodilla, cada vez que
lo recuerdo me duele el tortazo que me dio....y se me quitan las
ganas de reir al momento.

Jajajajajajajajajajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.Lo que no se le ocurra a la Isa.............

jajajajajajajajajaja......estais apañaos.
Lo de la gamberrada de la badíla...creo que lo hemos hecho casi todos.