Guadiana del Caudillo - Badajoz

Musa que de mi te vas,
Cuando más te necesito,
Las cosas que he de cotar,
¿tengo que llamarte a grito?.
Vivimos en este mundo,
Sin recordar al tercero,
Con hermanos mal nutridos,
Descalzo y casi en cuero,

Nadie sabe lo que es eso,
Si en su cuerpo no ha sufrido,
Hambre frío y desconsuelo,
Acostándose de noche,
Sin haber desayunado,
Sin cenar y sin almuerzo.

Tenemos que levantarnos,
Y no dejarlos morir,
Somos cómplice de muerte,
Viéndolo en todos los medios,
Y quedamos indiferentes,
Pan, tienen nuestros hijos,
Porqué de ese pan no les damos,
Aunque sea un “piquito”.

Un pan debajo del brazo,
Trae cada niño al nacer,
¿Quién se ha comido ese pan?,
Pregúntaselo a su madre,
Que ella ha nacido igual,
Sin pan para alimentarse.

Nos hemos acostumbrado,
A verlos morir de hambre,
Desnutridos y enfermos,
Peor que los animales,
Por mucho que hacen por ellos,
Buenas organizaciones,
No se trata solo de eso,
Sino de algunas naciones,
Que poseen con exceso.

No podemos meternos
Dentro de sus zapatillas,
Y caminar un buen trecho,
Porque sus pies van descalzos,
Sangrando y sin poder mantenerlos,
De pie y solo son hueso.
No vale solo rezar,
Hay que ponerle remedio,
Un grito de mi alma sale,
¡por dios que son hermanos nuestros!.

Ese grito que de tu Alma sale, se ha instalado en la mia...que bonita!!!

Una gran verdad, que podia tener solución.....tal vez si todos
nos unieramos a ese grito. Es bonita.

Si todo lo que se aporta llegara a estos paises pobres otro gallo cantaria, pero la mitad o mas se pierde en el camino, "que pena que los camiones tengan el piso roto,".

No pelegrinos, no son los camiones son los que tratan con las cosas que se les pega un poquito.