Guadiana del Caudillo - Badajoz

Erguido hacia el cielo
con las raices firmes en la tierra
estaba el eucalipto
en la falda rocosa de la sierra.

daba sombra y frescor
al cazador errante
cuando el fuerte sol
estaba en el cenit
y tambien al caminante
ya que cerca de el
pasaba el camino hacia el monte.

Sirvió de parguas su copa
y a los vientos alisios paraba
y junto a su troco los leñadores
las fatigas descansaban

Su peculiar olor era agradable
sus hojas a mosquitos alejaban
y hasta resfriados decian que curaban
el vapor de sus ramas en la cocina.

Estorbaba el árbol al camino
habia que ensanchar la carretera
y cayó por el hacha vengadora
que le arrebato la vida sin sentido

Su madera se convirtió en papel
que en hojas lisas se volvieron
donde un libro escribi con el
el árbol donde recordó mi sino.