Al filo de la media noche Erguido sin jactancia,bien formado con el honor por norma en su destino pulcro como si el polvo del camino guardase el uniforme inmaculado Prudente en su poder pero arrojado ni el enemigo noble ni el ladino le hacen perder en su misión tino ni su valor cien mil veces demostrado. Jamás volvió la cara ante la muerte pues estima un honor morir primero que buscar en la huida mejor suerte. Solo así del deber fiel prisionero va quedando en la vida ese hombre fuerte y por eso lo admira el mundo entero. He oido no se donde, que un Puesto ha sacrificado la fiesta de la Patrona,para repartir el alimento entre los necesitados de la localidad. He escuchado rumores, porque lo bueno se oye poco, en cambio los defectos de algunos los aumentan con lupas. Buena acción compañeros. Eso nos honra a todos, y nos hace sentirnos orgullosos de pertenecer a esta Institución, especialmente benéfica y protectora. |